Dromedarios Mágicos, ese animal melancólico que nos ha conmovido

Dromedarios Mágicos es una especie de mamífero melancólico y salvaje. Es un solo individuo y a la vez es una comunidad. En esta ambivalencia radica su mayor talento, porque conecta desde el principio con la soledad y la ilusión, con el miedo y con las visión onírica de la juventud. Animal y animalario, se caracteriza por guardar en su joroba una alta dosis de tristeza. El chihuahuense Diego Puerta, artífice de este proyecto musical, lanzó el pasado 3 de junio su álbum debut titulado “Estudios Universitarios”.

Este material discográfico está sonando de corazón en corazón, como si de una epidemia se tratara. No se trata de exagerar, es un evento que por sí mismo está subiendo los escalones de la realidad. Este efecto conmovedor me ha motivado a exponer una situación emergente y perturbardora: ¿Por qué Dromedarios Mágicos nos conmueve?

El problema puede ser abordado desde diferentes disciplinas, como la antropología o los estudios etnolingüisticos. No obstante, la mejor perspectiva es la disfrutología. Es decir, asumir el placer desde el placer y hacia el placer. Algo Contaré brevemente una anécdota a este respecto, estaba en una fiesta que se había puesto a tono para entrar en una estado anímico de instrospección, de pronto alguien pone “Todas esas fiestas” y la vida cambia en un instante, al compás de la música, la mota, la cerveza y la melancolía: “Todas esas fiestas que nos han cambiado”. Oh Dios, ¿qué clase de arte es este? Es el arte de Dromedarios Mágicos.

Compuesto por diez rolas, el disco tiene ese efecto de ponerte en un estado anímico irremediable. Ya que la característica voz de Puerta, acompañada de una guitarra proteica, y arreglos oníricos, te conducirán hacia esa franja entre el dolor y la felicidad. Nada mejor ni más insoportable.

Como su título lo indica, “Estudios universitarios” recrea, a través de la lírica de las canciones, esa atmósfera de lo que es vivir a los veinte años, entre fiestas, amores que se van, sobrevivir la vida académica, enfrentar a los amigos y a las multitudes, conocer el mundo. Un viaje completamente sentimental hacia esta etapa entre la adolescencia y la madurez. Tal como la madurez creativa que muestra Dromedarios Mágicos en rolas como “Veintires”, “Luli” y “El mar”

Este disco es ideal para sumirte en un estado de introspección del que no querrás salir. Quienes ya conocen el trabajo creativo de este músico, saben a lo que me refiero, para quienes no lo conocen sólo puedo decir que el carácter anímico que producen sus rolas es de un efecto confortable.

Entre las sorpresas que guarda este disco, es el track “Así quiero vivir”, que cuenta con la participación de otro destacado proyecto emergente Belafonte Sensacional.

No te pierdas este gran disco, puedes escucharlo por acá:

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