Los países deben abrir su fronteras a los refugiados afganos: Malala Yousafzai
En 2012 Malala Yousafzai sobrevivió un ataque armado por parte de un grupo de talibanes en Pakistán. Tenía 15 años y no fue una bala perdida o un crimen de odio contra un grupo, sino que un gatillero se subió directamente al autobús escolar que diario tomaba y le disparó en tres ocasiones.
Una de las balas atravesó parte de su frente y llegó hasta su hombro. por lo que quedó sin conocimiento por una temporada y finalmente pasó una dura rehabilitación. Aunque en sí su familia estaba relativamente bien acomodada en su región, y el gobierno de Pakistán no precisamente comulgaba con los talibanes, la provincia donde vivían tenía ocupación de dichos grupos.
Precisamente, ser mujer la hizo objetivo de dicho grupo pero el ataque directo fue debido a su labor activista desde los 12 años ya quera bloggera y bajo un alias cronicaba la pesadilla del régimen para las mujeres.
Hasta el acto de subir al camión escolar era temerario, ya que el talibán aborrece que las mujeres reciban educación. Dicho hecho, sumado a que el perfil público de Malala subía a nivel internacional, la volvieron notoria para el odio de dichos hombres. Luego de sus terapia y recuperación, ya como una figura internacional, en 2014 ganó el premio Nobel de la Paz.
Con esta pequeña remembranza, y con la labor de Malala como un ícono sobre los derechos de la niñez y su educación, vale la pena retomar lo que ahora dice con el regreso de los talibanes al poder en Afganistán.
Leemos en un cable de EFE:
“Los países deben abrir su fronteras a los refugiados afganos, a la gente desplazada”, dijo la premio Nobel, que llamó asimismo a “garantizar que los niños y las niñas refugiadas tienen acceso a la educación” y que “sus futuros no se pierden”.
“No podemos ver a un país retrocediendo décadas o siglos”, dijo la activista pakistaní, de 24 años, en una entrevista con la cadena pública británica BBC.
“Debemos tomar posturas valientes para defender a las mujeres y las niñas” en Afganistán, subrayó Yousafzai.
Malala radica desde hace años en Reino Unidos, ante el clima hostil en su región originaria, y de hecho su relación con dicho país es todo un círculo: su influencia internacional comenzó al ser blogger en BBC debido al clima represivo contra las mujeres en el noroeste de Pakistán y la búsqueda de voces que relataran la realidad de la situación.