Risas espontáneas y literarias

“Se Inyectan Asteroides” es una columna de Emmanuel Medina  @emmanuelmedina


Acépteme un consejo por su salud mental.

Apague un rato las noticias, deje de leer las estadísticas, huya a los agoreros que nos impulsan a vivir un fin del mundo a medida de las estimaciones nada aproximadas del Subsecretario de Salud y prendase a un libro que le saque una sonrisa.

Usted ya sabe que para preservarse lejos del contagio, hay que tener mucho sentido común y distancia en las calles, usar un cubrebocas y gel antibacterial; pero para poner en pausa las angustias y los nubarrones que no parecen disiparse, hay que regalarle a las neuronas un escape inteligente e hilarante, a partes iguales.

Le recomiendo tres volúmenes literarios que mueven al buen humor y la reflexión: algo de lo que carecen, en estos días raros, muchos dirigentes en este apaleado planeta.

“Si Viviéramos en un Lugar Normal”, 
de Juan Pablo Villalobos; editado en Anagrama

Orestes vive en lo alto del Cerro de la Chingada, con seis hermanos que también ostentan nombres mitológicos y su padre, maestro rabioso contra la política del México de los 80, y su abnegada madre, “preparadora” de cuatro tipo de quesadillas, dependiendo del poco o nulo queso que lleven. Desde su casa, que parece una caja gris de zapatos, se otea el pueblo de Lagos de Moreno, en Jalisco, crisol de la remilgosa identidad mexicana y donde, según el narrador adolescente, “hay más curas que vacas”.
El novelista Juan Pablo Villalobos recrea, en su segunda novela, su lugar de nacimiento y lo describe con “harto” surrealismo y elocuencia, plagada de mentadas de madre, que sirven como radiografía del mexicano, con todas sus contradicciones y choque de medias verdades, como respuesta a la radiografía filosófica y social de Octavio Paz en “El Labentinto de la Soledad” y que Villalobos, con puntería certera y lúdica, responde al Noble mexicano con un mosaico extravagante, hilarante y ácido, para demostrar que este país no es surrealista, “simplemente está muy jodido”.

Un novela breve y poderosa en su carga de humor, política, sofismas griegos y falsos gemelos, que suman puntos a la narrativa, “Made in México”, que provoca la carcajada, en una nación que las necesita, con urgencia.

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“Cosas Raras Que Se Oyen en las Librerías”
de Jen Campbell, editado en Malpaso

Las tan golpeadas librerías por esta pandemia son el pretexto para que el narrador inglés, Jen Campbell, recopile diálogos reales que se han escuchado, a lo largo de tres décadas, entre clientes y bibliotecarios; en su mayoría, extravagantes y desternillantes, pero que muestran la percepción que se tiene sobre esas tiendas que venden artefactos tan insólito y ricos, como son los libros

Para quienes amamos visitar las librerías, estas anécdotas son una delicia sobre aquellas personas que no entienden las dinámicas de una tienda que vende sólo libros o que buscan piezas literarias inexistentes o confunden nombres de autores, o de plano, piensan que deben servir más de guarderías o almacenes de objetos perdido.

Un ejemplo de esto que el recopilador encontró, en los relatos de amigos, dueños de librerías en Inglaterra y la Unión Americana les transcribo a continuación:

“Cliente: ¿Tenéis libros firmados por Margaret Atwood?
Librero: Tenemos muchos libros de ella, pero ninguno firmado. Lo siento.
Cliente: Quiero regalárselo a mi mujer por su cumpleaños y sé que le encantaría tener un ejemplar firmado. ¿No podría falsificar la firma?”
 
“Los Pasos de López”
de Jorge Ibarguengotia, editado en RBA Libros 

Bajo la óptica de impostada ingenuidad, el autor guanajuatense más célebre del último medio siglo mexicano, Jorge Ibargüengoitia, despliega su versión del arranque de la Independencia patria, en un desfile de personajes entrañables y pintorescos, que habitan una región del Bajío mexicano aún más mágico, por su nomenclatura y su evocación onírica.

El Cura Hidalgo, El Fiel Allende, La Valiente Corregidora son el vórtice donde se gesta el ‘Grito de Ajetreo’, pueblo miserable que quiere separarse del yugo español. Sin saber muy bien por qué o para qué.
Como muchas cosas que hacemos los que nacimos bajo la nacionalidad mexicana y que entronizamos héroes de caricatura a la menor provocación.

En su última novela publicada en 1981, dos años antes del trágico accidente aéreo que acabó con su vida en España, Ibargüengoitia despliega todas las armas que lo convierten en una de las piezas fundamentales de la literatura mexicana al dotar a la crónica histórica de un aire de socarronería, sarcasmo y entrañable cariño por los personajes que escapaban de su pluma para recordarnos que, los héroes de moreno bronce nacional, pueden ser, también, seres mezquinos y voraces que provocan ternura y risas, a partes iguales.

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