Un golpe contra la desigualdad: Aprueba Senado seguridad social para trabajadoras del hogar
Hace una semana en Tercera Vía mencionamos que en la carrera para resarcir deudas históricas de México en cuanto a desigualdad, algunas figuras públicas estaban siendo al menos insensibles. En específico, con el asunto de la seguridad social obligatoria para las trabajadoras del hogar en nuestro país, cuya profesión es altamente requerida pero carece de formalidad o un andamiaje legal por parte de los empleadores.
En esas condiciones, aquellas personas de este gremio estaban a la merced del bueno humor o economía de quienes las contrataban incluso si se trataba de una relación laboral de lustros, y con jornadas más pesadas que las usuales 8 horas de otros trabajos.
Hoy, leemos una excelente noticia desde el Senado mexicano:
Desde el Senado, se turnó un dictamen a la Cámara de Diputados sean pagadas al menos dos salarios mínimo y cuenten con un contrato por escrito con validez ante las autoridades.
¿Qué cambia esto?
- Tendrían derecho a vacaciones
- Pago de horas extras
- Importantísimo: Seguridad social
- Vacaciones por ley
- Aguinaldos
- Prohibido despedirlas por embarazo
- Prohibido contratar a alguien menor de 15 años para dichas tareas.
Podríamos decir que la seguridad social para las trabajadoras domésticas es casi una realidad, ya que falta la aprobación en la Cámara de Diputados. Tenemos más detalles en El Economista:
El dictamen define a la persona trabajadora del hogar como aquella que, de manera remunerada, realice actividades de aseo, asistencia y demás dentro de una relación laboral.
Establece tres modalidades: las personas que trabajan para un patrón y residen en el domicilio, quienes trabajan para un patrón y no residen en el domicilio, y las que trabajan para diferentes patrones y no residen en el domicilio de ninguno.
Estamos muy contentos por la aprobación de esta iniciativa que desde la legislatura pasada presentó @AlvarezMaynez en la @Mx_Diputados, y ahora, gracias al compromiso de @Pat_MercadoC quién acompañó la iniciativa, ya es una realidad. pic.twitter.com/CeEv9gqGZJ
— Movimiento Ciudadano | Movimiento Naranja (@MovCiudadanoMX) April 23, 2019
La decisión se aprobó por unanimidad, con 112 votos a favor. El tema viene desde la legislatura pasada, presentado por el entonces legislador Jorge Álvarez Máynez desde la Cámara de Diputados, y en la presente legislatura fue impulsado por la Senadora Patricia Mercado.
¿Por qué decimos que se salda una deuda grande en el tema de desigualdad en México?
Trabajadoras domésticas: sin contrato, sin seguridad, sin derechos
En julio del 2017 publicamos un reportaje acerca de la necesidad de formalizar el trabajo de este gremio. Retomamos del artículo:
En México, las y los trabajadores domésticos han sido víctimas de discriminación e invisibilización por parte de una sociedad que los ha relegado y catalogado como trabajadores de segunda clase. Como resultado, la regulación en México del trabajo doméstico ha sido objeto, tradicional e históricamente, de un trato diferenciado respecto del resto de los trabajos.
De acuerdo con datos del INEGI, en 2013 la población dedicada al trabajo doméstico remunerado en hogares particulares en México sumó más de 2 millones de personas, de las cuales 9 de cada 10 eran mujeres, y de cuyo total, el 85.5% se dedicaba a realizar tareas de limpieza en hogares particulares, 8.6% cuidaban personas y 4.7% eran lavanderas y/o planchadoras en casas particulares. En cuanto a los empleados domésticos, sumaron más de 115 mil, siendo el 51% ocupados como mayordomos en casas particulares y el 41% son choferes.
Asimismo, el INEGI da cuenta que 96 de cada 100 trabajadoras domésticas no tenían un contrato debido a la falta de regulación para su ocupación, situación que se corrobora con datos del Centro de Apoyo y Capacitación para las Empleadas del Hogar, que ha señalado que más del 98% de las trabajadoras domésticas nunca ha firmado un contrato, por lo que no hay certeza de la existencia de una relación laboral, basada en el respeto a sus derechos.
De igual manera, los datos del INEGI arrojaron que un 42.7% de las trabajadoras domésticas perdió su empleo por problemas de salud ya que sólo 2.2% tienen cobertura de seguridad social, lo que implica que no tengan permisos de maternidad, pensión, entre otros derechos indispensables. Asimismo, el 36% de las trabajadoras reportó que su empleador no se hacía responsable de los gastos médicos; un 25% había pasado más de 10 años desempeñando este trabajo; 5 de cada 10 trabajadoras domésticas trabajaban más de 8 horas diarias; 4% de las trabajadoras no tenían siquiera un día de descanso.