Tenemos que hablar sobre los infames ataques al personal de salud en tiempos del COVID-19
Esta semana, el blog de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad pone en los reflectores el tema del acoso y violencia que han recibido los trabajadores de la salud en diversas comunidades de México, con la incongruencia de que son quienes nos están cuidando pero los estamos maltratando. ¿Así cómo?
Un texto de Juan Manuel Mecinas apunta lo que a muchos no les queda claro:
Se leen textos en elevadores, en restaurantes o en puertas de edificios que “invitan” a médicas y enfermeros a no contagiar a los demás, y ni qué decir de los ataques físicos que han recibido, todo porque las personas que las imponen creen que las ponen en riesgo.
Estos tratos no tienen sustento legal o médico alguno y —vaya absurdo— en realidad no se sabe si quien “advierte” o agrede a la médica o al enfermero es el verdadero portador del virus.
Esto recuerda un poco a la discriminación a los asiáticos o aquellos que por paz o pensamiento mágico se pusieron tapabocas en las semanas tempranas de la pandemia, sin saber si están infectados. Ya que en realidad son tan pocas pruebas, y tantos asintomáticos, que es discriminatorio pensar que un enfermero tiene más posibilidades de estar infectado que cualquier otra persona en la calle, su auto o un elevador.
RECOMENDABLE: La lectura completa en el blog de MCCI, que también hace mención del infame youtuber que salió a un mercado con conocimiento de su estado como portador del COVID-19, en esta liga.
https://contralacorrupcion.mx/contagio-discriminacion/