Lucía Riojas: hacer política sin ser parte de la clase política

Lucía Riojas es una joven mexicana que busca ser candidata para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México como parte de la plataforma Ahora, encabezada por Emilio Álvarez Icaza. Tercera Vía la entrevistó para conocer su proyecto y discutir las ideas que propone para la ciudad.


¿Quién es Ana Lucía Riojas?

Soy una mujer de 29 años que estudió comunicación en la Universidad Iberoamericana, pero antes de eso también estudié música, sobre todo ejecución de batería.

Estando en la Ibero me tocó la visita de Peña Nieto en 2012, que fue la génesis del 132, y ahí fue donde comencé a involucrarme en procesos políticos de manera más directa.

Actualmente estoy participando en una iniciativa política que se llama AHORA, que tiene como uno de sus objetivos impulsar una plataforma de candidaturas independientes en 2018 por una gran razón: no nos sentimos representadas en quienes están gobernando. Por eso decidimos -a través de estas candidaturas independientes- buscar ocupar esos espacios.

Me involucro en este proceso a partir de una invitación de Álvarez Icaza para conocer lo que él y en ese momento otro grupo de tres o cuatro amigos estaban pensando hacer para el 2018. A partir de ahí es que comienzo a colaborar con este proceso.

Un punto de inflexión de mi participación fue cuando decidimos retirar la candidatura de Emilio Álvarez Icaza a la presidencia, que era, digamos, la única candidatura con la que nacimos y que queríamos impulsar. Cuando optamos por retirarla -a partir de un análisis del contexto político del país- nos dimos cuenta de que, en lo local, en ciertos lugares, éramos lo suficientemente fuertes como para dar la batalla, y la CDMX es uno de esos lugares. Así es como empieza todo esto.

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Nos dimos cuenta de que, en lo local, en ciertos lugares, éramos lo suficientemente fuertes como para dar la batalla, y la CDMX es uno de esos lugares.

Digamos, yo a través del tiempo en el movimiento, empecé coordinando la parte de comunicación y después por que somo menos de lo que podríamos ser, en realidad en un equipo como muy concreto, pues de pronto nos encontramos haciendo varias cosas al mismo tiempo y es así que también me involucré en esa parte del movimiento también en la parte de vocería, etc. Hicimos investigaciones como fue el Ciclo que es una investigación sobre el financiamiento ilegal de campañas en el Estado de México y a la presidencia por parte del PRI junto con OHL, y hay desvío de fondos a través de dos cuerpos carreteros: el circuito exterior mexiquense y el circuito bicentenario. Hicimos otra investigación sobre cómo ha ejercido, los consejeros del Instituto Nacional electoral, sus facultades a partir de la reforma del 2014 y como se formó el INE, antes IFE.

Los perfilamos, porque, después de haber hecho la investigación del CICLO, sobre el financiamiento ilegal de compañas, pues si decidimos llevarlo a las instituciones, pusimos una queja en el INE, fuimos al tribunal y no hubo respuesta ni hubo mayor investigación. Tal cual se dijo: pues sí, podríamos investigar más, pero ya no lo vamos a hacer, ya no hay tiempo. Entonces se frustra todo eso y nosotros decimos, no es posible que a un año del mayor proceso electoral que nuestro país va a vivir, las autoridades electorales se estén poniendo a este nivel y estén jugando a favor de los intereses, ¿de quién?, ¿del PRI?, ¿ de las peores partes de los partidos?

Entonces en el Secuestro, nuestra segunda investigación sobre el INE, se deriva la exigencia de que renuncie el consejo general del INE, para dar paso a un nuevo consejo verdaderamente autónomo e independiente y que fuera capaz de responder a los intereses de las personas y de la ciudadanía que están a punto de votar en el 2018 por un montón de representantes que van a estar ahí y cómo van a llegar si este es el tamaño de autoridad que tenemos.

Contamos con 95mil avales a nivel nacional, de los cuales 30mil son de la ciudad de México y decimos: no nos podemos quedar sentados
A partir de todas esas cosas comenzamos a pensar en quienes nos vamos a postular para dar la batalla en lo local y entonces se nos pone en frente la opción para dar la batalla aquí en la ciudad para la jefatura de gobierno y también para el congreso local. De igual manera, en un ejercicio de deliberación colectiva en el consejo estatal de la CDMX, que es el órgano a quien yo le respondo, se proponen personas, la plataforma, y entonces, a ver, necesitamos impulsar algo, contamos con 95mil avales a nivel nacional, de los cuales 30mil son de la ciudad de México y decimos: no nos podemos quedar sentados.

