Las Furias en Contrafacción Feminista
Somos amigas jugando a ser una agrupación musical. Hackeamos letras machirulas. Así se definen en su instagram las compañeras de Las Furias, llamadas así en referencia a criaturas de la mitología romana. Su apuesta es generar cambios culturales en favor de las mujeres subvirtiendo los mensajes en la música popular, infiltrándose en los sonidos de la calle, de la noche y la fiesta.
Las furias eran personificaciones femeninas de la venganza, feas y monstruosas, que perseguían implacables a los culpables de crímenes contra la madre, contra la sangre, que nosotras relacionamos con el infanticidio y el feminicidio, comenta en entrevista La Plebe, quién en conjunto con Kokó, Kicat y La Mala, integran el proyecto.
Nacidas del cielo nocturno y de las entrañas de Gaya, la tierra madre, las furias son la justicia original antes del orden patriarcal y la supremacía masculina. Son la venganza feminista sin reconocimiento por la autoridad de los dioses olímpicos ni esperanza en —o paciencia con— la justicia de los hombres. Fue Esquilo, un prolífico dramaturgo y guerrero, el que narró la fábula de las furias (o erinias en la mitología griega) como una tragedia: la derrota ante Atenea y los ciudadanos de Atenas. Se trata de reivindicar el enojo y la ira de las mujeres, la digna rabia, porque estamos emperradas —ríe La Plebe—, estamos llenas de amor y furia violeta.
Estas furias componen contrafacta feminista. La contrafacción es una práctica de raíces barrocas con potencial pedagógico, en donde se cambia el texto asociado a una melodía, técnica que ellas aplican contra la heterosexualidad obligatoria, la cultura de la violación, el amor romántico y la misoginia en las letras, pero no se instalan en un género musical pues: no se trata de estigmatizar uno en particular, ya que todos pueden ser problemáticos. Hemos hecho contrafactas de pop, rap, reggaetón y banda y queremos entrarle al rock, la cumbia y al mariachi, entro otros, —comenta La Mala—. Nos guiamos más por las rolas que por el género, aunque ésto nos lleve a estar en exploración y experimentación constante, lo que buscamos es transmitir otro tipo de mensajes, como la autonomía y autodeterminación de las mujeres, y fomentar otro tipo de dinámicas de cuidado, de consentimiento.
En el reggaetón, por ejemplo —agrega La Plebe—, “intervenimos” para entrar en el trance del perreo y no tener que ignorar la letra, para poder disfrutarla entera y sin albur —ríe de nuevo—. Pero sin blanquearlo ni limpiarlo, sin sermones moralinos, a la manera ninja que consideramos más efectiva, desde el goce, la inspiración, el aliento a las resistencias. Intentamos hacer artivismo sin las palabrotas del léxico feminista en nuestras canciones.
Llegar por la música es llegar vía el oído al corazón, vía el ritmo a las caderas. Hacerlo con música popular es hacer estrategia, es un atajo a los gustos de la banda. Su enfoque es principalmente de morras para morras, pero su alcance es ilimitado: son de Abya Yala pal’ mundo. Su disfrute está al alcance de todxs, o al menos, al alcance de un celular y conexión a internet.
En youtube hasta el momento tienen 4 canciones y están por lanzar su versión de Oye Mujer, la electrocumbia original de Raymix. Entre las canciones que han intervenido a la fecha está Adán y Eva de Paulo Londra, la cual convirtieron en Lilith y Eva, donde aprovecharon para abordar el tema del amor entre mujeres; y La Cabrona, contrafactum de una rola de banda que originalmente trataba del despecho de un macho y ahora habla sobre autoafirmarse como cabrona desde la libertad, en un giro quizás obvio, pero necesario.
— La Plebe: La verdad es que vamos aprendiendo pero nos divertimos en el camino, y nos gusta que se diviertan junto a nosotras.
— La Mala: Tratamos de hacerlo todo pero necesitamos amigas productoras, ojalá puedan ser las chidas de Chingona Sound, y a veces hemos requerido apoyo en edición de video. En fin, estamos abiertas a colaboraciones y pues ora si que pa la causa con lo que gusten cooperar.
Con sonidos salidos de la cueva de sus casas, grabados en sus celulares, o en micrófonos de 200 varos, Las Furias son la definición de comenzar desde abajo del underground y aún así conseguir sobresalir. Sus rolas son para ser compartidas de mano en mano y de perfil en perfil, en la chamba hormiga, la talacha y la micropolítica que implica la transformación social.
Para contactarlas, escríbanles a la página de Facebook: www.facebook.com/LxsFurias/ y síganlas en su canal de YouTube https://www.youtube.com/channel/UCORI3ZpcanCc-W4k4NfBr9g e Instagram https://www.instagram.com/las_furias_/.