En Nueva Zelanda congela salarios de sus parlamentarios luego de que se autoasignaran un aumento
En todo el mundo está sonando fuerte la idea de que es necesario limitar los ingresos y privilegios de los parlamentarios y funcionarios públicos. En algunos sitios, como en nuestro país, ha sido una idea que se ha sostenido por las enormes desigualdades que existen en el ingreso de la clase política respecto a lo que percibe la mayoría de la población. En otros lugares, como en la Europa resentida por la crisis, estas propuestas se han abierto paso por vía del discurso de la austeridad.
Sin embargo, en países prósperos y con democracias representativas consolidadas, como es el caso de Nueva Zelanda, parecía difícil que filtrara esta clase de propuesta. Hasta ahora. Y es que la ministra Jacinda Ardern ha anunciado que se congelarán los salarios y las asignaciones de los parlamentarios por lo menos hasta julio del próximo año, en el contexto de demandas de aumentos por parte del sector público.
El argumento para esta revisión ha sido que deben ser coherentes los principios de la administración actual con la cada vez mayor brecha entre el ingreso de los funcionarios y de los ciudadanos. Y es que recientemente se han movilizado diversos sectores para exigir una mejora salarial (enfermeras, maestros, etc.), quienes se resintieron al saber que los parlamentarios ya habían aprobado el aumento del 3%…para sí mismos.
Ojalá que este ejemplo pueda replicarse en otros lugares del mundo, sobre todo en nuestro país, donde tanta falta hace.