Es entonces que se me propone encabezar esta candidatura y nos empezamos a formar como nuestro plan de trabajo de cómo queremos construir una agenda para la ciudad, justo así, de manera colaborativa y escuchando a las personas que la han diagnosticado durante años, dígase personas que han trabajo en organizaciones de la sociedad civil o los propios vecinos. Nos hemos juntado con muchas personas que trabajan en organizaciones y con personas que encontramos cuando vamos a brigadear y que nos cuentan sus preocupaciones, es ahí donde vamos conformando una plataforma, no solo de gente que nos apoya si no de gente que quiera involucrarse de manera activa en este movimiento.

 

En tu opinión, ¿Cuáles son los tres problemas principales de la CDMX?

Uno, que es el más general, es que ha gobernado sin tomar en cuenta la opinión de la gente. En este sentido, lo que nosotros queremos hacer es ejecutar un modelo de construcción de una agenda política y de gobierno que vaya enfocada a la democracia abierta desde este momento; incluso tomamos este proceso de recolección de firmas como el inicio de ese proceso, que es abrir y garantizar las vías, no solo de comunicación, sino también de participación, para que la gente pueda decidir sobre su propio destino porque ¿quiénes tienen un mejor diagnostico sobre cómo es su vida en la ciudad que los propios vecinos?

Es una ciudad que está llena de autos, que aunque ya se experimentan nuevas formas de moverse en ella, a la vez le seguimos muchos privilegios a quienes manejan y tienen acceso a un auto.

El segundo problema son las políticas ambientales, que se han quedado paradas. Entonces vivimos en una ciudad en donde casi todo el tiempo los niveles de contaminación están por arriba de los niveles saludables. Es un asunto que necesitamos abordar ya.

Esto nos conduce al siguiente problema que vemos en la ciudad de México, que es el más evidente: el problema de la movilidad. Es una ciudad que está llena de autos, que aunque ya se experimentan nuevas formas de moverse en ella, a la vez le seguimos muchos privilegios a quienes manejan y tienen acceso a un auto. Se sigue impulsando la idea de que lo que se construye se hace para la gente que tiene coche (los segundos pisos, los desniveles).


 

Partes del hecho de que hay que preguntarle a la gente, pero hay medidas que un gobernante tiene que tomar y que son totalmente impopulares: por ejemplo, el doble hoy no circula o los impuestos. Si preguntas, nadie está de acuerdo en pagar más impuestos…¿Qué medidas tomarías, aunque sean dolorosas, pero que son urgentes para la ciudad?

Una de ellas la acabas de decir. El hoy no circula y el doble no circula se deben implementar e incluso hay que hacerlos más rígidos, porque seamos sinceras, esta ciudad se está llenando de todo, pero la contaminación que existe en el aire es de verdad uno de los problemas más graves. Estoy de acuerdo contigo en que es una medida impopular, pero: ¿para quién? Para las personas que tienen esos privilegios. Y si los tienes pues hay que hacerse responsable de ellos y tomar en cuenta al resto de la población y a ti mismo, porque la calidad del aire afecta a todo mundo.


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También se deben hacer banquetas transitables, en donde se tomen en cuenta las necesidades de la gente que se mueve caminando y de la que se mueve en bicicleta. Seamos realistas: muchas veces el espacio que está destinado para las bicicletas es muy peligroso, porque vivimos en una ciudad que aunque quiere implementar esas políticas, termina confrontando a la ciudadanía, al peatón con el ciclista, al ciclista con otro ciclista, al motociclista con el automovilista, y se vuelve todo un ciclo. Me parece que tenemos que rediseñar esta ciudad con esa visión, hacia una ciudad más digna, más vivible y segura para todos.

En este sentido una ciudad es segura cuando una persona de 8 años y una de ochenta se sienten seguros en ella. Entonces los estás haciendo bien. Es el modelo 8-80 que en varias ciudades del mundo se lleva a cabo. Esto de las banquetas transitables, es parte de ello, sobre todo en una ciudad que puede colapsar en cualquier momento.

 

¿Cuál es tu posición al respecto del comercio informal?

Si no puedes garantizarle un trabajo digno a todas las personas, debes respetar las formas que encuentran para ganarse la vida, siempre y cuando no sea a través de la delincuencia o el narcotráfico. En ese sentido hay que garantizar que esas personas puedan seguir haciéndolo y encontrar un punto en el que se les pueda facilitar un lugar seguro de trabajo.

 

¿Cuál es tu posición con respecto al cuerpo de granaderos en la Ciudad de México para contener protestas?

No estoy de acuerdo con agredir a la gente que se manifiesta. Entiendo esta parte de proteger comercios y que de repente hay personas que en las manifestaciones se meten de la manera menos legitima, eso sucede, pero eso no se debe combatir con violencia.

