Los independientes no son como los pintan
Una de las novedades que presentó la reforma electoral del 2014 fue la regulación e inclusión de candidatos independientes en los procesos electorales. Es decir, algunos recordarán que había un espacio para votar por candidatos sin partido político y sin registro, así fue la campaña del Doctor Simi, o así el candidato sin registro más votado en la historia es Cantinflas, sin embargo estos votos servían para tres cosas: nada, nada y nada.
Bueno en estricto sentido si, al reducir esos votos de la suma total la cantidad de dinero que se otorga a los partidos políticos es menor pero para la aplicación de la fórmula de representación proporcional le da un beneficio a los partidos políticos al incrementar sus diputados. A partir de esta reforma de 2014, es legal votar por un candidato sin partido y se le quitó el monopolio de la participación a los partidos políticos.
Así se pudieron postular 130 candidatos independientes en todo el país en el pasado proceso electoral 2015. 22 a una diputación federal, 3 a una gubernatura, 26 a una diputación local y 79 a alcaldías. De ese gran total solo 6 obtuvieron el cargo al que se postularon, lo que equivale al 4.62%.
Las candidaturas independientes se han convertido en la panacea de los ciudadanos que están hartos, de los medios de comunicación más críticos y de los políticos oportunistas, sin embargo no son como las pintan, para muestra unos cuantos botones.
- Los candidatos a gobernador no obtuvieron más de 2% de la votación, a excepción de El Bronco
- De los candidatos a una diputación local solo tres obtuvieron más del 10% de la votación
- De los candidatos a una alcaldía solo 10 obtuvieron más del 20% de la población
Entonces, no resultaron una opción realmente viable de la ciudadanía, sino un escaparate de los mismos políticos o un distractor para restarle votos a algún contrincante.
Esta figura de las candidaturas independientes permitió que el payaso Lagrimita se postulara como candidato a alcalde de la presidencia municipal de Guadalajara: lo que desprestigió la figura en el estado de Jalisco. Guillermo Cienfuegos no cumplió con el porcentaje de firmas, pero agotó todas las instancias jurisdiccionales y a pocos días de la jornada electoral obtuvo el registro. El Tribunal Electoral le dio su derecho para ser candidato. Los expertos afirmaban que si Lagrimita impugnaba la elección en la que no obtuvo más del 2% de los votos, tendría posibilidades de ganar el juicio, sin embargo, no lo hizo, guardó silencio, sus derechos políticos no se cumplieron en la totalidad, no impugnó y se confirma el rumor sobre que Guillermo CIenfuegos fue una estrategia para restarle votos a Enrique Alfaro.
La figura de las candidaturas independientes no es como la pintan porque de los 6 ganadores solo 2 fueron realmente independientes, los otros 4 provenían de un partido político y se convierten en políticos oportunistas y hay diferencias entre los dos independientes: Pedro Kumamoto surgió de la sociedad civil y no tiene ningún vínculo político, mientras que César Valdés de García tenía el vínculo político con el Bronco, que quizá sea el menos independiente de los candidatos al presumir una militancia de más de veinte años en el PRI. Es como afirma el analista Enrique Toussaint una muestra de gatopardismo (todo cambia para que todo sigua igual) los políticos aprovechan esta figura para engañar a los ciudadanos y mostrarse como una figura fresca, cuando han representado lo mismo dentro de los partidos políticos, lo que cambió fueron sus discursos, dejaron de ser políticos para ser ciudadanos.
Otro análisis es que solo en el caso de El Bronco y de César Valdés en Nuevo León se logró un saldo positivo entre la votación de la elección anterior y la de 2015. Esto se puede explicar por el impacto mediático y el alcance de El Bronco, además de la importancia de la elección a gobernador. Sin embargo lo interesante es que 4 de esos ganadores no significaron una opción revolucionaria para el electorado en turno, por ejemplo Pedro Kumamoto obtuvo 20 mil votos menos que Guillermo Martínez Mora del PAN tres años atrás en el mismo distrito, Manuel Clouthier obtuvo 29 mil votos menos que su antecesor, José Alberto Méndez obtuvo menos de la mitad de los votos de su antecesor y Alfonso Jesús Martínez 28 mil votos menos.
Este argumento es gravísimo, las candidaturas independientes no fueron una opción que impactara en el electorado, muchos medios de comunicación y el inconsciente colectivo pensaría que la opción de Pedro Kumamoto arrasó, sin embargo no motivó a votar a más ciudadanos que el panista anterior y lo mismo ocurrió en los otros casos ya expuestos. Aquí rompemos un mito, si bien las candidaturas independientes son una opción, no son la panacea ni puras nada más por tener el adjetivo de independientes.
Si bien son un ejemplo de hartazgo a los partidos políticos, también debemos analizar que son los mismos actores políticos que las utilizan, por ejemplo Margarita Zavala o Fernández Noroña o Gabriel Arellano en Aguascalientes, todos con pasados partidistas. Las candidaturas independientes deben observarse con cuidado, debemos analizar a los candidatos con el mismo ojo crítico con el que lo hacemos con los partidos políticos, que no nos engañen con el empaño de la supuesta independencia, cuando en realidad se trata de un berrinche político al no obtener la candidatura en su partido.