¿Qué vacunas están aprobadas para México contra el COVID-19? Son siete (y una todavía no se aplica)
Diana Vilar Compte, coordinadora de Epidemiología Hospitalaria del Instituto Nacional recordó que en México tenemos siete vacunas aprobadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios que se consideran seguras y de calidad: Pfizer, AstraZeneca-Oxford, Sputnik, Sinovac, CanSino y Johnson & Johnson, estas dos últimas de una sola dosis; y la Bharat BioTech que aún no ha sido aplicada en nuestro país.
Hasta el 17 de junio se aplicaron dos mil 484 millones 15 mil 547 dosis en el mundo, y México tiene un avance de 22 a 25 por ciento de la población vacunada. “Esto ha sido un esfuerzo importante; el gobierno hizo compras rápidas para que tuviéramos un acceso rápido. Fuimos uno de los primeros países en tener vacunas”.
Reparto de vacunas no es equitativo…y México está en los agresores
Además, el acceso a los biológicos no es equitativo en el mundo: 80 por ciento están concentrados en 20 países, entre ellos el nuestro. Las naciones que más han vacunado son Israel, Reino Unido y Estados Unidos; empero, mientras no se garantice un acceso igualitario para todas las naciones será difícil acabar con la pandemia, aclaró la especialista.
Al colocar en una balanza el riesgo-beneficio de la vacunación, sostuvo, queda claro que el beneficio supera en mucho al riesgo de no vacunarse: se previenen los cuadros de la COVID-19 grave o leve. Esos biológicos son productos muy seguros.
¿Efectos adversos?
Los efectos adversos más frecuentes que pueden tener son reacciones en el sitio de aplicación y algunas otras sistémicas inespecíficas como fiebre, fatiga, náuseas, cefalea o diarrea, que son molestas pero al paso de dos o tres días desaparecen.
Ninguno de estos productos ha sido retirado por efectos adversos. Se ha dicho que las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson no son “buenas”; eventos descritos de trombosis y disminución de plaquetas ocurren en cuatro de un millón de aplicaciones, por ejemplo. Ese riesgo es menor al de fumar, para lo cual se dan mil 763 casos por millón de habitantes. La vacuna es segura y vale la pena aplicársela; el riesgo de COVID grave es peor que tener una complicación.
Con la vacunación comenzará a disminuir la cantidad de contagios. Entre más personas inmunizadas haya, de forma natural o artificial por la vacuna, el número de susceptibles se reduce. Eso permite tener una epidemia manejable.
¿Tapabocas? por favor
La pandemia no se ha terminado y debemos continuar con las medidas de protección: usar cubrebocas en el espacio público, si estamos enfermos o convivimos con alguno, o si estamos en un lugar cerrado; seguir con la higiene de manos y la etiqueta respiratoria, así como evitar contagios, es decir, no asistir a un concierto donde están miles de personas, por ejemplo.
Uno de cada 10 vacunados no responde completamente a la vacunación; se trata de personas con algún grado de inmunosupresión, con diabetes incontrolada, cáncer, insuficiencia renal o que reciben medicamentos como cortisona; ellos pueden ser susceptibles a la enfermedad, pero si el resto se vacuna hacemos un “escudo protector” para esos pacientes, concluyó.