Toda la fama, sin responsabilidad: las promesas rotas de los influencers
Esta es una historia de poder, dinero, ego y responsabilidad. La fotografía de una industria desesperada, persiguiendo siempre el brillante nuevo objeto1shiny new object. El momento de una nueva generación de líderes de opinión que han preferido ser poco menos que modelos glorificados, en un momento crítico para la historia de México y siendo la consumación de años de promesas rotas. No fueron la excepción de la regla.
¿Cuales promesas? Puede ser desde la vulgar idea de que la Internet democratiza las ideas y que todos tenemos un megáfono, desde el estudiante hasta el millonario, de igual valía. O la armonía de la aldea global y las comunidades de nicho que proponía Marshall McLuhan antes de la creación de la world wide web. O los famosos quince minutos de fama sumados a dejemos de hacer famosa la gente estúpida, porque en realidad, el ascenso meteórico de figuras que no son más que la segunda venida de Adal Ramones (!)2¿Nombres? Callo de Hacha, Werevertumorro, Wereverwero, Cajafresca, Caeli, DebRyan no ha mejorado la calidad de la conversación mediática y social en nuestro país. Sumaría también, para decirlo entre líneas, dejemos de hacer millonarios a los youtubers.
Hay casos de figuras que intentan hacer experimentos bien intencionados que al final no acaban de cuajar, como:Chumel Torres es un éxito [la crítica a la calidad es aparte] y ha llegado a HBO con el grave error de que su producción ha tomado blancos fáciles (¿Maduro? ¿En serio?), posiciones tipo explicador [muy básico] de temas que deberían estar en otro nivel dada la plataforma y tratado de abarcar a toda América Latina, aunque eso más bien es un problema endémico de los canales de cable, ya que su presencia suele no estar con matriz en México y la visión es también para el resto de América Latina. Hay que sumarle que Chumel, el hombre, ha declarado que es un comediante, huyendo así de una responsabilidad moral única.
Yuya es una de las celebridades-hechas-en-YouTube más grandes a nivel mundial. Es más, su audiencia es mayor a la de sus contrapartes inglesas y estadounidenses. Con la diferencia de que, por ejemplo, Michelle Phan tiene una línea de cosméticos entera y Yuya tiene publicidad mal encubierta de zapatos Andrea. ¿Por qué, si tiene más números? La audiencia de Phan, estadounidense, es más valiosa por su poder adquisitivo para los anunciantes. Yuya ha intentado evadir cualquier influencia social sobre sus fanáticos, con ligeros contenidos de autoayuda o aceptación (nunca contundentes) y más bien posicionándose en el submundo de tutoriales, algo que YouTube aprovecha para venderse como una plataforma dónde la gente aprende nuevas habilidades (como técnicas de maquillaje), día con día.
Werevertumorro dice que sólo quiere hacernos reír. Otro que intenta ser comediante. Su narrativa personal es ideal para los estudiantes de comunicación que no gustan de leer, escribir, hacer radio o clavarse en lo visual. Una especie de rayo de esperanza para aquellos que simplemente quieren compartir su alegría con la audiencia, estar a cuadro, hacer comedia. Pero al menos Gabriel ha roto esquemas, hecho justicia a su rol de influencer y sus 13 millones de suscriptores y ha aprovechado su fama para jugar fútbol profesional…de segunda y salir en El Tenorio Cómico. O aprovechar para invitar a votar por el PRI en las elecciones de Guadalajara de 2015, durante veda electoral.3https://terceravia.mx/wp-content/uploads/2017/05/11059247_10153108130793089_2435791143460749409_o-169x300.jpg 169w, https://terceravia.mx/wp-content/uploads/2017/05/11059247_10153108130793089_2435791143460749409_o-432x768.jpg 432w, https://terceravia.mx/wp-content/uploads/2017/05/11059247_10153108130793089_2435791143460749409_o-400x711.jpg 400w" sizes="(max-width: 576px) 100vw, 576px" />
Casos como el de Chumel no son tan condenados, salvo por mero esnobismo intelectual. Al final, algo de Chumel es mejor que nada de Chumel, ya que la agenda de contenidos de El Pulso o su show en HBO mantienen cierto rigor (no hay fake news), más allá de la calidad del humor. Tampoco le afecta que con [justa razón] el ánimo de las redes sea anti Peña y anti PRI, mismo ánimo del que ahora se nutren sitios antes apolíticos como Sopitas.com. ¿Es popular estar #woke?
Hace unos meses comentábamos en Tercera Vía acerca del verdadero potencial de las plataformas digitales contra dos tecnologías que la mayoría de los mexicanos tienen en casa: la radio y la televisión convencionales. Ambos canales de distribución se encuentran en relativa oscuridad debido a su adherencia a modelos establecidos desde que Luis de Llano Palmer y el Tigre Azcárraga estaban vivos; un programa de revista para las mamás, la telenovela estelar, variaciones de programas de variedad (de La Voz a Siempre en Domingo hay dos pasos) y noticieros.
