Coordinar las rebeldías: Un foro por la autonomía de los Pueblos del Sur
Por Paloma de Dinechin
Durante tres días del fin de semana recién pasado, la ciudad guerrerense de Cuajinicuilapa acogió un foro peculiar; “El foro de movimientos sociales del sur hacia la nación”. Peculiar, ya que reunió además de integrantes de diferentes movimientos sociales estatales, dos mundos a la vez cercanos y alejados: académicos e intelectuales.
Entre las doscientas personas presentes, estaban más de treinta organizaciones sociales guerrerenses, así como estudiantes que vinieron a formarse políticamente, con el estatuto de “asistentes” del foro. Todos estos movimientos sociales comparten una importante lucha por la dignidad humana y por la autonomía.
Para llegar a Cuajinicuilapa, habían hecho hasta 13 horas de viaje con dinero de sus bolsillos, ya que el foro se organiza de forma autogestiva. Efectivamente, la Unisur – Universidad de los Pueblos del Sur – la principal convocante del evento, se autofinancia y está pasando por una época difícil, debilitada por 10 años de lucha a favor del reconocimiento estatal, el cual no se ha obtenido hasta la actualidad.
A pesar de condiciones de acogida límites, intelectuales de la Red mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales y otras unidades académicas se juntaron con los activistas e integrantes de diversos movimientos sociales campesinos e indígenas para pensar una agenda común frente al proceso de despojo y criminalización actual del Estado “que no descansa y se organiza” según Sergio Tamayo, uno de los coordinadores de la red.
Para abrir el evento, José Joaquín Flores Félix, rector de la Unisur declaró: “Nosotros somos mayoría, los que explotan son solamente unos cuantos, nuestro propósito es que los que están dispersos se sientan fuertes, para hacer frente común, nuestra utopía es crear una nación para todos”. Y también se dirigió a los académicos con estas palabras “la realidad tiene que invadir vuestros corazones”.
En los diferentes debates que tuvieron lugar, la necesidad de converger de estos diferentes actores comunitarios apareció como una primera medida urgente. Todos tienen el mismo enemigo: El Estado. Por tanto, también la misma lucha a distintos niveles: la soberanía popular, es decir que el pueblo detenga el poder de decisión en su territorio. Aun así, al encontrarse, todos se dieron cuenta que luchan también contra la falta de coordinación y sus propias diferencias, las cuales fragmentan las posibilidades de mantenerse fuera del alcance de la violencia institucional.
Durante el encuentro se presentaron dos movimientos en conflicto; la UPOEG (Policía ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrerro) y la CRAC (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias). Pero aún con sus diferencias, nada impidió que en el foro ambos representantes pudieran expresar sus inquietudes y emplazar constructivamente sus intenciones. Pero lo cierto es que estos dos movimientos no hacen un frente común contra las intimidaciones del Estado.
Valentín Hernández, asesor de la CRAC (Policía Comunitaria) mencionaba que las mismas asambleas democráticas de la CRAC son las que se oponían a hacer frente común con la UPOEG, por diferencias ideológicas. En realidad, entre las dos organizaciones existen rivalidades y ambiciones territoriales que no son compatibles ya que las dos pretenden cumplir un papel similar.
La gran pregunta: ¿Cómo coordinar las rebeldías?
Para favorecer la coordinación entre los movimientos sociales convocados se discutieron cuatro ejes a lo largo del encuentro: Educación y cultura; justicia y seguridad; territorio y recursos naturales; ciudadanía y derechos humanos.
La complejidad en las funciones de la CRAC ejemplifica el valor de dividir el encuentro en esos ejes temáticos. La acción de los policías comunitarios, que hace dos décadas se limitaba a la justicia, con el tiempo se fue ampliando hacia “todas las afectaciones que tienen lugar en su territorio”, tal como menciona Valentín, asesor de la CRAC.
Ello abarca desde proteger un río que da agua al pueblo hasta pensar una forma de evitar que los refrescos sean una mercancía omnipresente en el territorio aumentando los aspectos negativos que ello implica (basuras, obesidad, etc). Objetivos a largo plazo de la CRAC, que difícilmente se pueden alcanzar a menos que se consoliden los lazos con otros movimientos sociales, como las escuelas campesinas. Esta fue una cuestión que el foro pretendía impulsar y fortalecer.
