El poeta Natalio Hernández pone a cantar en náhuatl al público de Bellas Artes

Ihcuac tlahtolli ye miqui / mochi in teoyotl, / cicitlaltin, tonatiuh ihuan metztli; / mochi in tlacayotl, / neyolnonotzaliztli ihuan huelicamatiliztli, / ayocmo neci / inon tezcapan”.

Cuando muere una lengua / las cosas divinas, / estrellas, Sol y Luna; / las cosas humanas, / pensar y sentir, / no se reflejan ya / en ese espejo. / Cuando muere una lengua / todo lo que hay en el mundo, / mares y ríos, / animales y plantas, / ni se piensan, ni pronuncian / con atisbos y sonidos / que no existen ya…”.

Con este poema en náhuatl del maestro Miguel León-Portilla, el escritor y académico veracruzano Natalio Hernández cerró su participación, el martes por la noche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en la celebración previa al Día Internacional de la Lengua Materna.

El también poeta nahua manifestó su preocupación por la desaparición de las lenguas maternas de México y el mundo, y conminó al público a entonar cantos en náhuatl “a manera de lección”. Acto seguido, el público se puso de pie y ensayó un estribillo en náhuatl para luego acompañar el canto del poeta: “Ash ka ni paqui ni paqui ni”.

Este acto formó parte de una sesión organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en donde Natalio Hernández, junto con la poeta mixe Celerina Patricia Sánchez, ofrecieron un recital de poesía en lenguas indígenas (mixteco y náhuatl), como parte del ciclo Cinco semanas de poesía.

La sesión inició con poemas en mixteco (ñuu savi) a cargo de la lingüista oaxaqueña Celerina Patricia Sánchez: “Nací águila, nací pájaro, nací con alas. / Tomé mis alas y los envolví con el viento, / pero no fue suficiente en el tiempo, / los hombres me mataron, / mi sangre inundó los valles, / se sembró mi voz, / nació mi palabra. / Ahora soy mujer que persiguen por mis alas rotas / y mi palabra que suena a lluvia. / Nací fuerte, nací libre, nací sol”.

En una serie de poemas que abordan desde la naturaleza, el paisaje mexicano, hasta el amor y el erotismo, la poeta e investigadora compartió versos de sus poemas El pasadoMontaña, Soñé ser Dios y Nacimiento dual, entre otros, los cuales traducía al español.

Lo mismo hizo el poeta náhuatl Natalio Hernández, en una intervención que dedicó a sus maestros Carlos Montemayor y Miguel León-Portilla. Así, dio lectura en español y náhuatl su Monólogo frente a la mujer dormida, inspirado en el relato mítico del Popocatépetl y la Iztaccíhuatl. Luego siguió con Yo me preguntoLas huellas del tiempo y Canto nuevo a Moctezuma Xocoyotzin: “Aquí permanecemos tus hijos (…) un nuevo sol ya nos alumbra”.

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Después de su poema Flor de primavera (“se alegra mi corazón al contemplarte para olvidar que aquí sólo venimos a soñar”), externó su beneplácito porque las lenguas indígenas, aunque están peligro de desaparecer, han tenido una mayor difusión en años recientes, lo que le hace ser optimista.

Por su parte, Celerina Patricia consideró que, ante la falta de apoyo a publicaciones en lenguas indígenas, ella solamente ha dado a conocer un solo libro, el cual, aseguró, está agotado desde hace varios años y no ha tenido reediciones. Solo puede accederse a él y a otros muchos textos en mixteco a través de Internet, expuso.

En el acto, un grupo de visitantes peruanos, de manera espontánea, hicieron entrega de un libro de poesía de César Vallejo al investigador mexicano, lo cual celebraron en la sala. Luego de su pequeño concierto en lengua náhuatl, junto con el público, Natalio Hernández recitó el poema de León-Portilla y concluyó:

Ihcuac tlahtolli ye miqui, / occequintin ye omiqueh / ihuan miec huel / miquizqueh. / Tezcatl maniz puztecqui, / netzatzililiztli icehuallo / cemihcac necahualoh: / totlacayo motolinia”.

Cuando muere una lengua, / ya muchas han muerto / y muchas pueden morir. / Espejos para siempre quebrados, / sombra de voces / para siempre acalladas / La humanidad se empobrece”.

Con información del INBAL.

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