Coronavirus: Lo que debes saber para no temer
La alarma generalizada respecto al coronavirus (COVID-19), está superando las expectativas lógicas que se deberían tener al respecto. Muchos medios de comunicación profesionales aprovechan que se trata de un tema de interés común y lo explotan con fines comerciales, sin medir las consecuencias de hacerlo sin resposabilidad, lo que se agrava cuando sumamos la cantidad infame de desinformación en forma de memes y fake news que se distribuyen por toda la red.
Más allá de teorías conspiranoicas y de reflexiones válidas e interesantes que también se están volviendo virales (como las de Pedro Luis Angosto para Nueva Tribuna 1Quizá la única falla en el análisis de Angosto, es que el verdadero problema con enfermedades poco conocidas se distribuya tanto que a pesar de tener bajos índices de mortalidad supere la infraestructura de los sistemas de salud. Esto provocaría que muchas personas queden sin la protección básica que hace que el virus no sea mortal. Se podría decir que cuando se trata de problemas de salud es mejor saber contener una enfermedad que tiene altos índices de mortalidad, que no saber contener una enfermedad que no los tiene; lo alarmante en estos últimos casos es el factor de impredictibilidad.), es importante reconocer la prudencia con la que las propias instituciones encargadas de la contención del virus, están tratando el tema.
Para Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), usar la palabra pandemia de momento no encaja con los hechos. “No es el momento de centrarse en qué palabra usamos. Eso no evitará una sola infección hoy, ni salvará una sola vida hoy”, pero a la vez apunta que “debemos concentrarnos en la contención, mientras hacemos todo lo posible para prepararnos para una posible pandemia”.
Prepararse para lo peor es lo mejor, aún cuando ese escenario sea muy poco probable. Las cifras globales de afectados casi alcanzan los 80.000 casos confirmados (y 2.618 fallecimientos), con 77.262 en China (2.595 muertes) y 2.069 en otros 29 países (23 muertes). A excepción del gigante asiático, la República de Corea, Japón e Irán son los territorios más afectados.
Los países que ya tienen casos confirmados de COVID-19, como México, se preparan de la misma forma. Esto incluye establecer la forma de detectar rápidamente a los enfermos, analizar las muestras de los casos sospechosos, asegurar el control apropiado de la infección y la gestión de los casos para reducir al mínimo el riesgo de propagación del virus.
¿Cuál es la probabilidad de que realmente te suceda a ti?
Una investigación realizada por Nas Daily Company demuestra que por el momento no hay razones objetivas para alarmarse por el coronavirus, ya que se trata de un virus con baja mortalidad del que se sabe más cada día y para el que pronto habrá mecanismos muy eficientes de contención. Aunque el verdadero riesgo es que la tasa de infecciones aumente a tal grado que los sistemas de salud colapsen, por ahora se puede decir que hay pocas, casi nulas, probabilidades que mueras por esta enfermedad.
Para empezar alrededor de 80,000 personas son portadoras del virus COVID-19 coronavirus, un número bastante abrumador, sin embargo 77,000 personas contagiadas se encuentran en China. Así que si no eres de China, eso remueve un 96% de probabilidades de que te contagies.
Y asumiendo que de alguna manera extrema y poco probable contraes el virus; el 81% de los casos tienen síntomas ligeros, el 14% de los casos son moderados y sólo 5% de los casos son críticos. En el rarísimo caso de que llegues a ser uno de estos casos críticos,el Coronavirus sólo tiene un 2% de fatalidad; sólo como ejemplo, esto es 5 veces menos mortal con el virus SARS que apareció en Chinaj en el año 2002. Por otra parte, también es importante saber que el índice de mortalidad para personas con menos de 50 años es sólo del 0.2%.
Tomando como base estos datos, para la OMS existen tres vías de actuación para contener al coronavirus. En primer lugar, todos los países deben dar prioridad a la protección de los trabajadores de la salud; En segundo lugar, hay que involucrar a las comunidades para proteger a los individuos más vulnerables de tener enfermedades graves, como ancianos y personas con problemas de salud anteriores; Y, en tercer lugar, resulta fundamental proteger a los países más vulnerables, haciendo todo lo posible por contener las epidemias en los países con capacidad para hacerlo.
Con información de la OMS, Agencia SINC, Nas Daily Company y Nueva Tribuna | Selección, edición y notas del Colectivo Alterius
Referencias
↑1 | Quizá la única falla en el análisis de Angosto, es que el verdadero problema con enfermedades poco conocidas se distribuya tanto que a pesar de tener bajos índices de mortalidad supere la infraestructura de los sistemas de salud. Esto provocaría que muchas personas queden sin la protección básica que hace que el virus no sea mortal. Se podría decir que cuando se trata de problemas de salud es mejor saber contener una enfermedad que tiene altos índices de mortalidad, que no saber contener una enfermedad que no los tiene; lo alarmante en estos últimos casos es el factor de impredictibilidad. |
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