¿Quién debió ganar el Nobel de Literatura? Cinco autores mexicanos responden
Los poetas Ricardo Yañez y Hubert Matiúwàa, y los narradores Bibiana Camacho, Cecilia Eudave y Jonathan Minila responden a la pregunta ¿quién debió de ganar este año el premio más prestigioso de la literatura?
Este lunes 1 de octubre no habrá polémica en los circuitos literarios mundiales. Los primeros ganadores de los premios Nobel serán anunciados sin el de Literatura, aplazado hasta el próximo año (2019) a raíz de un escándalo de abusos sexuales relacionado con la Academia Sueca.
Nadie protestará porque nueve millones de coronas, es decir 873.000 euros o un millón de dólares (el de Literatura es el mejor pagado) lleguen al bolsillo de un autor insospechado. Con un hueco en el estómago el mercado editorial tendrá que utilizar otras estrategias de publicidad para orientar las ventas en lo que resta del año.
Una cosa no cambiará con esta decisión: la lista de eternos candidatos al Nobel de Literatura. Dentro de esta lista hay nombres que resuenan poderosamente, entre ellos se encuentran Haruki Murakami, Margaret Atwood, Amos Oz, Claudio Magris, Javier Marías, el poeta sirio Adonis, el coreano Ko Un, o el narrador latinoamericano César Aira, entre otros.
Para engrosar la lista, preguntamos a cinco escritores mexicanos ¿quién debió de ganar este año el premio más prestigioso de la literatura? Los autores cuestionados fueron los poetas Ricardo Yañez y Hubert Matiúwàa, y los narradores Bibiana Camacho, Cecilia Eudave y Jonathan Minila. Esto fue lo que nos contestaron:
Ricardo Yañez
Ernesto Cardenal. Por su poesía y su prosa, nunca desligadas del trabajo con el pueblo y sus luchas por la justicia. Por su visión trascendente, si así pudiera decirse, de lo inminente. Cardenal heredará a su país, nuestro continente, el mundo, una obra digna de consideración desde muchos puntos de vista, de los que necesariamente destaco la profundidad poética, y la calidad literaria general.
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Hubert Matiúwàa
Definitivamente lo merece Ernesto Cardenal. No soy el único que opina esto, a principios de año se creó una campaña en internet para que el poeta nicaragüense reciba el premio.
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Bibiana Camacho
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Creo que dos escritoras que deberían recibir el Premio Nobel son Joyce Carol Oates y Margaret Atwood no sólo por la calidad de su literatura y su propuesta original; también porque ambas, son feministas tanto en postura como en literatura y en la vida misma. Me parece que no son lo suficientemente apreciadas y creo que su labor de ya muchos años, ambas tienen ochenta años, no ha sido lo suficientemente reconocida.
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Jonathan Minila
Saber quién lo podría ganar es complicado, porque muchas veces hay situaciones políticas que influyen. Creo que Amos Oz o quizá Joyce Carol Oates podrían haber ganado. Aunque también podría haber sido el escritor keniano Ngũgĩ wa Thiong’o. A mi me hubiera gustado que lo ganara Philip Roth, pero falleció este año. Como muchos otros que lo merecían se fue sin él. Por gusto personal me gustaría que fuera Neil Gaiman, solo por hacer rabiar a todos los representantes de la literatura “formal”, pues Gaiman explora un tipo de literatura que se considera poco. Escribe para niños y jóvenes, y también adultos. Explora una imaginación desbordada y delirante. Sería una innovación. Salir de las formalidades. Pero bueno, eso no pasará. Por mí que se lo den a Stephen King.
Cecilia Eudave
Desde hace tiempo estoy un poco decepcionada del Nobel. Además, ha arrastrado cierta historia o leyenda negra, que si es un premio pactado por ciertas instancias de poder, o si se afilia al canon, o a lo políticamente correcto más allá de lo literario. Actualmente no sé quién “sería merecedor” en medio de tanto sistema mediático, y emporios editoriales buscando vender “tendencias” y “temas de actualidad”; ni sé quién esté entre los favoritos de los lectores de premios Nobel, de intelectuales o críticos de moda que imponen sus preferencias. Yo mejor me quedo con la literatura sin etiquetas, la que a mí me parece entrañable, la que es un eco de uno mismo, la que no necesita premios para perdurar. Me quedo con los libros que sobreviven el paso del tiempo y llegan cuando es el momento preciso de encontrarlos. Y sin restar mérito a los que lo han ganado, ni a los que estén por ganarlo —si alguna vez vuelve a instaurarse—, insisto, cada quien puede otorgarle como lector un Nobel a quien finalmente lo llene de gozo, y eso le alcance para registrarlo en la biblioteca perfecta: la propia.