Historias cortas de Gran Alcance
Por Emmanuel Medina // TW: @emmanuelmedina / Se Inyectan Asteroides
Una crítica constante que se hace a la industria editorial, por parte de muchos reseñistas literarios o periodistas culturales, es que “obligan” a sus autores “super ventas” a concebir volúmenes de más de 400 páginas, para vender a los lectores sus libros en un precio más elevado y, así, mantener una afluencia de altas ventas con volúmenes de gran calado que nunca resultan ser baratos.
También es sabido que si las teorías de conspiración son parte esencial de la cultura, ¿por qué no habrían de existir algunas para el castigado negocio de las editoriales hispanas?, ¿a poco sólo Bill Gates y la tecnología 5G, junto con el Covid-19 y los delirios de Miguel Bosé o Paty Navidad son los únicos que pueden sembrar de sospechosismo estos días complejos?
Para contrarrestar la falsa idea, por si algún lector de esta columna la resguardaba en su interior, que los libros, entre más grandes, más interesantes, y que sólo quedaría recomendar a Dostoyevski o Proust para tener aspiraciones de gran redactor de libros “pesados”, esta semana me he puesto a la tarea de recomendar libros que no rebasen las 300 páginas y que son extraordinarias piezas literarias, para quienes les desaniman “mamuts”, de excesivas páginas y demasiada paja escondida en inmensos párrafos explicativos.
Aquí, tres ejemplos que abarcan todos los gustos: crímenes, crónica y novela social, para reafirmar aquello de “si lo bueno es breve, doblemente bueno”.
“Los Crímenes de Alicia”
de Guillermo Martínez, editado en Destino Editorial
Tras 16 años de publicar su extraordinaria novela negra, “Los Crímenes Impercetibles”, que por una mala adaptación cinematográfica de Álex de la Iglesia, en 2008, tomó, en una reedición posterior, el nombre de “Los Crímenes de Oxford”, el escritor argentino, que también ostenta el doctorado en ciencias matemáticas, retoma al personaje de Arthur Seldom, un matemático que se inmiscuye como detective y su alumno, un alter ego del autor, para desvelar una nueva serie de asesinatos, tomando la narración de “Alicia en el País de las Maravillas” como macabra secuencia de sangre y violencia, en una apacible comunidad estudiantil.
Ambientada en la célebre universidad inglesa que da título al primer libro de esta saga, en el año 1994, en los tiempos previos al internet y las redes sociales, Guillermo Martínez nos sumerge, de nuevo, en una atmósfera trepidante y astuta, donde la lógica de los números servirá, de nuevo, para intentar encontrar a un criminal que siente una extraña aversión por la vida privada de Lewis Carroll, el autor del cuento infantil más famoso del mundo, por su insinuada pedofilía que esconde en los retorcidos personajes que habitan “Wonderland” y en su afición a fotografiar niñas semidesnudas.
Con un marcado aire que homenajea los misterios que escribió la gran Agatha Christie, esta novela corta es un despliegue de talento sobrio y brillante prosa para quienes el género de crímenes y pistas falsas les entretetiene más que los tuits de la señora Gutierrez-Müller.
“Hiroshima”
de John Hersey, editado en DeBolsillo
El relato brutal de la caída de la primera bomba, impulsada con energía atómica, sobre la ciudad de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, sirvió para que el escritor y corresponsal de guerra, John Hersey, publicara en las páginas de la revista The New Yorker, un año después, el que es considerado “el más famoso artículo de revista jamás publicado”, como se leía en su obituario en el prestigiado The New York Times cuando falleció, en el año 1993.
De primera mano y meses después de la devastación ocurrida en la ciudad japonesa, Hersey acudió a reconstruir las horas posteriores a que una ciudad de 250 mil habitantes quedará reducida, casi literal, a cenizas y de sus habitantes sólo quedarán, la mayoría muy malheridos, vivos, menos de 40 mil personas tras el inclemente ataque de las fuerzas norteamericanas: en “Hiroshima”, editado en formato de libro y con un prólogo que añadió el autor en los años 80, se recoge este reportaje de largo aliento, creado con frases precisas y tono periodístico, que logra conmover, de manera poderosa, cuando no se pone ni un adjetivo o una frase “conmovedora”.
Solo la concreción y la empatía de un periodista, antes que un narrador que indagó en las historias de seis personas supervivientes de la tragedia, que se entrelazaron para sobrevivir, son el eje rector de una historia que reafirma el poder de la crónica, como la base primigenia que para las generaciones venideras creen los libros de historia: en la primera línea de los acontecimientos inmorales que marcaron el siglo pasado, “Hiroshima”, levanta la mano para mostrarnos la naturaleza exacta de la compasión y la esperanza, en los momentos más trágicos.
“El Corazón es un Cazador Solitario”
de Carson McCullers, editado en Seix Barral
A los 23 años, Carson McCullers publicó ésta, su primera novela. enmarcada con uno de los títulos más bonitos de todos los libros que he leído en mi vida, como una desoladora narración que la joven prodigio de las letras norteamericanas plantea como un viaje conmovedor a los pozos de tristeza y desesperanza que se escondían en 1940, en los Estados Unidos más miserables.
En un pueblo sureño de esa nación, un grupo de personas trata de encontrar un sentido a su vida en el transcurso de un año, y como centro de emociones y revelaciones, el silencioso John Singer: un mudo que ama de forma poderosa y triste a la vez, donde su discapacidad oral esconde una pasión secreta que lo va drenando, lenta y descorazonadoramente.
Sobre la escritura de los entrañables seres que recorren su obra, la escritora nacida en Columbus, Georgia, dijo en una entrevista: “Las limitaciones físicas de mis personajes simbolizan sus limitaciones espirituales para amar o recibir amor, su aislamiento espiritual”.
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En esta extraordinaria novela, que se convirtió en un best-seller de su época, en tiempos donde la gente quería escapar de las noticas de la Segunda Guerra Mundial, esta narración es, con toda seguridad, una de las grandes obras del siglo 20.
Y un mapa de ruta de emociones, sensaciones y miseria que no deja indiferente a ningún lector con el corazón bien dispuesto a apostarlo, todo o casi todo, por el amor.