¿Y el ahuehuete que reemplazó a la palma de Reforma en CDMX?
En abril de 2022, el gobierno de la Ciudad de México decidió retirar la Palma que se ubicaba en la glorieta del mismo nombre, en la avenida Reforma. Este árbol llevaba más de cien años en este lugar, pues se estima que fue colocado para marcar el sitio a inicios del siglo XX.
Las palmeras son especies comunes de lugares costeros, pues proliferan en zonas tropicales. La capital del país se ubica en la zona central del territorio mexicano, a 2240 metros sobre el nivel del mar, por lo que naturalmente no se encuentran palmeras en la zona. No obstante, como parte de un proyecto urbano a mediados del siglo XX, se trajeron miles de estas plantas a la ciudad, las cuales se han adaptado mejor de lo esperado.
La razón que dio la administración encabezada por Claudia Sheinbaum para retirar el icónico árbol fue que se encontraba afectado por un hongo, dañando severamente su estado de salud. Esta palmera no es la única especie vegetal que ha sido invadida por una plaga en la Ciudad, pues se estima que en esta entidad existen cerca de 15 mil ejemplares, de los cuales 30% estarían perjudicados por alguna enfermedad.
El 24 de abril se realizó una ceremonia de despedida a la Palma, la cual fue trasladada a un vivero para ser tratada. Para decidir que habría de hacerse con la glorieta, el gobierno abrió una encuesta con una serie de árboles que podrían adaptarse al suelo de la Ciudad de México.
Se decidió a través de este sondeo que un ahuehuete sería plantado en la glorieta, el cual fue instalado el 5 de junio de este mismo año. A unos meses de haberse puesto en este lugar, ahora luce un tronco de 12 metros de altura sin follaje y visiblemente decaído.
Aunque las autoridades de la Ciudad no se han pronunciado al respecto e indican que se trata de un proceso de adaptación normal del árbol, se ha señalado que el ahuehuete ya está muerto. De acuerdo a Saúl Alcántara, experto en conservación de jardines de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el árbol ya esta muerto al menos desde octubre, porque los esfuerzos de conservación se hacen el vano.
El experto explica que hubo fallas en su transporte y plantación, lo que derivó en que este proyecto fuera un fracaso. Señala que la única alternativa que queda es reemplazarlo por otra especie, dado que tuvo que haber respondido favorablemente después de los primero 20 días.
Por otra parte, de acuerdo a Adrián Cavazos, gerente de Viveros Regionales, la empresa que donó el árbol, sucedieron varios factores que han impedido que el ahuehuete se adapte de manera rápida. Uno de ellos fue el choque que un conductor tuvo en la glorieta, lo que movió sus raíces. Según sus estimaciones, para el mes de marzo de 2023 debería verse completamente sano.