¿Para quién va a gobernar AMLO?: Entrevista con América del Valle
Entrevista con América del Valle, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, organización opositora al nuevo aeropuerto
Parte 1 / Por Heriberto Paredes
Me interesa dejar clara la postura de los pueblos opositores al proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, primero porque tienen razones de mucho peso que necesitan ser expuestas, escuchadas y valoradas. Tomando en cuenta el contexto de transición actual, parto de una premisa que considero relevante y que sirve de inicio a la conversación con América del Valle, quien amablemente me concedió esta charla.
¿Por qué se reúne [AMLO] con la clase empresarial desde la primera semana? Todos los días, con un sector diferente, dentro de la misma clase empresarial, y no hay reuniones o con organizaciones sociales o, en este caso, con el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), mejor van ustedes a las oficinas de él…
Es que yo creo que a los pueblos no les queda otra alternativa, a los pueblos organizados y al pueblo en general, no nos queda otra alternativa. Vivimos más de ocho décadas, por decir lo poco, de este partido y este régimen priísta que al final se va convirtiendo en una gran empresa ideológica, una maquinaria impresionante que se convierte también en Estado; un Estado que a los pueblos nos reprimió, nos privatizó, nos violó, en su conjunto al pueblo de México y hoy viene una situación distinta al país, a partir del 1 de julio.
Seguramente, meses antes se venía perfilando la posibilidad de que hubiese una ruptura social entre pueblo y Estado, entre ese Estado priísta, y se concreta el 1 de julio y tenemos un escenario muy distinto y hasta inesperado para otros. Ahí cambia una correlación de fuerzas de manera significativa, de tal modo que si bien, se ven muchas posibilidades, de una mayor apertura, de que las cosas caminen de modo distinto, de que se aborden de modo distinto, de modo más digno, dado que desde 2006, Andrés Manuel López Obrador, influyendo en él todo su paso en su gobierno en la Ciudad de México, ha venido tratando de distinguirse del resto de la clase política o de estos partidos hegemónicos de las últimas décadas.
Él como figura, ha tratado de distinguirse en su discurso y, por qué no, hasta en su práctica, sin embargo, creo que el momento histórico en el que estamos en el país y a nivel continental e internacional, creo que no queda exento de presiones: el gran capital, que ha venido imponiendo a los distintos gobiernos de los distintos países de Latinoamérica, no se diga en México; tenemos un vecino que nos ha sojuzgado, nos ha presionado con intervencionismo todo el tiempo y que eso ha sido en otros momentos muy normal para el Estado mexicano priísta, muy normal para esa clase política, no es normal para los que sabemos que eso no tendría que ocurrir, y se ha perdido mucha soberanía, sin embargo, el actual gobierno que se plantea con Andrés Manuel, no queda exento, ojalá de verdad se tuviera la capacidad de ser soberano en todas las decisiones políticas que se asuman, que se tomen, y en todo caso, responder más, para gobernar al pueblo en sí y no a los intereses económicos y políticos extranjeros o nacionales, es decir, al gran capital.
El asunto es que en el caso de los pueblos que estamos resistiendo contra un despojo tremendo, grotesco, como es el despojo para construir el nuevo aeropuerto internacional, nos hemos visto en la necesidad de tocar, otra vez, todas las puertas, venimos, por lo menos desde hace 17 años, caminando, resistiendo, soportando represión, soportando, además, una desacreditación a nuestros pueblos, el abandono a propósito, como una forma de presionar a nuestros pueblos y a sus respectivas autoridades locales, de distintos modos; van desde los presidentes municipales, hay un chantaje de ‘hay que hacer esta obra’, aunque sean elefantes blancos, porque si no el recurso se va, no pensando que sería más digno y más necesario y urgente, construir calles dignas, alumbrado digno, ver qué pasa con la educación, qué pasa con la salud de nuestros pueblos.
A los priístas y a estos gobiernos, les interesó más, instaurar en Atenco, por ejemplo, edificios que para nosotros son elefantes blancos, esta infraestructura, incluso ideológicamente, para ellos, es muy necesaria, porque es como dejar testimonio de que están haciendo algo, aunque de fondo las cosas no se están resolviendo, ni se están afrontando, ¿qué cosas?, la violencia, la desigualdad, la inequidad, la corrupción, la ausencia de educación y trabajo digno en la salud.
