Una sequía ocasionó la caída de los antiguos Mayas
En la década de 1990, investigadores pudieron reconstruir los registros climáticos del siglo XIX y encontraron que se relacionaba con un período prolongado de sequía extrema en la cultura maya.
El profesor David Hodell, director del Laboratorio Godwin de Cambridge, proporcionó la primera evidencia física de una correlación entre este período de sequía en el lago Chichancanab, en la Península de Yucatán, y la caída de la civilización maya clásica en un documento publicado en 1995.
Ahora Hodell y sus colegas usaron un nuevo método geoquímico para medir el agua encerrada dentro del yeso de Chichancanab y construyeron un modelo completo de condiciones hidrológicas cuando los mayas colapsaron.
Un período de sequía severa hacia el final del primer milenio probablemente selló el destino de la sociedad maya clásica. Hasta ahora, la caída de los antiguos mayas se había utilizado para demostrar cómo los cambios abruptos del clima –como un periodo excepcionalmente seco– podían haber contribuido a su declive, pero no había quedado del todo claro hasta qué punto esa época fue seca.
La nueva investigación, publicada en la revista Science, demuestra de manera cuantitativa lo seco que estaba el suelo cuando las poblaciones de las tierras bajas mayas comenzaron a ‘evaporarse’.
Los científicos, liderados por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), reconstruyeron la composición isotópica del agua del lago Chichancanab, México, utilizando núcleos de sedimentos que contenían yeso precipitado.
Se trata de “una técnica que implica el análisis isotópico del agua unida estructuralmente al yeso sedimentario, que se depositó en condiciones de sequía”, señalan los autores, dirigidos por Nicholas Evans, de la universidad británica.
Para determinar la aridez pasada, el equipo midió las composiciones del triple isotopo de oxígeno e hidrógeno en las moléculas de agua que se encontraban en la estructura del yeso depositado en las capas del fondo del lago.
Los datos de los isotopos proporcionaron “medidas directas de los cambios pasados en la hidrología del lago”, recalcan en su trabajo.
Una reducción drástica de la lluvia
Los resultados revelan que las precipitaciones anuales hace entre 1.000 y 800 años en las tierras bajas mayas se redujeron entre un 41% y un 54%. Durante los periodos de mayor sequía pudieron disminuir hasta un 70%.
Además, al comparar con las condiciones actuales, los autores pudieron determinar por primera vez que en esa época se produjo una disminución de entre el 2% y el 7% de la humedad relativa.
La investigación confirma de este modo la gravedad y la duración de la sequía sufrida por la sociedad maya de las tierras bajas y brinda los datos cuantitativos necesarios para comprender mejor el impacto que tuvo en los sistemas agrícolas y sociopolíticos mayas.
Con información de Science y Agencia SINC.