Huracán John revive el caos en Acapulco

La población de Acapulco apenas se recuperaba de las pérdidas que dejó el huracán Otis, cuando azotó John, dejando 29 personas muertas, 5 desaparecidas, 736 viviendas colapsadas, 173 derrumbes, 15 socavones y 236 mil afectados en Guerrero, Oaxaca y Michoacán.

John tocó tierra el 24 de septiembre, provocando lluvias y deslaves. Se debilitó, pero tres días después, el 27 de septiembre, volvió a tomar fuerza y tocó tierra otra vez en Michoacán, afectando a su vez al estado de Oaxaca. Es por eso que muchos lo llaman el huracán “zombie”.

A partir de entonces, ha causado inundaciones, interrupciones de servicios básicos, desbordamiento de ríos, cierre de negocios, deslaves y derrumbes. Hay muchas comunidades en Guerrero que se encuentran aisladas. La Coordinación Nacional de Protección Civil ha enviado a más de 18 mil elementos del Ejército, la Guardia Nacional, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, la Comisión Federal de Electricidad y otras dependencias. Hasta el momento, han evacuado a más de 4 mil 800 personas y las han colocado en 58 albergues.

La ciudad más afectada es Acapulco, que aún se recupera del huracán Otis, de categoría 5, que tocó tierra el 25 de octubre de 2023 y dejó un saldo de 50 muertos. Según reportes de la Coordinación Nacional de Protección Civil, el 80% de los hoteles resultaron dañados. Anteriormente, la zona había sufrido otro gran huracán de categoría 4, “Paulina”, que dejó 300 muertos en 1997.

La Zona Diamante en Acapulco, donde se concentran hoteles y restaurantes de lujo, es de las más afectadas debido a las lluvias torrenciales que han inundado albercas, campos de golf y calles.

“En la Zona Diamante viven cinco mil personas y se requiere rescatarlas”, alertó la presidenta municipal Abelina López, quien pidió la ayuda de propietarios de lanchas y motos acuáticas para lograr el rescate. Una vez pasado el punto crítico, muchos vecinos en la Zona Diamante se armaron con machetes para evitar los robos en sus casas por parte de personas que llegan en lancha y se aprovechan de la situación de emergencia.

Claudia Sheinbaum hizo un recorrido en helicóptero para evaluar los daños. Ahora toca lo más difícil: recuperarse y reconstruir. Acapulco siempre ha sido un destino turístico, y gran parte de su actividad económica depende de las visitas. Es por ello que este huracán es devastador para toda la gente que trabaja en el sector hotelero, restaurantero o comercial.