Y en el caso de las autoridades ejidales, pues también, el Estado mexicano las ha corrompido tanto que, a diferencia de hace 17 años, cuando en su momento Vicente Fox expropia las tierras, ellos aprenden que esa carta está más que gastada, ya no va a ser lo mismo, ya es improcedente y más bien lo que van a echar a andar es la compra de voluntades de las autoridades locales claves, en este caso el comisariado ejidal representa una figura importante para salvaguardar la tenencia de la tierra.
Esta figura legal, local, que tendría que ser independiente, al final se ha sometido, la ha corrompido, la han comprado y lamentablemente ganaron, nos arrebataron esta instancia tan importante, clave; ahora tenemos asambleas corrompidas, asambleas ilegales, asambleas en donde está de por medio el dinero y no así el análisis y decisión colectiva para ver qué es lo mejor para los pueblos y su patrimonio.
Nosotros lo que decimos es: estas son nuestras tierras, este es nuestro territorio y aquí se están cometiendo actos ilegales para despojarnos, ellos hacen toda una operación para cubrirse y encubrirse, nosotros somos lo que después tenemos que demostrar que sí es nuestra tierra y eso implica defensa legal, lo cual implica un gasto, lo cual implica tener que buscar para ver cómo nos defendemos cuando es el Estado mismo el que está operando. El Estado es responsable, definitivamente.
Entonces, soportar la barbarie del 3 y 4 de mayo de 2006, soportar el despojo cínico con toda la ilegalidad bestial que existe, soportar que nosotros nos tenemos que defender de las propias instituciones de este país, soportar represiones y un permanente amedrentamiento y amenaza de ser, incluso en algún momento, saqueados y despojados de los terrenos ejidales, de nuestro territorio; pero también desplazados por un mega proyecto que está edificándose con este cimiento de impunidad.
¿En qué estado está el aeropuerto ahora?
Hace unos meses, a principios de año, llevaban el 10% de la obra. Si recuerdan el 14 de septiembre de 2014, Enrique Peña Nieto, entre otras mentiras afirma que para futuras etapas se van a ocupar 169 mil millones aproximadamente y con el paso de los años –en particular estos últimos meses– en donde hemos vuelto a revivir el tema, en buena medida, gracias a que Andrés Manuel López Obrador fue al aeropuerto, a que haya ido al polígono dónde se está construyendo este nuevo aeropuerto para cuestionar su supuesta viabilidad; y a un lado de él, un ingeniero iba dándole argumentos técnicos de porqué es inviable, más todo este señalamiento oportuno acerca de toda la corrupción.
Ahí vuelven a saltar otras cifras, en donde el gasto que se venía proyectando se ha multiplicado y si esto apenas empieza, qué vamos a hacer dentro de cuatro años, qué es dónde se proyecta terminar una parte significativa, por lo menos unas tres pistas.
No sólo es la corrupción, estamos hablando de toda la impunidad, del desastre ecológico que están generando en nuestros pueblos, en toda la cuenca de México, es decir, Atenco y las comunidades que venimos luchando desde hace 17 años somos afectados inmediatos, pero posterior a eso, vienen los pueblos que en sus recursos naturales tienen cerros, cuentan con biodiversidad, cuentan con agua y son ellos los que nos alimentan a nosotros, los pueblos vecinos, y sin embargo ahora, hay una devastación impresionante, en muy poco tiempo, operaron una destrucción tremendísima, de dimensiones indignantes, imperdonables.
“Estamos luchando contra el ecocidio”
Y gravísimo, porque todos esos recursos naturales, ahora destruidos y que básicamente han servido para llevar todo el material de construcción para rellenar un suelo lacustre, con piedra, con tezontle, con arena del que, al mismo tiempo, tienen ellos que sacar tierra lacustre para llevarla y regresarla a los hoyos que están generando en esos cerros que están devastando, cosa que, además está generando una serie de contaminación tremenda en las comunidades, a dónde no sólo van los desechos de lodo sino con ello va basura, impresionante.
