Las fosas clandestinas del gobierno de Morelos

Gracias a la familia de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, que fue raptado en su domicilio por un grupo de hombres armados el 24 de mayo de 2013 y días después encontrado muerto en la barranca de Los Papayos en Morelos; que las fosas del predio de Tetelcingo fueron expuestas.

El pasado 23 de mayo comenzaron los trabajos (concluyeron el 3 de junio) con la ayuda de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y colectivos de familiares que buscan a sus familiares desaparecidos. El objetivo era rescatar más de 100 cuerpos que yacían anónimos en una fosa operada por el gobierno del estado desde el 28 de marzo de 2014. Ese mismo día el gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu lo decretó como el Día Estatal de las Víctimas y dio “sepultura a 150 cuerpos en el panteón de Tetelcingo”, a través de la entonces Procuraduría General de Justicia del estado de Morelos a cargo de Rodrigo Dorantes Salgado.

El día de hoy la Universidad Autónoma del Estado de Morelos presentó el informe de lo ahí encontrado:

  1. Fueron encontrados 117 cuerpos enterrados como basura en dos fosas, entre ellos había tres menores de edad, además de nueve bolsas con 12 restos de otros cuerpos, de los cuales no existía registro alguno y a los que se les abrió carpeta de investigación. Todos los cuerpos exhumados corresponden a delitos cometidos entre 2010 y 2013.
  2. Las menores de edad son tres niñas; una recién nacida, una de entre ocho y diez años y una más de aproximadamente siete años de edad, todas ellas con signos de violencia perpetrada antes de su muerte.
  3. De los 117 cuerpos exhumados, 34 no tenían o no estaban vinculados a una carpeta de investigación, por lo que se les asignó un número de carpeta de investigación en esa diligencia.
  4. Algunos cuerpos no tenían la necropsia de ley; otros más habían sido mutilados y/o presentaban huellas de malos tratos, inhumanos y degradantes. Otros presentaban heridas por proyectil de arma de fuego; otros de ellos, conservaban sus ropas y pertenencias personales que son fundamentales para su identificación y la persecución del delito y cuyas evidencias habían sido sepultadas junto con los cuerpos.
  5. De aquellos cuerpos identificados con nombre, apellidos y procedencia, se desconocen las acciones que llevó a cabo la fiscalía para dar con el paradero de sus familiares.
  6. Los cuerpos se re inhumaron en el panteón Jardines del Recuerdo del municipio de Cuautla, en condiciones que determinó la Fiscalía General del estado de Morelos. La universidad informó que será responsabilidad de esta autoridad responder si los protocolos forenses se cumplieron o no. Insistieron en que su participación fue sólo la de acompañar el traslado de los cuerpos y verificar que los mismos fueran depositados en los espacios establecidos.

Este informe, evidencia que el gobierno de Morelos incurrió en numerosas violaciones a los derechos humanos. Los cuerpos fueron desaparecidos dos veces, una por crímenes (aún no esclarecidos) y otra más por el gobierno del estado.

Los datos genéticos recabados por la universidad serán entregados a la Procuraduría General de la República con el fin de ser agregados a la base de datos de la institución y que se proceda a su identificación y en su caso, a la entrega de familiares en busca de desaparecidos.

 

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