Participación ciudadana, asunto de voluntad no de grillas

Jalisco intenta ponerse a la vanguardia en materia de participación ciudadana, materia donde el Distrito Federal es bandera en todo el país.

Hace unos años el gobierno de Enrique Alfaro en Tlajomulco implementó varios mecanismos de participación ciudadana como el presupuesto participativo y la revocación de mandato, lo que causó furor en toda la población jalisciense, algunos lo llamaron oportunista otros lo llamaron moderno y demócrata, este municipio siguió implementando esos mecanismos en el gobierno de Ismael del Toro.

En la actualidad todos los municipios gobernados por Movimiento Ciudadano tienen la consigna de aprobar un reglamento de participación ciudadana, en el municipio de Guadalajara, que gobierna Alfaro, ya está aprobado y ya se aplica el presupuesto participativo.

Este mecanismo, al estilo Alfaro contempla un pre-requisito que es pagar el predial para poder participar, además que se destina el 15% del presupuesto. La participación ciudadana al estilo Enrique Alfaro también incluye la creación de comités municipales de participación, la revocación de mandato, que es un mecanismo por el cual el alcalde se somete al escrutinio público para seguir en el cargo o renunciar, entre otros mecanismos. Hablando con sinceridad, Enrique Alfaro fue el pionera en materia en el estado, después de él algunos otros municipios fuera de la Zona Metropolitana también adoptaron esos mecanismos y poco a poco se fue incluyendo una dirección de participación ciudadana que no se dedicara nada más a reportes de irregularidades sino de incluir a los ciudadanos en la toma de decisiones.

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En el Congreso Local anterior el partido Movimiento Ciudadano presentó una iniciativa en materia que fue sofocada por los diputados del PRI y se fue a la congeladora. Para esta legislatura la plataforma ciudadana Haz Tu Ley, respaldada por el diputado independiente y los diputados de Movimiento Ciudadano presentaron una iniciativa que incluye 10 mecanismos de participación ciudadana, incluyendo los tres ya existentes en la ley, disminuyendo requisitos y agregando nuevos.

Una iniciativa completa que incluye el plebiscito y referéndum tanto municipal como estatal, presupuesto participativo, revocación de mandato, asambleas ciudadanas, proyectos sociales, contraloría social, iniciativa popular y todo desde una perspectiva de la paridad de género. Además incluye la creación de un Consejo de Participación Ciudadana.

Por otro lado el PAN también presentó su iniciativa con 7 mecanismos de participación ciudadana, que fortalece los ya existentes y agrega el plebiscito y referéndum municipal.

Por último y el lado más polémico de este tema es que el gobernador del estado Aristóteles Sandoval presentó su iniciativa en materia con 11 mecanismos incluyendo la reducción de candidaturas independientes a 0.5% de la lista nominal y entre líneas la usó como un golpe político, ya que en la figura de presupuesto participativo afirma que no tendrá ningún pre-requisito, como es el presupuesto participativo que ha aplicado Enrique Alfaro, también cambia el nombre a ratificación de mandato y pone requisitos complejos como la necesidad de que más del número de votantes en la elección del mandatario voten por él para revocarle el mandato.

Después de la presentación de esta iniciativa tanto Alfaro como el PRI entraron en un intercambio de dichos y ataques como los siguientes:

Sin embargo debemos partir desde varios argumentos:

  • La ley de participación ciudadana es necesaria
  • De politizarse el asunto no cumpliría su objetivo de fortalecer a los ciudadanos

Por lo anterior debemos reconocer los esfuerzos de las fuerzas políticas por presentar su iniciativa, aunque algunas iniciativas parezcan movimiento y estrategia política, sin embargo se debe construir la mejor iniciativa para que los ciudadanos estén empoderados, ahora que hay 3 iniciativas en juego se reconoce una cosa: no es que el asunto estuviera muerto, es que faltaba voluntad política para ponerlo en la agenda.

Hoy, que el tema está en la agenda pública y en el centro de la discusión política se debe de priorizar el beneficio de los ciudadanos y no se debe grillar con la ley: eso también es corrupción.

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