Explicador: El Ingreso Básico Universal que propone Ricardo Anaya

Ricardo Anaya ha propuesto como uno de los ejes de su campaña el Salario Mínimo Universal, también conocido a nivel mundial como Renta Básica Universal. Como eco, o consecuencia, a lo insuficiente del salario mínimo en México, la iniciativa busca reducir la desigualdad en la sociedad por medio de una especie  de piso parejo y [tal vez] que por fin exista una verdadera movilidad social en nuestro país.

La propuesta

En noviembre de 2017, Ricardo Anaya comenzó a proponer la idea de un Ingreso Básico Universal por medio de declaraciones públicas y un vídeo en su cuenta oficial.

El qué es sencillo: que todos los mexicanos (se habla de ciudadanos, es decir, personas mayores de 18 años) reciban una cantidad definida de dinero sólo por ser mexicanos.

En ese primer vídeo, Anaya habló que “la clase política gasta mal el dinero y los corruptos lo roban”, explicando con su propuesta millones de mexicanos serían por fin sujetos de crédito, capaces de emprender y se eliminaría la famosa trampa de la pobreza, ya sin programas clientelares ni exceso de burocracia derivada de estos.

 

¿Cómo se pagaría?

En noviembre del 2017, Anaya insistió que la propuesta (parte de la plataforma del entonces Frente Ciudadano por México) sería posible con recursos adicionales no contemplados en la Ley de Ingresos. Por ejemplo, en 2016 dicha cantidad alcanzó casi 686 mil millones de pesos.

Al igual que López Obrador y Meade, el candidato del Frente también plantea la erradicación de la corrupción como una entrada jugosa de dinero a las arcas federales. Por supuesto, los tres candidatos difieren en los cómos.

 

Los avances ya entrada la carrera presidencial

A inicios de mayo de 2018, Anaya ha seguido en la misma línea pero también por otros frentes. Mencionó que en caso de ganar, haría lo necesario para que se aumente el salario mínimo a 100 pesos, además de luchar por eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres. Trasciende también que desde 2017, Coparmex ha sido vocal en la necesidad de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos actúe para subir los salarios.

Parte del argumento de Anaya es que el poder adquisitivo de los mexicanos se ha devaluado.

La polémica

Parte de las notas sensacionalistas alrededor del Ingreso Básico Universal van de una posibilidad en la que los ciudadanos simplemente dejen de trabajar debido a la seguridad de recibir un ingreso de cualquier manera. Por supuesto, el debate nunca ha sido tan sencillo y esta es sólo una manera de ver las cosas.

Argumentos lógicos contra esa distopía planteada pueden ir desde lo insuficiente de dicha renta básica para sostener una familia, hasta lo variable de los costos por ciudad. Es sólo un apoyo, no una panacea quincenal.

Una de las voces más emblemáticas y populares alrededor del concepto de Renta Básica Universal es el billonario Elon Musk. En febrero 2017, el fundador de Tesla y SpaceX, opinó que eventualmente será algo necesario a nivel mundial. Muy a su estilo, el argumento del emprendedor va acerca de la realidad gris que podría generar una falta de trabajos convencionales al ser estos tomados por robots e inteligencia artificial.

Es así, explica, que  habría una abundancia debido a lo barato que sería prescindir de seres humanos (con sindicatos y prestaciones) para realizar tareas básicas como soporte al cliente, mantenimiento, ensamblaje y ventas minoristas. Pero este exceso de ingresos debería repartirse de manera justa, y es ahí donde Musk ve que entra la Renta Básica.

El problema que plantea Musk ante esta repartición de recursos es básicamente la flojera pero mejor expresada que los trolls de internet: mucha gente perdería el propósito de sus vidas al ver su trabajo de décadas reemplazado por la tecnología.

Del lado de personas con verdadera autoridad en asuntos económicos, Milton Friedman ha sido uno de los principales pensadores del tema pero tiene sus reservas, ya que él no postula que todos por igual recibieran este ingreso universal, además de que ve necesaria la existencia de reformas integrales para que todos los ciudadanos accedan al bienestar.

Es así como, de una manera compleja que sería interesante lograr, Friedman ve a la Renta Básica como una estrategia para erradicar la pobreza.

Otro argumento lógico es que si la población tiene mejor bienestar gracias a este piso parejo, el costo de ciertos servicios sociales disminuiría, resultando en ahorros para la federación.

 

El caso Finlandia

Sin seguir al cien los bemoles que expone Friedman, en Finlandia se regaló dinero sin restricciones en un experimento que terminará a finales del 2018. En el New York Times se publicó un artículo, donde académicos exponen algo similar al mencionado miedo de Musk sobre el tema: al tener cubiertas las necesidad económicas mínimas, muchas personas (especialmente jóvenes) no tendrían motivación de emprender actividades productivas.

Pero, ojo, Finlandia no es México y las razones de este virtual fracaso son únicas del primer mundo. Dice la nota “en realidad es redundante”. Pasa que los beneficios de la nación europea en salud y educación vuelven realmente más económico el que se reduzca la brecha entre clases sociales. Y si a eso le sumamos una capa más de comodidad  (el regalo de dinero), es posible el terror de Elon Musk. Es decir, oleadas de jóvenes que no quieren trabajar. No tienen necesidad, ni propósito.

En México, la realidad es otra.

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