“Dejé de ser humano”: El infierno provocado por el Fiscal Gertz Manero a su sobrina política

El polémico Alejandro Gertz Manero salió de la relativa oscuridad de cargos político sin mucho brillo y más bien bastantes problemas hace unas décadas debido a su guerra contra la actriz Silvia Pinal, que tuvo a la intérprete fuera de México en una especie de asilo en EEUU.

Así lo resume El Universal:

A comienzos de los 2000, la actriz Silvia Pinal se fue del país después de que  Gertz Manero la demandó en lo que se llamó un fraude relacionado con Protea, que agrupaba a los productores de teatro. En 2008, consignó Notimex entonces, ambos se reconciliaron.

Desde entonces, su figura  fue igualmente conocida en medios de política, las oficinas y juzgados donde se movía su gente y también en medios del corazón.

Rescatado sistemáticamente por diversos sexenios federales y algunos Jefes de Gobierno, Gertz es de esas figuras como Ricardo Monreal o Manuel Bartlett que parecen trascender presidentes y fuerzas políticas, pero -a diferencia de otros- simplemente no puede mantener discreción ni sus problemas personales a raya.

Por ejemplo, ha sido acusado de plagio por Guillermo Sheridan, tuvo que ver en conflictos de marca por la Universidad de las Americas en 2009 (y también en los recientes cambios de 2021) y su mayor pugna ha sido contra su familia políticas.

Específicamente, contra una mujer de la tercera edad que lo acusa de usar sus influencias para mantenerla en prisión. Dicha persona, es la hija de su hermano.

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El caso ha sido desmenuzado por medios políticos como EME EQUIS, y hoy 15 de septiembre surge la última entrega de esta saga por medio de Opinión 51, un  nuevo newsletter con perspectiva feminista que publica una carta desde la prisión por Alejandra Cuevas, hija del fallecido hermano de Gertz Manero, hoy titular de la FGR.

Como algo de contexto, retomamos de LA Times la razón del conflicto entre ambas partes:

Alejandra Cueva Morán está acusada de Homicidio Doloso por Omisión de Auxilio. Su acusador es nada más que el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien argumenta que Alejandra y su madre, la señora Laura Morán Servín de 94 años de edad, dejaron morir a su hermano, Federico Gertz Manero, al que –se asegura- no le brindaron los auxilios necesarios para preservar su vida, según se establece en legajos del proceso penal 190/2020.

En la acusación de Homicidio Doloso por Omisión de Auxilio, inicialmente también se incluía a una hermana de Alejandra e hija de Laura Morán Servín, a la señora Laura Cuevas Morán, pero a esta se le retiraron los cargos ¿La razón? Laura Cuevas Morán es madre de Fernanda Castillo Cuevas, la esposa del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza.

En su denuncia de hechos, Alejandro Gertz Manero, el Fiscal General de la República, asegura que la muerte de su hermano Federico -ocurrida el 27 de septiembre del 2015- se debió a la falta de cuidados que le negaron a este tanto Alejandra Cuevas Morán como la señora Laura Morán Servín, quien fue compañera de vida de Federico durante los últimos 52 años de este.

En EME EQUIS, han obtenido testimonios (por medio de cartas de Cuevas a sus hijos, también familia de Gertz) sobre la situación en prisión de la viuda:

Desde 2015, Alejandro Gertz Manero ha intentado culpar a mi madre de la muerte de su hermano mayor, un hombre mayor y con salud deteriorada por sus más de 90 años. Ninguna de sus denuncias avanzó porque no había sustento para sus acusaciones… hasta que en 2018 el presidente Andrés Manuel López Obrador lo nombró titular de la Fiscalía General de la República y le otorgó un poder inconmensurable.

Desde entonces usó su influencia para castigar a mi madre Laura Morán, de 95 años, donde más le dolía: yo, su hija. Y me acusó de orquestar la muerte de su hermano para quedarme con una riqueza que nunca me faltó y exigió a mi familia la entrega de piezas artísticas por un valor superior a los20 millones de pesos y un cheque por 3.5 millones de pesos para perdonar los cargos en mi contra.

Yo vivía con un amparo bajo el brazo que me impedía ser detenida por las acusaciones sin fundamento de Alejandro Gertz Manero. Y pensé que aquello era suficiente para vivir tranquila, hasta que ese día me detuvieron hombres vestidos de civil y me anunciaron que tenían instrucciones para hacerme sentir terror hasta en los huesos. 

Este 14 de Septiembre se ordenó reponer el proceso legal. Leemos en Aristegui:

La jueza federal Patricia Marcela Diez Cerda, dejó sin efecto las ordenes de aprehensión y el auto de formal prisión contra Laura Morán Servín, ex pareja de Federico Gertz Manero y su hija, Alejandra Guadalupe Cuevas Morán, al estimar “incongruente, contradictorio y carente de motivación legal” la acusación penal contra ambas por el homicidio del hermano del titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero.

En otra carta compartida a EME EQUIS, Cuevas narra el infierno que vive en prisión provocado por las acusaciones del Fiscal:


Aprendí cosas que jamás creí que conocería, como que el “rancho” es la comida de la prisión que hay que comer bajo riesgo, porque la mayoría de las veces son alimentos descompuestos; o que para sobrevivir mentalmente a la cárcel hay que inventarse una rutina, por más absurda que sea, como hacer ejercicio con pesas improvisadas hechas con botellas de plástico rellenas de piedras o cascajo.

Todo lo que yo creía cambió. Ahora un “buen día” es dormir en un colchón por más delgado que sea y no en el piso. Una “buena comida” es morder un pedazo de la barra de chocolate que me regalan mis hijos en los días de visita y que guardo celosamente como su testimonio de amor. Una “buena noche” es no despertar varias veces en la madrugada temblando de frío o por pesadillas.

Así son los días de Alejandra Cuevas en prisión, acusada de matar a su propio padre por un hombre que está entre los más poderosos en México. Y tal vez uno entre el puñado de los que controlan la justicia mexicana.

Posdata

Escribe Alejandra en Opinión 51:

No puedo olvidar a la presa que se trató de ahorcar en los baños de la planta baja y cuando la bajaron alcancé a verla;  estaba tan morada que parecía muerta. Tampoco puedo dejar de evocar la liberación de una reclusa que estuvo 15 años encarcelada, sentir la emoción con ella al escuchar la noticia fue una experiencia que recordaré el resto de mi vida. Como también aquel jueves de diciembre, cuando una interna a mi lado se cortó las venas; corrí de inmediato a buscar ayuda mientras la sangre le brotaba como una fuente.

PARA LEER

Lo que significa el revés legal a Gertz (El País)

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