Lo problemático de la admisión de Thalía en TikTok: en Televisa pintaban trigueñas de morenas
Televisa prefirió jugar con luces, maquillaje y trucos de cámara antes que contratar una actriz morena en un protagónico.
Eso no es noticia. El arquetipo de las telenovelas mexicanas que se cumplió desde los setenta hasta los 2 miles, que más bien era argentino ya que fue importado por el productos Valentín Pimstein, es que una actriz de rasgos morenos era la buena, un galán de cabello negro fungía de despistado bienhechor y una rubia caucásica salía de villano.
Sin embargo, sin lentes de nostalgia queda claro que en el mejor de los casos una Victoria Ruffo o Adela Noriega eran trigueñas.
Y ahora, otro ícono de las telenovelas, ha confirmado que en su papel más emblemático hubo aceites y tinturas especiales para darle un tono más moreno. ¿Lo peor? Fingía el acento para parecer “de la playa”, en un estereotipo en el que ni siquiera étnicamente era correspondiente.
Así el caso de Thalía:
@thalia SORPRESA 🤩 Me divertí mucho haciendo este video transformación para todos ustedes… aunque tengo que admitir, que también lo hice para mi… y me alegro algo escondidito que tenía en el ❤️ #Marimar #Marimar4ever #Thalia #LasMarías
En estos tiempos donde la conversación alrededor de la raza sí se da, es como si una actriz mexicana de cabello negro y rasgos caucásicos fuera caracterizada en algún papel más bien característico de una región costeña.
O si en Hollywood, una actriz blanca fuera caracterizada como latina o asiático. De hecho ya ha pasado con Scarlett Johansson y Emma Stone.
Dicha práctica, en el caso de una blanca pasando por asiática se llamaría yellowface, con un actor blanco pasando por afroamericano se le dice blackface y en el caso de Thalía se dice brownface.
Varias notas de agencias internacionales, como la que reproduce Yahoo! Noticias, explican lo problemático de la práctica:
Láurel Miranda, activista trans e integrante del movimiento #PoderPrieto, retomó parte de ese video para exponer que la gente racializada no tiene las mismas oportunidades, como en este caso en la industria del entretenimiento. “Ni siquiera creo que la propia Thalía se dé cuenta de lo problemático que es el ‘brownface’ que está haciendo (…), una práctica acostumbrada en las primeras décadas del cine cuando las personas racializadas y afrodescendientes no tenían permiso de aparecer en las películas”.
Miranda dijo que esta práctica -que comparte similitudes con el ‘blackface’- tenía como propósito hacer de los personajes negros o morenos “apelar a la burla, al estigma, que azuzaban a la discriminación de las personas racializadas”.
¿Tú que opinas?