La historia de Eufrosina Cruz y cómo cambió las reglas machistas en Oaxaca

Eufrosina Cruz es un verdadero ejemplo de alguien que cambió, y sigue cambiando, las reglas. Si vamos a hechos concretos, en 2007 fue ganadora de la alcaldía de su comunidad en Oaxaca pero el machismo sentenció que no podía ser elegida sólo por ser mujer. Y es que en Santa María de Quiegolani rige el sistema de usos y costumbres, así que la ley respeta su forma de autogobierno, y en los estatus no estaba permitido que una mujer compitiera.

Tampoco es que la Asamblea Municipal haya sido solidaria con el sentir democrático en respeto a los votos que obtuvo Eufrosina. En primer lugar, la integraban [en dicho año] exclusivamente hombres y en segundo, ellos no estaban dispuestos a cambiar las leyes para respetar la victoria de Eufrosina.

Hoy, en el medio El Espectador salió publicado un interesante perfil sobre la oaxaqueña, quien ante la discriminación enfrentada en su propia comunidad, luchó para cambiar las reglas al punto en que se convirtió en diputada local en su entidad, además de presidenta del Congreso del Estado.

Hay que tener en cuenta que las mujeres de Santa María de Quiegolani, relata el artículo, ni siquiera alcanzan a terminar la educación básica obligatoria. Es por esto que Eufrosina tuvo que partir fuera del terruño para que esa sensación de “ser la rebelde” le augurara algo más que casarse a los 12 años y tener hijos de inmediato:

Sin hablar bien español, en un mundo desconocido para ella, tuvo que enfrentarse a la discriminación por ser indígena y pobre, y tuvo que sobreponerse para sacar adelante sus estudios. Con el tiempo, no sólo terminó secundaria, sino que también cursó su preparatoria y su carrera profesional en contaduría pública. Además, conocer ese nuevo entorno le permitió ver “que las mujeres allí sí pueden jugar, sí pueden hablar, sí pueden ir a la escuela y hacen las actividades igual que los niños… entonces entiendes qué es ser mujer y descubres los conceptos de igualdad y de participación”.

Cuando regresó, la oaxaqueña tuvo un deseo de cambiar las cosas y romper las viejas costumbres, por eso empezó una especie de revolución desde las instituciones.

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