Nuestros pueblos luchan ahora, no sólo por la defensa de la tierra, estamos luchando contra el ecocidio, contra los basureros que están haciendo ya, que se están generando, desde el momento que ellos empezaron a escavar en una superficie de vocación lacustre.
Eso es el 10% de la obra, no quiero pensar cuando avancen más…
Supongamos que van en el 12%, en unos dos o tres meses más, que por lo demás, algo muy significativo es que estos últimos meses en particular, le han dado mucha celeridad a las obras.
¿Por qué? Tiene toda una lógica, si calculamos y nos ponemos en el lugar de ellos, seguro lo que procede es que ‘hay que apurarnos para tener un avance considerable, al menos que sea notorio por encimita, aunque técnicamente quién sabe cómo estemos, porque si llega el 1 de julio, con un escenario a) de que nos quedemos como PRI-Estado, adelante, la obra va a continuar de acuerdo a su tiempo y de acuerdo a la represión que logremos imponer; pero si no llega y entonces ocurre un escenario b) que es que se quede Andrés Manuel López Obrador, queda un incierto de cómo se va a conducir esa obra, dada la presión social que existe, entonces, hay que avanzarle, para que mañana podamos decir, esa obra es irreversible porque ya está demasiado avanzada y a dónde se van a ir tantos millones y millones de pesos de los propios mexicanos, a ser dinero tirado’.
Ese es el chantaje que sentimos, nos están preparando, ese es el chantaje al que nos vamos a enfrentar en una discusión, frente a un cogobierno que es lo que está ejerciendo en este momento AMLO; es verdad, el 1 de diciembre, oficialmente se formaliza, sin embargo podemos obviar que está cogobernando en este momento.
Entrevistarse con personajes como los que vimos antes, de Estados Unidos, es una actitud de gobierno, el propio Peña Nieto, lo sabe y lo dijo, además, hay cosas que sí están a nuestros ojos: va a ser una transición en paz.
Ustedes fueron a la casa de campaña u oficinas de AMLO, cuéntame un poco cómo fue ese acto, que en lo personal me parece muy relevante, porque justo un día después se reúne con el secretario de Estado, Mike Pompeo y la actitud me parece muy contrastante.
El 12 de julio de este 2018, se acude como parte de una lectura que vamos dando todos los días. Revisamos que durante meses atrás, antes del 1 de julio, en plena campaña, él se reunió con empresarios de México, principalmente, para abordar el tema del aeropuerto y el viraje que da, escuchamos en febrero, que ellos mismos, sacan para definir su postura sobre el aeropuerto y escuchamos: el aeropuerto es inviable, es una obra faraónica.
El viraje que da en los siguientes meses es preocupante, porque ya frente a empresarios y una clase política que es socia de ese aeropuerto, se han hecho socios y lo defienden, vemos a un Obrador revisando tres posibilidades: una, que continúe la obra con dinero público o bien que continúe pero con dinero privado…
Que es donde Slim se ofrece a entrarle…
Bueno él es vecino, todo lo del borde de Xochiaca y esos terrenos es de él; y por otro lado, deja ver la posibilidad de consulta. Esa palabra de consulta, hasta este momento, a mi no me queda clara, no sabemos si se refieren a la consulta hacia los pueblos originarios planteada desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT), o bien, se están refiriendo, preguntar a quién, a los pueblos, a los empresarios, a la sociedad en general, a todo México, consulta de qué, cómo sería, qué están pensando.
Tan sólo dejando la posibilidad de que sea irreversible pero con dinero privado, para nosotros no cambia en ningún momento –en esencia– la situación, seguimos teniendo el mismo problema. Como lo dijimos en la carta, no estamos pidiendo, no estamos en una disyuntiva de quién queremos que nos despoje, si el propio Estado mexicano o la clase empresarial, el punto es que es inviable este aeropuerto porque está sobre nuestro territorio y porque está en una tierra de vocación lacustre y porque además ese aeropuerto implica, necesariamente, la devastación de una región importante que se llama cuenca de México.