¿Es rentable llevar influencers a los medios convencionales?
Radio Fórmula ha tomado una polémica decisión al quitarle media hora de programa a Maxine Woodside y otorgarla al espacio de La Una, que básicamente es un repositorio de microcelebridades (en el caso de Tamara de Anda, Antonio Attolini, Karla Rivera y Ricardo O’Farrill) y personajes con un tanto más de notoriedad mediática como Los Super Cívicos, el mismo Chumel Torres y el vloggero Callo De Hacha, cuya frase estelar (y URL de YouTube) es Kaboom Perras, además de contar con 462 mil seguidores en Twitter, red social donde se define como “periodista y feminista mexicano”.
A pesar de que Tamara De Anda (@plaqueta en Twitter) es una periodista mexicana con una carrera envidiable para otros millennials, además de que tuvo decenas titulares en semanas recientes debido a su denuncia contra un taxista que la acosó verbalmente, su conteo de seguidores en Twitter es de 37 mil. Antes de las celebridades, políticos y deportistas, las agencias de publicidad veían en cuentas como @plaqueta el nicho origina de los influencers. Su influencia era estadísticamente limitada, pero al hablarle a la audiencia de manera directa y tener mayor credibilidad que la cuenta de una marca o una estrella de la tele, algunos clientes cayeron en que comprar decenas de influencers (por allá del 2009) era una estrategia rentable. Era un voto de confianza a que la conversación en la red guardaría cierta calidad, sin darnos cuenta que la república tuitera no era más que un espejismo consecuencia de privilegios tecnológicos, económicos y sociales. Era natural que los primeros cientos de miles de power users de Twitter en México fueran más bien personas ligadas a medios de comunicación, consultoría, la industria creativa, las artes y el diseño.
Hasta que llegaron los celebridades de la televisión y revistas del corazón. Peor: hasta que llegaron los youtubers. Los 37 mil seguidores de @plaqueta o incluso los 157 mil de Eduardo Arcos (@earcos), fundador de Hipertextual y de los primeros tuiteros en español, palidecen si los comparamos con el casi medio millón de Callo de Hacha, los 8.44 millones de Yuya y los 7.77 millones de Werevertumorro. Por ejemplo, a la hora de editar este artículo, el siguiente tuit de Yuya tenía casi 3.6 mil retuits:
Todo tú.
— Yuya (@yuyacst) May 14, 2017
Callo de Hacha no es nuevo en el ambiente vloggero. Es parte de la generación que mencionamos al principio, aquella de influencers que han fallado a la sociedad, y más cercano a los treinta que a la juventud de su audiencia. Su nombre real es Jorge Avilés y ha declarado en una penosa entrevista a MásPorMás que le encanta ser un provocador además de estar en contra de lo políticamente correcto porque la gente no puede opinar a gusto. Gente como los machistas, misóginos y clasistas. Gente como Callo de Hacha.
Stop making stupid people famous. https://t.co/ED8Njm1sWT
— Marion Reimers (@LaReimers) February 22, 2017
El contexto del tuit anterior es la queja de Marion Reimers de FOX Sports acerca de las opiniones de provocador Callo de Hacha sobre la disculpa que ofreció el gobierno de México a tres indígenas hñähñu, que estuvieron encarceladas tres años al ser acusadas por el secuestro de seis agentes federales. En el evento donde se pidió la disculpa pública, Estela Hernández (hija de Jacinta Francisco, una de las indígenas hñähñu) exclamó “Hoy nos chingamos al estado”.
El locutor de Radio Formula, primero por el bloque de La Una (generado por la compañía consultora de Chumel Torres, por cierto), y ahora en el espacio que ha dejado El Panda Zambrano, dijo lo siguiente:
Si el discurso de las indígenas inocentes no hubiera sido de odio y resentimiento hubieran logrado mucho más. Pero como siempre, no fue así.
Escucha nuestro podcast
— Callo (@callodehacha) February 22, 2017
Si es complicado comprender porqué el locutor de Grupo Fórmula está equivocado, este tuit puede ayudar.
Para Sergio Zurita, dramaturgo y locutor, el caso de los influencers en Radio Fórmula le parece una oportunidad única, pero para Chumel Torres. Take the money and run, dijo el titular de Dispara Margot dispara como sugerencia a la estrella de El Pulso de la República. Lo cierto es que resulta complicado medir que le abonan una serie de figuras sin tablas de radio a una cadena radiofónica ligada con un público mayor. Obviamente un planteamiento puede ser el traer una audiencia más joven ¿a la 1 de la tarde? ¿Para qué si la ventaja de los youtubers y demás es que su contenido está bajo demanda?4Disponible en cualquier momento
¿Será subir sus números en redes? Tampoco ha sido una misión exitosa. Al momento de editar este ensayo, en el canal de Fórmula en YouTube hay un vídeo reciente del espacio de Los Supercívicos en La Una con sólo 2 mil reproducciones, mientras que en el canal propio del grupo encabezado por Arturo Hernández hay un vídeo de hace cuatro día con 28 mil reproducciones. Un vídeo de Callo de Hacha entrevistando a Alfredo del Mazo, del 12 de mayo, tiene a 3 días sólo 2650 reproducciones.
