La gráfica soviética y Diego Rivera todavía tienen mucho que decir al futuro
En la exhibición que reúne alrededor de 60 piezas de obra gráfica, así como registros fotográficos y fragmentos fílmicos. Con lo cual se abre una interesante oportunidad de conocer una estética que en la actualidad ha influido a nivel formal a pintores de gran renombre internacional.
El Museo Mural Diego Rivera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) presentará El pasado del futuro: Proyecciones de la modernidad soviética, exhibición realizada con la colaboración de la Academia de Artes en el marco del 50 aniversario de esta insigne institución. La exposición estará abierta al público hasta el 8 de julio.
La muestra está conformada principalmente por obras gráficas originales provenientes del acervo de la Academia que por primera vez se ponen a la vista del público. La exhibición ofrece un panorama de la producción gráfica soviética, realizada en su mayoría en la segunda mitad del siglo XX, y pone énfasis en la calidad estética y artística de las obras.
El tema se vincula de manera natural con la trayectoria de Diego Rivera y con la producción de los diversos movimientos artísticos mexicanos que constituyen su legado. El imaginario del muralista y de varios exponentes de la Escuela Mexicana de Pintura dialoga con sorprendente familiaridad con esta producción soviética.
Las conexiones entre ambas visiones son de orden temático y técnico, también tienen que ver con la notable calidad tanto en la concepción como en la ejecución. Así como se evidencian las similitudes con la experiencia mexicana, también se pueden percibir las grandes diferencias, ya que ambos lenguajes realistas registraron realidades geográficas y étnicas muy distintas entre sí.
Otros asuntos de interés asociados a la estética soviética se refieren a la producción teórica generada en países del antiguo bloque socialista —inspirada en su producción artística local—. Dicha reflexión fue traducida y conocida en México, no sólo por teóricos vinculados ideológicamente al marxismo (como Adolfo Sánchez Vázquez o Bolívar Echeverría), sino también por especialistas que fueron afines a la llamada Ciencia General del Arte, como el teórico peruano-mexicano Juan Acha.
En la exhibición que reúne alrededor de 60 piezas de obra gráfica, así como registros fotográficos y fragmentos fílmicos. Con lo cual se abre una interesante oportunidad de conocer una estética que en la actualidad ha influido a nivel formal a pintores de gran renombre internacional, como el alemán Neo Rauch, quien ha sabido nutrir su trabajo con fuentes poco conocidas en la tradición más típica del arte occidental.
En el arte soviético se afirmaron dos vertientes artísticas: las vanguardias de corte formalista y las de intención realista socialista. Dichas expresiones moldearon el imaginario social del pueblo soviético a partir de la eficacia de sus recursos estéticos y de sus contenidos simbólicos, alimentando su visión de vida cotidiana y de proyecto de modernidad.
La muestra, bajo la curaduría del doctor Adolfo Mantilla, se divide en cuatro núcleos temáticos. El primero, Registros de un presente continuo, está integrado por una selección de obras que buscan proyectar el imaginario de la modernización. El segundo, Proyecciones de la modernidad futura, analiza en representaciones figurativas y abstractas las transformaciones implícitas en el proyecto modernista del pueblo soviético a partir de la industrialización.
Por otro lado, Narrativas verídicas, el tercer núcleo, aborda la asimilación de las proyecciones imaginarias que determinaron la producción gráfica soviética. El último eje temático, Relatos fantásticos, está dedicado a las expresiones gráficas generadas a lo largo de cuatro décadas que registraron diversas visiones, entre realistas y fantásticas, sobre la nación, su impulso modernizador, su pasado rural y su proyecto de futuro.
En la selección de obra se incluyen piezas de artistas como: Illarion Vladimirovič Golicyn, Skorodumova Taisiya Nikolaevna, Aldona Skirutytė, Ivan Mikhailovich Selivanov y Lev Viktorovich Shepelev, por mencionar algunos.
Además, en el marco de la muestra se publicará un libro-catálogo que recogerá esta producción gráfica con textos de especialistas en el tema que permitirán profundizar en el estudio de la cultura visual de esa región y su articulación con los procesos políticos y sociales determinados por las ideas.
La Academia de Artes tiene como vocación agrupar en un cuerpo colegiado a distinguidas personalidades del ámbito de la creación artística, así como a teóricos de la historia y crítica de arte, con el fin de honrar sus méritos y fomentar la labor individual y conjunta al servicio de la cultura de nuestro país.