La simulación al diálogo también es práctica común en las autoridades de la UAM
Las formas de resolver los conflictos institucionales en este país son previsibles y lo vemos de manera permanente cuando en los medios oficialistas se difunde el diálogo simulado del (mal)Gobierno Federal con el magisterio en resistencia; aparentar apertura en mesas de falsa negociación, al tiempo que advierten que la imposición de la reforma educativa se concretará sin importar que sea ampliamente rechazada y la creación permanente de un clima de polarización social que les valide la única forma que conocen para resolver los conflictos; la represión (nombrada por ellos como “uso legítimo de la fuerza pública”).
Ese mismo esquema en pequeña escala es el que las autoridades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) están llevando a cabo para intentar resolver el conflicto que les ha estallado en las semanas recientes. La explosión del movimiento estudiantil, provocado por escándalos que señalan alarmantes actos de corrupción en sus altas esferas y la forma en la que sus autoridades pretenden resolverlos, es una lamentable muestra de que lo peor de las estructuras gubernamentales de nuestro país se diseminan como un cáncer a espacios fundamentales para el desarrollo nacional.
Desde el pasado lunes 4 de julio, estudiantes de la UAM cuyas becas de movilidad fueron afectadas sin explicación alguna, anunciaron la toma de la Rectoría General; una pretensión que terminó con la toma de las Unidades de Azcapotzalco y Xochimilco, así como la rectoría de la Unidad Iztapalapa, para denunciar la “mala administración del presupuesto universitario, la falta de transparencia por parte de los funcionarios de la UAM, así como el rechazo ante la Reforma Educativa. […] Esta lucha es por la UAM, pero también por la defensa de la Universidad Pública, por la transparencia y por la rendición de cuentas”, anunciaron.
El pasado miércoles 13 de julio, el rector general Salvador Vega y León, sostuvo una mesa de diálogo instalada en la Unidad Iztapalapa, donde alumnos presentaron sus pliegos petitorios, en donde incorporaron también la cancelación de los acuerdos 9/2016 y 10/2016; los cuales modifican cuestiones relacionadas con los estímulos que la universidad da a sus docentes y con la contratación de profesores eventuales. El rector general, anunció la suspensión temporal del acuerdo 10/2016, ante lo que estudiantes solicitaron una explicación por la que no se tomaba la decisión de cancelar ambos acuerdos.
La explicación no llegó y hasta la fecha los funcionarios de la UAM no se han presentado a las mesas de trabajo convocadas por la comunidad estudiantil para reanudar el diálogo. Han pretendido resolver el conflicto mostrando una cerrazón e incapacidad lacerantes, apelando a que las instalaciones tomadas deben ser liberadas porque las demandas sólo pueden resolverse en lo que en la institución llama órganos colegiados; unas estructuras arcaicas, insuficientes y poco incluyentes, diseñadas para mantener sus privilegios.
El Sindicato de Trabajadores de la UAM (SITUAM) se ha sumado en apoyo a la movilización estudiantil y también exigen transparencia en el manejo de recursos, toda vez que el Rector general ha sido acusado por el desvío de 350 millones de pesos. De seguir así, sin capacidad para abrir una discusión horizontal y demostrar con auténtica claridad la forma en la que se utilizan los recursos económicos en esa casa de estudios, se podría llegar a una huelga laboral que afectaría a toda la comunidad universitaria por tiempo indefinido.
Estudiantes de las cinco unidades, han presentado sus pliegos petitorios y esperan entablar diálogo con los funcionarios para resolver de manera inmediata sus demandas:
- Mesa de diálogo público y resolutivo con el Rector general y autoridades universitarias
- Abrogación de los Acuerdos 09/2016 y 10/2016
- No represalias en contra de los participantes de la Asamblea General Universitaria
- Recandelarización del trimestre 16-P
- Defensa del presupuesto de la Universidad y solicitud de aumento del mismo al Congreso de la Unión por parte de las autoridades
- Desaparición de sueldos vitalicios (en este punto existe una falla retórica, ya que lo vitalicio son las plazas y no los sueldos}
- Reposición absoluta de las becas de movilidad
Un sector de la comunidad ha demostrado su desacuerdo en la toma de las instalaciones y esto ha sido explotado por las autoridades para polarizar a la comunidad, mediante conferencias de prensa y diversos comunicados sumamente superficiales, un mecanismo también heredado de las estructuras políticas gubernamentales.
Pero independientemente de este fenómeno, que cabe esperarse en una sociedad que se caracteriza por la sumisa enajenación, el conflicto representa un momento importante en la historia de la Universidad; uno donde sus dirigentes honren los compromisos que suscribieron para dirigirla y donde la comunidad estudiantil deje de percibirse como un mero recipiente de información para empoderarse con responsabilidad y construir una Casa realmente Abierta, que por fin se vincule con el pueblo que le sostiene.
Información de Somos el Medio
Notas originales de Jesús Vergara-Huerta (Biólogo con estudios doctorales en la UAM-I)