Malas noticias: el presidente podría usar a la Guardia Nacional sin autorización del Congreso

El proyecto de la Guardia Nacional avanza. Ahora mismo se está discutiendo en comisiones y se espera que este mismo jueves se llegue a un acuerdo para su aprobación. En esta propuesta se incluyen elementos muy polémicos, como que el Presidente podría desplegar a la Guardia Nacional directamente, sin la aprobación del Congreso, además de que este cuerpo podría servir de auxiliar en tareas propias de los ministerios públicos. Por otro lado, “en caso de necesidad” se podrían usar a cuerpos de seguridad privada en tareas de seguridad pública.

Aquí tenemos por lo menos dos problemas: el primero es que el Presidente, sea quien sea, tendría a la mano un poder militar que podría utilizar a su conveniencia, sin que el poder legislativo pudiera interponerse. En segundo, que los elementos de seguridad privada no garantizan en ningún punto el seguimiento de protocolos apegados a derecho en el ejercicio hipotético de que se desplegaran en caso de necesidad.

Lo que tenemos en puerta, por tanto, es la creación de una policía militar que estará a disposición del ejecutivo sin contrapeso legislativo, así como la elevación radical del número de tropas a disposición. En suma, la militarización de la seguridad pública se legalizará.