El gran problema al prohibir los tampones en la CDMX
Recientemente una prohibición en la CDMX a los plásticos de un solo uso ha derivado en un detrimento a la elección de las mujeres en productos de higiene personal: se ha prohibido el tampón.
En redes sociales las quejas han sido bastantes ya que la menstruación y el cómo cada mujer decide llevarla no cabe sólo en una o dos opciones y para bastantes el tampón era el producto perfecto. En Gatitos contra la Desigualdad encontramos algunas razones por las que la prohibición reciente en la CDMX puede ser bien intencionada pero carece de perspectiva de género:
- La copa menstrual va dirigida a estratos medios y altos, además de estilos de vida muy particulares. No es complicado imaginarse profesiones o ritmos de trabajo donde prácticamente su uso no sea el más conveniente.
- Además sólo 3 marcas de copas tienen registro sanitario.
- No hay mucha cultura más allá de que existen toallas y tampones.
- Existe una pobreza menstrual, que le pasó de noche a los legisladores, que impiden el aseo diario de una copa o bien volvían al tampón la opción idónea para mujeres con ciertas carencias.
- Es más: no se sabe cuantas mujeres usan tampones. Se puede intuir que las toallas son más populares pero no se sabe la magnitud del daño de esta decisión.
- Peor aún: la menstruación no se habla, no se debate. Es un rollo de mujeres y es un tema tratado con morbo o relegado incluso en educación básica o en ciertos núcleos familiares. Falta cultura.
Menstruación Digna México ya interpuso una queja ante la COPRED
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