La chilena como obra de arte y epidemia del futbol
Eduardo Galeano escribió uno de los mejores libros sobre futbol que han existido: “El Futbol a sol y sombras”, un texto que con fragmentos anecdóticos, poéticos y llenos del corazón de un aficionado al futbol, narra la historia de este deporte y escrudiña cada concepto pambolero. Cuando el autor uruguayo habló sobre la chilena, esa obra de arte del lienzo de césped, escribió:
“Ramón Unzaga inventó la jugada en la cancha del puerto chileno de Talcahuano: con el cuerpo en el aire, de espaldas al suelo, las piernas disparaban la pelota hacia atrás, en un repentino vaivén de hojas de tijera.”
Así, la chilena ha pasado de generación en generación con un máximo exponente mexicano, pero ha sido el delantero más grande de todos los tiempos, de origen pumista, de entrega colchonera, de consagración merengue y de lucha en contra de la discriminación de las tribunas que lo llamaban indio: Hugo tropicalizó la chilena al estilo mexicano.
Galeano cuenta por qué esta acrobacia terminó por llamarse chilena:
“Pero esta acrobacia se llamó la chilena unos cuantos años después, en 1927, cuando el club Colo-Colo viajó a Europa y el delantero David Arellano la exhibió en los estadios de España. Los periodistas españoles celebraron el esplendor de la desconocida cabriola, y la bautizaron así porque de Chile había venido, como las fresas y la cueca. Después de varios goles volanderos, Arellano murió en aquel año, en el estadio de Valladolid, por un encontronazo fatal con un zaguero.”
La chilena se ha convertido en la jugada más espectacular del futbol, porque la dificultad que significa desafiar la gravedad, tener habilidad para la caída, visión para colocar el balón, astucia para tomar a defensas y arquero por sorpresa y no tener miedo al ridículo es de admiración.
Hoy el futbol tiene una epidemia -una de las más impactantes nunca antes vistas- y alrededor del mundo el virus se ha contagiado: todo el mundo quiere hacer una chilena, y el antídoto no es otro que ver la pelota, darle la espalda al portero, desafiar la gravedad y ejecutar una chilena.
Así, muchos futbolistas desde España hasta Brasil y pasando por México, han demostrado tener ese contagio artístico, y afortunadamente, encontraron el antídoto para que pudiéramos disfrutar de sus chilenas.
Avilés Hurtado en México
Luis Suárez en España
Intento de tres chilenas que terminó en gol de Diego Souza en Brasil
James Rodríguez en España
Aguirregaray en Argentina
DavinsonSánchez en Holanda
Todos estos goles fueron anotados en los últimos diez días. Una epidemia en el futbol está incontrolable.