¿Son las marchas de maestros lo que más afecta a los estudiantes?

El problema con el magisterio se ha convertido en el tema principal de los medios de comunicación como de la agenda política del gobierno federal. Uno de los principales argumentos utilizados por el gobierno y la comentocracia para atacar al magisterio es que sus constantes manifestaciones impiden que los niños y niñas del país asistan a la escuela. Si bien es lógico que en ausencia de maestros los estudiantes no pueden estudiar, en México las manifestaciones no son la principal causa de que los niños y niñas no tengan escuela.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la principal causa de ausencia escolar entre personas de 3 a 30 años de edad es la falta de dinero o trabajo. Las personas que han dejado de estudiar por esta razón representan al 34.6% de quienes ya no estudian. En segundo lugar se encuentra la falta de gusto e interés por estudiar como causa de deserción escolar. Este grupo representa el 32.4% de las personas encuestadas.Las otras dos causas que impiden que los estudiantes vayan a la escuela son los problemas que tienen los alumnos en sus casas o la escuela con 17.1%  y que el estudiante se haya casado o tenido un hijo con 14.2%.

Estos datos revelan ciertos puntos que varios profesores de estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas han defendido en sus manifestaciones sobre como la calidad educativa en ciertas regiones del país depende más de las condiciones socioeconómicas de los estudiantes y sus familias que de un proceso de evaluación a la planta docente.

Esto no quiere decir que las manifestaciones del magisterio no esten afectando el curso escolar de miles de niños y niños del país o de miles de ciudadanos en la Ciudad de México. Sin embargo, existen otros elementos igual o más importantes que están afectando a los estudiantes y que deben de tomarse con la misma seriedad con la que las autoridades toman los bloqueos, huelgas o marchas. Si el gobierno pusiera el mismo entusiasmo a la educación como lo hace con la represión, seguramente seríamos uno de los países con los niveles más altos de educación en el mundo.