Un clip de Chumel en Fórmula, tiene de 26 mil a 46 reproducciones. Un vídeo de hace cuatro días de El Pulso de la República tiene más de 400 mil reproducciones. Los clips de Mientras Tanto en México (con Karla Rivera) en Fórmula fluctúan entre las 1800 y 4900 reproducciones, mientras que el canal de Mientras Tanto en México tiene picos de 79 mil vistas, con promedio de 30 mil reproducciones por vídeo.
El éxito de estos influencers, porque Fórmula está poniendo en la misma canasta los números de Attolini (36 mil seguidores en Twitter) con los de Chumel Torres, en ningún nivel se ha pasado al espacio monetizable de YouTube. En Facebook, los números son un poco más altos en todos los vídeos de Fórmula pero se mantiene la tendencia.
Por diferencias con la gerencia de Grupo Fórmula, José Antonio “Panda” Zambrano dejó su espacio nocturno habitual, uno de tremenda popularidad en la radio de la CDMX. Según el análisis de El Economista, el Panda Show estaba entre los cinco más populares de todo el FM capitalino y “arrebataba 0.28 puntos de rating a la televisión”. En corto: Panda Show era un monstruo y una anomalía de la radio. Gabriel Sosa Plata, experto en medios, declaró a El Economista que la entrada de los youtubers a Fórmula y el otorgar dos horas a Callo de Hacha es un experimento rumbo a 2018 para captar jóvenes.Y la apuesta de una compañía gigante de la radio chilanga es poner a un misógino al aire.
Los números que vemos en YouTube pueden dar un indicio de dos cosas, a) el improbable caso de una horda de jóvenes consumiendo radio FM en vivo y por ende, no dan vistas o plays a los vídeos en YouTube, b) las audiencias de estos influencers han decidido ignorar el experimento, están contentos con Chumel en YouTube.
¿Para qué molestarse en checar la radio?
Posdata personal
Al principio hablaba de las promesas rotas de los nuevos líderes de opinión. Su renuencia a volverse seres políticos. La bajeza de no asumir una postura rumbo a los problemas de México, el 2018, al ser más o menos jóvenes y tener una audiencia todavía más verde. ¿Por qué no decantarse por el mejor candidato(a)? ¿Por qué no establecer en su estilo el que sus fans hagan voto inteligente e informado?
Incluso podría ser algo tan sencillo como recomendar fuertemente el ir a votar y hacer valer su voz en una de las decisiones más importantes del país. O incluso empoderar a la audiencia, no solamente hacerla reír. Desde lo más básico hasta el nicho.
Le huyen, no comprenden, no quiere problemas. O se venden como Werevertumorro y cierran el círculo al evadir responsabilidad y estar en la gira de El Tenorio Cómico con los Mascabrothers.
Es lamentable. Opino que deberíamos verlos tomar posturas, pero insisto, tomando responsabilidad de su popularidad e influencia. No sólo para venderle bloques a Fórmula o recibir tenis Puma de regalo.
Yo también llegué a tener una mala imagen de los YouTubers. Hasta que me tocó trabajar con uno de los pocos que ve su fama como un vehículo para un proyecto de vida. Que tiene 100% de empresario y 0% de modelo que quiere salir en la barra PM de Canal Cinco. Vi que desde un tuit a las 2 de la tarde hasta una foto en Facebook significa chamba. Que muchas veces, los mismos monos que vemos en los vídeos se desvelan para acabar de editar en Final Cut y una Mac lenta. Lo mejor de todo es que en ese equipo siempre se buscó dar un buen mensaje a la audiencia. Desde lo básico como el hecho de dejar propina, hasta lo mágico de vivir experiencias viajando, así como las maneras de lograrlo. Aunque yo y mis dos amigos ya no estamos en dicho equipo, veo que nuestro amigo youtuber sigue generando contenidos propositivos.
Y claro, tampoco es darle bola , ya que hay canales, que si bien no dicen por quién votar, tratan de regalar información que empodera a su audiencia. Bien por los buenos. Más de esos.
Referencias
↑1 | shiny new object |
---|---|
↑2 | ¿Nombres? Callo de Hacha, Werevertumorro, Wereverwero, Cajafresca, Caeli, DebRyan |
↑3 | https://terceravia.mx/wp-content/uploads/2017/05/11059247_10153108130793089_2435791143460749409_o-169x300.jpg 169w, https://terceravia.mx/wp-content/uploads/2017/05/11059247_10153108130793089_2435791143460749409_o-432x768.jpg 432w, https://terceravia.mx/wp-content/uploads/2017/05/11059247_10153108130793089_2435791143460749409_o-400x711.jpg 400w" sizes="(max-width: 576px) 100vw, 576px" /> |
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1 comentario
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