A su vez, las diferentes plenarias permitieron poner en evidencia diversos problemas que los movimientos sociales tienen en común. Por ejemplo, la infiltración de los aparatos represivos del Estado en sus territorios autónomos. Cirino Plácido Valerio, mixteco que fue uno de los fundadores del ‘Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena’, acusó a los militares de vestirse como geólogos en el territorio de Oaxaca para encontrar oro y extraerlo mediante sofisticados procesos (como con la ayuda de helicópteros). Ahora bien, aunque el Estado utiliza una alta tecnología con el fin de espiar a los movimientos sociales, Cirino ponía en evidencia que cuando un homicidio tiene lugar “el pueblo sabe lo que pasó y el estado no sabe nada”. Cabe recordar que estamos en un contexto, en el que el 90% de los crímenes quedan impunes.
Otros hablaron del pretexto de la lucha antidroga para penetrar a territorios autónomos
Patriarcado: El enemigo interno
Los reclamos no solamente se hicieron al Estado, las mujeres tomaron la palabra para poner de manifiesto su marginalidad y la violencia a la que están sometidas en una sociedad fuertemente patriarcal. La ‘Red de Mujeres Guerrerrenses Afromexicanas’ recordaron los feminicidios en repetidas ocasiones. Pero también pusieron sobre la mesa problemáticas como el acceso de la mujer a la tierra, ya que esta por lo general, accede a la propiedad solamente mediante el matrimonio. Las tierras de los padres van a mano de los hijos varones de la familia. Camila, madre de familia en Cuajinicuilapa y egresada de la UNISUR en un discurso emocionante se dirigió a los hombres con firmeza; “déjennos acompañarlos a donde vayan… déjennos luchar con ustedes”.
El foro también fue la ocasión de abordar las problemáticas que subyacen a las elecciones del próximo 2018. Según el propio Cirino “No sirve para nada hacer explotar a Peña Nieto. El cambio de presidencia solo es un cambio mediático, nada cambiaría para la población”, insinuando que la violencia del estado es un problema estructural en México y haciendo referencia a Andrés Manuel López Obrador de MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), candidato que para muchas personas representa una transformación en México desde lo electoral.
Cherán también estuvo presente.
El interés de los movimientos sociales entre sí, se ha podido ver en los puestos de venta. En el que estaban expuestas artesanías y libros. Entre ellos, destaca la reciente publicación de “Cherán K´eri, 5 años de autonomía”, libro que fue presentado por Juan Jerónimo, comunero purépecha de Cherán. Tal instancia permitió dar a conocer a este territorio de 18 mil habitantes y su autogobierno. Asimismo, en la presentación del libro se dieron a conocer muchas particularidades del caminar de esta comunidad indígena y autónoma, funciones de sus estructuras políticas y la forma en que han resistido a los embates del gobierno. Una particularidad de este libro es que está escrito a varias voces y manos, tanto como de comuneros de Cherán como por acompañantes de este proceso.
Así es como este foro permitió a los movimientos sociales conocerse entre sí y a los académicos sentarse frente a la realidad. Los activistas, a su vez, tuvieron dificultades para encontrar acuerdos concretos y darle forma al ideal y tan lejano “frente común”. Es la dispersión de las luchas cercanas que ha podido observarse. Como lo resumía el asesor de los policías comunitarios Valentín Hernández, “aquí estamos todos de acuerdo, nos gustaría que cayera el Estado y hacer un gobierno del pueblo, pero por el momento gobernamos nuestros espacios de libertad”. Una idea a la que Cirino termina de darle forma; “Porque ¿Cómo podemos pretender hacer un cambio político si no sabemos gobernar ni nuestros espacios?”.
Eso es lo que cada movimiento hace por su lado en estos momentos, aprender de los otros y consolidar sus procesos de autonomía. Para resolver las dudas y las diferencias que les impiden gobernar juntos habrá que esperar un próximo foro, que se llevará a finales del presente año. Aun así, este encuentro permitió un acercamiento necesario en un estado inundado por la violencia y el despojo. En este contexto, tan sólo reunirse es un gran paso de resistencia.