La impactante realidad de no tener privilegio en México: el informe Desigualdades 2018 del Colmex

Dos niños nacen en México. Uno es chico y el otro es mujer, así que desde ahí ya tenemos la sentencia de una experiencia abismalmente diferente de vida. En Tercera Vía lo hemos contado e ilustrado con ganas. Y si en el mundo al ser mujer eres vulnerable a un mar de abusos por las violencias machistas, México es una situación particular debido a la revictimización y el sexismo arraigado.

Vamos a agregarle una diferencia de geografía y nivel socioeconómico. El hombre viene de una familia con ciertos privilegios, de esos que se nos olvidan a la clase media (como tú, que estás usando internet), y ella en un hogar comandado por una madre soltera que trabaja tres turnos para sostener  a su familia.

Los dos nacen, como suele decirse, puros y frescos. Pero es una mentira que el cambio está en uno. Existen privilegios y lo real es que muchos (la mayoría) no avanzarán en el serpientes y escaleras de la economía.

¿El cambio está en uno mismo? En México no: 7 de cada 10 nacen pobres y seguirán siéndolo

Aunque puede parecer claro, por mera empatía y sentido común, también existen las pruebas para ver que esto no es un supuesto. Veamos este [interesantísimo] hilo de Twitter por Emilio Blanco, profesor investigador en El Colmex:

Él fue a escuelas privadas donde aprendió lo básico; las tareas las hacía en una o dos horas. Ella fue a escuela pública; cuidaba a sus hermanos y ayudaba a su madre, en total casi seis horas por día; nunca tuvo mucho tiempo para la tarea. A veces no le entendía a la maestra.

— Emilio Blanco (@dj3mb) August 5, 2018

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Él quiso estudiar Economía pero quedó fuera de la UNAM por unos puntos. Los padres le pagaron un curso privado y logró entrar al año siguiente. Ella quería terminar la secundaria pero la familia dependía cada vez más de su trabajo como empleada. Nunca volvió a estudiar.

— Emilio Blanco (@dj3mb) August 5, 2018

Hoy, ella está empleada en la casa de él.

Él, que está empezando, gana 30,000 al mes. Los padres todavía le pagan el servicio doméstico: ella gana 2,500. La tratan bien, pero ni se les ocurre preguntarle si le gustaría terminar la escuela.

— Emilio Blanco (@dj3mb) August 5, 2018

Él piensa que, en el fondo, no todo el mundo es bueno para los estudios.

Ella también. Tal vez debió echarle más ganas.

Una historia similar pueden encontrar en el resumen ejecutivo del informe Desigualdades 2018, del COLMEX. https://t.co/FyHlPT6J59@des_igualdades

— Emilio Blanco (@dj3mb) August 5, 2018

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El resumen ejecutivo del informe Desigualdades 2018 del Comex puede consultarse aquí.

POSDATA

Que algo no sea absolutamente imposible no quiere decir que sea posible para todos. Hay quien hasta se escapa de su casa para seguir estudiando, pero no quiere decir que tengamos que apostarle a eso. La locura, la suerte, el genio, no pueden ser modelos para todos.

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— Emilio Blanco (@dj3mb) August 5, 2018