La diversión que ha ido desapareciendo
Por Jose Bastide
A mi generación nos tocó el cambio en el tipo y forma de cómo entretenernos en lo relacionado a juegos, diversión y deportes. Todavía pudimos jugar en las calles, ya que éstas eran seguras y nuestros padres nos permitían hacerlo, así como que también muchas de ellas no estaban pavimentadas, por eso nuestros juegos fueron muy diferentes a los de la generación que vino posterior, o sea principalmente la de nuestros hijos.
Los balones de futbol se habían perfeccionado. De ser elaborados 100% de cuero, lo cual provocaba si de repente te pegaban en la cara o en alguna de tus partes blandas te doblaras o quedarás por algunos momentos lastimado, evolucionaron a balones hechos con diversos materiales que los hicieron más ligeros y menos duros.
Los juegos de la calle, prácticamente desaparecieron. Pues la mancha urbana alcanzó los lugares donde antes existían diversidad de terrenos o calles sin pavimentar y podías disfrutar de infinidad de oportunidades para practicarlos.
Por el contrario, a las nuevas generaciones les tocó experimentar y jugar con los primeros video juegos que se adaptaban mediante algún dispositivo a la televisión y los fue llevando a la inactividad, apenas te preocupabas un poco como padre. A la par se empezaron a formar diversos centros recreativos, como el Plan Sexenal o Clubs particulares, pero debo de admitir que estos últimos al ser de paga tenían más diversidad de juegos o deportes, aunque no estaban al alcance de todos.
Afortunadamente a mí y a mi esposa no nos llamó mucha la atención de que nuestros hijos estuvieran por horas sentados ante la pantalla de la televisión sin hacer ninguna actividad y siempre nos dimos a la tarea de buscar en la zona donde viviéramos un lugar donde pudieran practicar alguna actividad.
Recuerdo que por primera vez la actividad a la que los inscribimos, teniendo mi hijo alrededor de 6 años y mi hija 4, fue a clases de natación en el Plan Sexenal. Tomaban dos o tres clases por semana y se nos hizo muy adecuado el lugar.
La gran sorpresa se la llevó mi esposa el primer día de clases, pues a los papas los ponían en las gradas alejadas de la piscina donde los niños se ejercitaban y de repente ella vio como a su pequeñita, junto con todos los de su edad, los dirigían al área de trampolines y plataformas, y sin más ni menos, las subían y los iban arrojando a la alberca.
Cuando le tocó el turno a mi hija y al ver mi esposa que la iban a lanzar, sin haber nunca nadado o tenido contacto con este deporte, quiso correr e impedirlo, pero fue demasiado tarde, solo alcanzó a ver como su cuerpecito diminuto caía al interior, ahogo un grito y esperó que saliera sana y salva; lo que sucedió fue normal, los niños a esa edad su instinto de preservación está muy activo y de inmediato salió a flote, donde prontamente con una pértiga larga, la atrajeron hacía la zona baja.
Este fue el inicio de una carrera muy prometedora, pues los maestros al paso de los meses lograron desarrollar en ella el gusto por los clavados y por las competencias. Mi hija quien la veía decía que tenía una elegancia para nadar muy notable y además a la hora de efectuar los clavados, había alcanzado un muy buen estilo en su realización.
Desgraciadamente, este deporte lo tuvieron que dejar debido a que por los clavados y la presión que el agua ejerció en los oídos de ella, uno se le reventó y el diagnóstico del médico fue que debía abandonar tal disciplina.
Sin embargo, la elegancia en los deportes que ha practicado y la facilidad para ejecutarlos nunca la ha perdido y ahora ha dedicado su atención al tenis y a esquiar, deporte este último que lo ha llegado a dominar muy bien, también y al fin mujer; para mantenerse en forma todos los días va al gimnasio y por lo menos tres veces a la semana nada alrededor de 5 km.
En fin, los cambios se siguen dando; ya que ahora a mis nietos les ha tocado buscar nuevas formas de jugar, divertirse y hacer deporte, y estoy seguro que esto no cambiará en los próximos años, ya que el desarrollo tecnológico nos está superando en todos los sentidos y los métodos de distracción no serán una excepción; solo espero que no se pierdan las convivencias con los amigos, porque esto es lo que realmente te hace sentir completo cuando llegas a tener la necesidad de socializar.