Pueblos originarios frenan minera en Zoquitlán pero la lucha está lejos de terminar
Zoquitlán (Puebla) es el escenario de una batalla entre comunidades y una empresa minera, en un conflicto que ha sido llevado a los tribunales civiles pero que también podría rebotar en consultas propias de los pueblos originarios.
Esta lucha por la Sierra Negra ha sucedido en poco más de dos años, pero a pesar de que ya existe un amparo para frenar el proyecto hidroeléctrico Atzala- Coyolapa, este podría ser temporal y se corre el riesgo de que sea revertido por integrantes de comunidades aledeñas.
¿Cómo es eso posible? Leemos en Sin Embargo que aunque algunas de las partes afirman que el paro de las obras es definitivo, las obras ya estaban bastante avanzadas como para causar daño ecológico, junto con el dato de que posiblemente sea un amparo temporal ya que en tribunales no se habla de algo definitivo.
El siguiente paso sería una asamblea indígena, que uno pensaría que naturalmente sería otro freno al proyecto. Viene lo complicado: miembros de la defensa de Coyolapan y Zoquitlan (la principales comunidades en resistencia) no han querido hacer uso de la vía legal, pero en la zona de Huitzilatl la defensa sí ha hecho uso de la corte, por lo que el miedo de los principales afectados es que el embrollo derive en una simulación donde con amenazas y sobornos, los de Huitzilatl den luz verde para la hidroeléctrica y también para la construcción de una minera.
El riesgo ecológico es la devastación de tres ríos y el uso de los caudales más importantes en todo el estado de Puebla, con colindancia en Veracruz y Oaxaca.
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