La exposición “El mundo del arte rupestre” reúne las huellas milenarias del ser humano
Entre los años 1913 y 1939 el etnólogo alemán Leo Frobenius (1873-1938) y su equipo de expedición, trasladaron al papel y la tela imágenes de arte rupestre encontradas en desiertos, montañas solitarias y cuevas escondidas de los continentes de África, Oceanía y Europa.
Las imágenes que plasman las visiones de los seres humanos de la prehistoria pueden apreciarse ahora en el Museo Nacional de Antropología, donde hasta el próximo 5 de noviembre se puede visitar la exposición “Frobenius. El mundo del arte rupestre.”
El público mexicano y extranjero puede apreciar las creencias, testimonios y huellas de los más antiguos seres humanos en 103 piezas, entre pinturas copiadas en escala uno a uno, y fotografías de las expediciones, los espectadores se acercan a diseños, personajes y escenas de los tiempos más tempranos de la humanidad.
Las copias son imágenes documentales científicas, que a la vez están revestidas de calidad estética y un aura de originalidad prehistórica, convirtiéndose en una de las fuentes de inspiración para el desarrollo del arte moderno.
La muestra que presenta pinturas rupestres localizadas en El Sahara, España, Francia, Escandinavia y Australia, entre otros países, detalla que Leo Frobenius estaba consciente de la rápida destrucción que la modernidad podría significar para los vestigios de culturas antiguas, por lo que realizó una exploración sistemática de la Tierra.
Leo Frobenius planteaba que las culturas prehistóricas eran tan importantes como las de la antigüedad griega y romana, por lo tanto, merecían ser documentadas en los archivos y museos.
En los textos que presentan la muestra se puntualiza que las pinturas rupestres son testimonio de la prehistoria de casi todas las regiones del planeta y que los monumentos pictóricos en cuevas brindan la posibilidad de constatar la existencia de culturas que hasta hace poco más de 100 años nadie podía vislumbrar.
La exposición abre con la acuarela sobre papel Bisonte recostado, copiado de una expedición en España. En el primer apartado Norte de África se pueden apreciar pinturas rupestres localizadas en Egipto, Libia y Argelia, entre éstas Humanos con cabezas de animales y rinocerontes muertos, Elefantes Gorgo y Animales y formas elípticas.
En la sección Europa, se ven los resultados de las expediciones en España, Francia e Italia, pudiéndose apreciar Hombre con tocado y traje largo, Hombre con espada atravesando a un animal, y Animales y representaciones con forma de dagas.
El recorrido continúa con el arte rupestre más antiguo: el de Australia e Indonesia. Las piezas presentes en este apartado proceden del noroeste del continente australiano en donde se asienta la comunidad Wanjina Wunggur, quizá el único lugar en el mundo el que el arte rupestre está vivo en una tradición de las comunidades originarias en la actualidad.
Después están obras copiadas de Sudáfrica (Zimbabue), región del mundo que se considera posee una de las más ricas tradiciones de arte rupestre del mundo con objetos que datan de hasta más de 75 mil años.
La muestra se complementa con pantallas interactivas que proporcionan información de las expediciones y de vitrinas que contienen cámaras fotográficas, libros, notas de prensa y fotografías que muestran lo que fue la vida cotidiana en las expediciones.