El derecho a la alegría: primera ministra de Finlandia se defiende, “es privado, es alegría y es vida”
Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, ha sido críticada en semanas recientes -estas cosas no se inventan- por “celebrar demasiado” y asistir a festivales de música.
Marin tiene 36 años y es natural que sus gustos o aficiones involucren una vida social que dista mucho de la de gobernantes hombres de más de 60 años, a quienes no se les crítica por sus hábitos alimenticios, sociales o festivos con la misma intensidad.
Ante las críticas, leemos en La Vanguardia, que Marin ha defendido su derecho a la alegría:
“Soy un ser humano. A veces también anhelo la alegría, la luz y el placer en medio de estas nubes oscuras”, ha dicho, con la voz temblorosa, en un acto organizado por el partido socialdemócrata (SDP) en la localidad de Lahti, al sur del país. “Es privado, es alegría y es vida”, dijo, con los ojos empañados. “Pero no he perdido un solo día de trabajo”, ha defendido.
“Quiero creer que la gente se fijará en lo que hacemos en el trabajo en lugar de lo que hacemos en nuestro tiempo libre”, suplicó el miércoles, admitiendo que esta última semana había sido “bastante difícil” para ella.
Trasciende que Marin es la primer ministra más joven de Europa, en un contexto cultural completamente diferente al de Boris Johnson o hasta Emmanuel Macron. Los jóvenes, o al menos los adultos del lado más jóvenes, se pueden divertir.
La nota completa en La Vanguardia