 

La CDMX tiene mafias del narcotráfico, del transporte y de la piratería, por mencionar algunas. ¿Qué decisiones de política pública y de seguridad se deben tomar respecto a estos temas?

Hay que rediseñar el modelo de seguridad y las formas en la que se busca justicia
Creo que el modelo de seguridad actual tiene que cambiar hacia un modelo de seguridad ciudadana. No se puede seguir planeando la seguridad nada más de arriba para arriba. No creo que más seguridad sea igual a más policías o patrullas o más cámaras: esta lógica coloca a las personas como posibles criminales y eso no funciona. Hay que rediseñar el modelo de seguridad y las formas en la que se busca justicia. Hay que buscar a personas expertas que se han dedicado años a trabajar ese tema, así como a la ciudadanía, que es quien padece los problemas y conoce las zonas de mayor riesgo.

 

¿Por qué crees que una persona de setenta años que trabaja en el comercio informal en Iztapalapa se podría sentir identificada con tu propuesta?

Es algo que me he preguntado desde que empecé con este proceso. ¿Qué parte de mi podría representar a la gente? Para empezar, creo que todos estamos indignados con la situación nacional y local. No pretendo llegar y decirte que te puedo representar: la fortaleza de este proyecto es que te invito a ti a que construyamos esta representación juntos.

He platicado con gente que me dice que no se habían acercado a ellos salvo para pedirles el voto. Y cuando me preguntan qué es lo que les voy a dar, les respondo que nada, y al contrario, lo que les pido es que nos juntemos, que nos conozcamos, y que a pesar de que venimos de lugares distintos, entendamos que vivimos en el mismo lugar y que nos atraviesan las mismas injusticias. Aclaro: hay matices. Para invitar a alguien a este proyecto debemos partir también del reconocimiento de nuestros privilegios: yo soy una persona que tiene hogar, que no ha pasado hambre, que pude estudiar, etc., y eso me coloca en un lugar distinto a quien no tuvo la misma posibilidad de estudiar o que no tiene un techo digno. Pero lo importante es encontrar las coincidencias.

 

En este proceso diste un paso en tu experiencia como activista ciudadana a plantearte la posibilidad de formar parte de la clase política. En ese sentido: ¿Crees que todos los políticos son iguales? ¿Hay algunos que se salven?

Yo no me planteo la posibilidad de pertenecer a una clase política
Yo no me planteo formar parte de la clase política. Aunque gobernar es hacer política, así como hacer activismo es hacer política, esto no te coloca en ella. Este es uno de los puntos que debemos re-significar. La clase política nos ha robado la palabra política y su significado: lo que necesitamos hacer es resignificar ese ejercicio a partir de la gente común, como tú y como yo. Porque ¿Quién puede representar mejor a la gente que una gente común? En ese sentido yo no me planteo la posibilidad de pertenecer a una clase política, por lo menos como la conocemos en este país: corrupta, que se sabe impune y dispuesta a todo para mantenerse en el poder.

 

Entonces, ¿todos los que gobiernan son iguales?

Yo creo que existe un pacto de impunidad en este país y que ahí si podemos meter a muchísimas personas, no importa el color del partido al que pertenezcan. Creo que dentro de las estructuras partidistas hay gente que vale mucho la pena y que no está dispuesta a vender sus ideas: me refiero a la base, a la militancia de la que se han olvidado.

 

¿Crees que puedes ganar?

Si

 

¿Cuántas firmas has juntado, más allá de tus avales?

No tengo la cifra exacta, pero son miles. En cualquier caso, necesitamos 75 mil, y se supone que tenemos 120 días para juntarlas, pero nosotros tenemos menos por el asunto del sismo y que no recuperaron esos días para las personas que nos registramos en ese periodo. Es un reto enorme, pero las redes podemos tejerlas.

Aprovechando tu pregunta me gustaría hacer una invitación a la gente, no solo para que apoye a un proyecto independiente como este, sino para pedir su permiso para aparecer en la boleta. Y si quieren ayudarnos, que se registren como auxiliares para recolectar firmas, para después sentarnos a debatir juntos las propuestas.

Existen experiencias de candidaturas independientes a diputaciones locales que han sido exitosas En ese contexto, ¿Por qué has optado por la ciudad -un reto enorme- y no por una candidatura local?

En este proceso nos sentamos a analizar todas las posibilidades, y si, tienes razón: una candidatura local era más viable. De hecho más adelante nos presentaremos como plataforma en ese sentido. Sin embargo, me parece importante disputar los grandes lugares. Lo que creemos, en resumen, es que la gente común puede representar mejor a la gente.  

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Entrevista: César Ruiz Galicia

Fotografía: Santiago Bexde

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