Reconocen al Centro Vitoria con premio internacional de Derechos Humanos
El Ayuntamiento de Siero del Principado de Asturias, España, otorgó al Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria OP (Centro Vitoria) el Premio Internacional de Derechos Humanos de Siero 2015.
El premio será entregado el día de hoy. Este, reconoce a colectivos e instituciones que se caracterizan por su labor y contribución de manera relevante a la promoción, defensa o divulgación de los derechos humanos.
El Jurado integrado por el Alcalde de Siero, miembros del Concejo de Siero e integrantes de organizaciones civiles de la región de Asturias, recibió propuestas de diversas partes del mundo, y decidió entregar este reconocimiento al Centro Vitoria por su trabajo de acompañamiento a víctimas de violaciones a derechos humanos, colectivos y movimientos sociales que defienden y reivindican política y socialmente sus derechos a una vida digna.
El Premio ha sido entregado anteriormente a organizaciones y movimientos sociales con un amplio compromiso a favor de los derechos de los pueblos y las personas, por ejemplo, en 2001, al Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil; 2004, al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, y en 2007 al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco, estos dos últimos de México. Igualmente en 2013, a la Asociación Defensa de la Mujer y la Infancia de Iraq; entre otros.
Desde la década de los ochentas, en el Centro Vitoria ha apostado políticamente a la construcción y fortalecimiento de sujetos de exigibilidad y justiciabilidad de los DDHH, por lo que este premio se debe al tejido de lazos solidarios entre las diversas organizaciones y movimientos sociales con los cuales colaboran.
El centro reconoce a su vez con el premio, a las víctimas de violaciones a derechos humanos que recurrentemente asisten.
Para el Centro Vitoria, es fundamental que los Estados, y en particular el Estado Mexicano en todos sus ordenes y niveles, cumpla con sus obligaciones de promover, respetar, proteger y garantizar que los grupos, organizaciones y personas dedicadas a la defensa y protección de los derechos humanos lo hagan sin temor a sufrir criminalización, privación de libertad y en muchos casos la perdida de la vida.