Recorrido por el arte moderno mexicano, de la Revolución a los años cincuentas
Catalogada como una de las mejores exposiciones del año por The New York Times. Se ha dicho que es la muestra de arte mexicano más substancial que se haya presentado en Estados Unidos de acuerdo con el periódico británico The Guardian. Pinta la Revolución: Arte moderno mexicano, 1910-1950 llega al Museo del Palacio de Bellas Artes después de haber ocupado con éxito las salas del Philadelphia Museum of Art, recinto con el que de manera conjunta el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), organizó este proyecto museístico.
Se trata de una exposición que pone en diálogo la mirada tradicional y las nuevas perspectivas sobre un periodo de amplia trascendencia en la historia del arte mexicano. Su importancia radica en ir más allá del estudio que ofrece la relectura del muralismo mexicano. Es una llamada a la revisión de las múltiples manifestaciones artísticas que convivieron en el México posrevolucionario, y al papel que jugaron los artistas para la construcción de una nueva nación y la innovación propuesta por ellos dentro de las artes visuales en el siglo XX.
La muestra explora una época de importantes transformaciones artísticas a través de la exhibición de murales portátiles y pinturas, así como impresos, ejemplares de periódicos, fotografías, libros e interactivos digitales que muestran obras nunca antes vistas en alta definición. Reúne más de 200 piezas creadas durante el periodo revolucionario y posrevolucionario.
Además del muralismo, se podrán apreciar las aportaciones de la gráfica política, el lenguaje vanguardista de la fotografía, e incluso algunos ejemplos poco conocidos del surrealismo.
Pinta la Revolución: Arte moderno mexicano, 1910-1950 no solo presenta obras de los artistas mexicanos más reconocidos a nivel internacional, como Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y Frida Kahlo, sino también de algunos otros contemporáneos tanto nacionales como extranjeros, entre ellos el Dr. Atl (Gerardo Murillo), Roberto Montenegro, Miguel Covarrubias, Carlos Mérida, Alfredo Ramos Martínez, Manuel Álvarez Bravo, Saturnino Herrán, Tina Modotti y Henri Cartier-Bresson, entre muchos otros.
Son cinco secciones temáticas las que conforman esta exposición: Modernismo y mexicanidad; Pinta la Revolución, En la Ciudad, Pinta los Estados Unidos y e Alegorías oscuras.
El recorrido comienza con una revisión del arte moderno en la Ciudad de México durante la década de 1910, en pleno periodo revolucionario, mostrando que muchos artistas que se comprometieron con estilos vanguardistas internacionales como el impresionismo, el simbolismo o el cubismo, incorporaron también en sus obras diversas facetas de la cultura mexicana antigua y moderna.
Asimismo, la muestra incluye a los principales grupos vanguardistas activos en la Ciudad de México durante este periodo –como los estridentistas y Los Contemporáneos– que persiguieron direcciones alternativas en la cultura posrevolucionaria, alejándose de las temáticas de la historia y el folclor, para enfocarse en temas de la vida urbana moderna.
La exhibición también profundiza respecto a la estancia de diversos pintores mexicanos en los Estados Unidos, destacando las imágenes con temáticas tanto mexicanas como estadounidenses, y enfocándose en trabajos que dramatizaron el encuentro entre el sur y el norte.
Finalmente, la muestra aborda la renovación del arte de orientación política y social en México desde mediados de la década de los treintas y hasta el término de la Segunda Guerra Mundial.
Entre las piezas que conforman esta selección se encuentra El diablo en la iglesia de David Alfaro Siqueiros, Barricadade José Clemente Orozco, La ofrenda de Saturnino Herrán, Homenaje a la raza india de Rufino Tamayo, Baile en Tehuantepec de Diego Rivera y Mí vestido cuelga ahí de Frida Kahlo.
La muestra estará abierta a todo público del 10 de febrero al 7 de mayo de 2017, de martes a domingo de las 10:00 a las 18:00.