Segunda audiencia de Genaro García Luna en la corte del Distrito Este de Nueva York: se perfila un nuevo juicio
Por Heriberto Paredes
Genaro García Luna, entró a la sala de la Corte del Distrito Este de Nueva York, vestido con un uniforme de color caqui, con -las manos atadas con una tira de plástico y al sentarse, de inmediato tomó un vaso de agua. Más que tranquilo se le veía servicial y muy atento a su abogado y a su entorno:
–Buen día, ¿cómo se encuentra el día de hoy?, preguntó el juez Brian M. Cogan, el mismo que enjuició a Joaquín Guzmán Loera, presunto socio comercial del ex funcionario federal.
–Muy bien, gracias señor, contestó quien fuera director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) durante la presidencia de Vicente Fox y secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón.
Durante el procedimiento jurídico, el abogado provisional del indiciado, César de Castro, afirmó que su cliente ha sido puesto en un régimen especial de aislamiento de manera inusual, lo que se conoce en Estados Unidos como Segregated Housing Unit (SHU) y que, a pesar de que le fue retirada esta medida hace 9 días, el promedio de tiempo de espera para poder ser visitado por él, como defensor, ha sido de 2 horas, por lo que teme no tener el tiempo suficiente para revisar el gran conjunto de pruebas que presente la Fiscalía y así planificar su estrategia.
En este mismo sentido, de Castro afirmó que el mexicano no ha tenido mucho contacto con su familia y esto ha dificultado la defensa. Al menos esta fue la principal explicación que dio el defensor ante Cogan al solicitársele una Financial Affidavit, es decir una declaración juramentada de su situación financiera, documento necesario para determinar el monto de una posible fianza y para saber si García Luna puede cubrir los honorarios de un abogado privado.
Relacionado a esto, cabe señalar que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en México, congeló, desde mediados de diciembre de 2019, las cuentas del ex secretario sin que el abogado defensor haya mencionado la situación de las cuentas y propiedades en Estados Unidos. «El señor García Luna se enteró este domingo de que fueron congeladas sus cuentas bancarias en México” puntualizó de Castro.
Se perfila un proceso largo
El juez Cogan solicitó a la representación de la Fiscalía estadounidense que reunieran y prepararan todas las pruebas que van a presentar en un plazo de 30 días y no de 60, como lo solicitaron Erin Reid y Ryan Harris. El argumento de la parte acusadora es que se trata de un caso complejo que requiere de una extensión del plazo normal para este procedimiento jurídico para acceder a dos décadas de registros financieros, de migración, de propiedades y evidencia de gobiernos extranjeros.
Al menos Harris ya cuenta con cierta experiencia en el juzgamiento de otros funcionarios mexicanos acusados de conspiración internacional para la distribución de narcóticos, tal es el caso de Edgar Veytia, ex fiscal general de Nayarit, quien se declaró culpable en 2019 de usar su envestidura como funcionario para ayudar y alentar a organizaciones de tráfico de drogas entre 2013 y 2017.
Al termino de la audiencia, quien fuera también asesor sobre temas de seguridad en el gobierno de Enrique Peña Nieto, abrazó cálidamente a su abogado y se retiró escoltado de los U.S. Marshalls que lo trajeron. Su familia no asistió a esta audiencia.
«Mi cliente está optimista»
Al término de la audiencia, el defensor de García Luna respondió algunas preguntas a la prensa e hizo explícitas algunas declaraciones respecto a la situación actual de este caso que comienza a tener los tintes de un nuevo juicio:
«Por el momento no ha habido negociaciones con el gobierno de Estados Unidos para conseguir algún beneficio pero esta posición siempre se puede discutir y si hay algún cambio al respecto informaremos de ello», señaló de Castro al iniciar.
El abogado con licencia en Nueva York reiteró las «estrictas condiciones de aislamiento» y que su cliente, tan sólo hoy tuvo acceso al teléfono y a su correo electrónico. Confirmó, además, que están frente a un caso con mucha información, con un volumen de pruebas muy grande que hay que revisar. También comentó que, «si las cuentas bancarias habían sido bloqueadas en México, habría que ver si en Estados Unidos ocurriría lo mismo.
Señaló que el ex funcionario goza de buena salud y se encuentra optimista de que saldrá bien de esta situación.
«El gobiernos estadounidense –finalizó de Castro– siempre querrá comprobar la culpabilidad de su acusado, ellos creen en los cargos pero nosotros no estamos de acuerdo».