No es sólo a los pueblos inmediatos, ellos están ahora, prácticamente, gritando y clamando que se pare la obra pero no queda ahí la devastación, porque una vez que se acabe un cerro, van a otro cerro porque esta obra va a ocupar eso a lo largo de décadas, ellos mismos lo dicen; la obra como tal, en términos de ingeniería humana es increíble, cuántas obran no existen de manera impresionante sobre territorios que son impensables pero que sí son posibles. Ese no es el punto, ese es posible, el asunto es cuánto cuesta sostener una obra de ese tamaño para mantenerla sin derrumbes.
El negocio es ese, el negocio del capital es ese en buena medida, llegar, destruir y que no te sirva pero que lo estés componiendo tu a cada rato y que se pague –claro– con dinero público. ¿Quién de los inversionistas, en qué capitalista va a estar en sus cuentas y lógicas estar sacando dinero de su propio bolsillo para pagar una obra que no va a funcionar?
Que no va a funcionar porque para ello va a tener que destruir cerros y rellenando y en algún momento también se va a acabar esta fuente, entonces, ¿a dónde van a ir?
A mi me parece increíble que hay obras que tienen vida útil, eso ocurre con las cosas que construye el ser humano, hay cosas que se acaban, pero entre los cuestionamientos que tendría que hacer realmente la población en genral es el de ¿realmente necesitamos un aeropuerto? ¿a costa y con el costo que va a implicar? Además de toda la problemática en relación al tema hídrico, en toda la región, incluyendo a esta ciudad [de México].
Esta ciudad, si no tiene esta alimentación de recursos hidráulicos se queda sin agua y se acabó.
Se queda sin agua y se inunda con agua que no se puede usar.
Ese 12 de julio fuimos a presentarle una carta y fuimos como cualquier ciudadano de este país, me parece muy interesante y muy significativo cómo, desde las 6 am ya hay personas formadas para ser atendidas, para entregar documentos, gente de a pie que va a dejar –me contaba una compañera– gallinas, como una forma de agradecimiento pero también de petición, estas imágenes que tal vez veíamos con Lázaro Cárdenas, aunque también van jóvenes con curriculums porque necesitan empleo y van a pedir un lugar en la universidad. En fin, va el pueblo y nosotros fuimos.
“Tal vez no te has enterado, andas en campaña, pero ahora aquí estamos y existimos, te venimos a ver, vamos a tocar a tu puerta”
Fuimos pensando en que somos pueblo: tal vez no te has enterado que existimos, tal vez no te llegaron las cartas anteriores, ambas se publicaron en La Jornada, tal vez no te has enterado, andas en campaña, pero ahora aquí estamos y existimos, te venimos a ver, vamos a tocar a tu puerta, porque además reconocemos que eres, que te quieres distinguir y reconocemos que no eres lo mismo, estamos muy concientes de eso, y apelamos a eso y agradecemos, incluso.
Pero, el asunto es que todo el trabajo que tienes y todo el respaldo de más de 30 millones de mexicanos, no puede ser un cheque en blanco, no puede ser de manera incondicional, hay un cúmulo de injusticias pendientes por resolver.
Y le toca un desafío tremendo, sin embargo, se apela a que va a ser congruente, ni siquiera con lo que nadie le pide que diga, que sea congruente con lo que él ha afirmado.
Es muy básico, si dice que hay que frenar la obra para hacer una auditoría, si se encuentran irregularidades, se cancela, si se revisa en términos de viabilidad de la obra, pues también se cancela, eso es lo que él ha dicho como mayor definición, ni siquiera es pedirle algo extra.
No le estamos poniendo cosas en la boca que él no haya dicho, más bien nosotros estamos apelando por lo que él ha dicho y afirmado y porque creemos que tendría que ser congruente, o bien, que en este momento también nos diga, que defina, para quién va a gobernar. Nadie desconoce que el aeropuerto es una obra clave, ha sido una obra clave en todos estos 18 años, en su momento con Fox era su obra sexenal, después viene una represión tremenda, durante todos estos años operaron e imponen al represor –2012– y vuelve a retomarse y a revivirse la obra sexenal.
Es el negocio estratégico de un grupo de capitalistas importante que tiene invertido su dinero y que apuesta a seguir chupando los recursos de este México.