Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Nuestra Carta Magna es la norma fundamental que rige a México, al establecer los derechos y obligaciones de los ciudadanos al tiempo que pone los límites y atribuciones en la forma de organización política de nuestra Nación, entre otras cosas, indica las relaciones entre los poderes de la federación, estableciéndolos entre los tres órdenes de gobierno. Es la Constitución el pacto fundacional de la nación mexicana donde se establecen las aspiraciones, los intereses y los objetivos precisamente nacionales.
La Constitución se integra por 136 artículos distribuidos en nueve títulos y que incluyen 19 transitorios; se divide en dos grandes partes conocidas como dogmática y orgánica, en la primera se asientan las garantías individuales y en la segunda se encuentran los elementos referidos a la división de los Poderes así como el funcionamiento del Estado Mexicano.
Se promulgó el 5 de febrero de 1917 en el Teatro Iturbide de Querétaro y se convirtió en la Constitución más avanzada del mundo al integrar derechos sociales, como educación, salud y tenencia de la tierra. El cuerpo legislativo sintetizó los ideales revolucionarios que movilizaron a Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Francisco Villa, Emiliano Zapata por mencionar algunos y esos ideales se plasmaron en un texto que aglutinó derechos político, civiles y sociales Lo que distinguió y distingue a nuestra Constitución es su carácter programático, al establecer acciones sociales que se definen por su compromiso con la igualdad entre las personas que habitamos este territorio nuestro.
Por lo tanto, es fundamental conocer la Carta fundamental que rige y asienta las bases de nuestra organización política y facultades como individuos y colectivos. En la medida que se comprenda la Constitución habrá mayor discernimiento sobre el Estado en la nación y su dirección para el futuro. Por ejemplo, un factor que causó la primera fase de la Revolución Mexicana fue la reelección en sucesivas ocasiones del Gral. Porfirio Díaz, motivo por el cual Francisco I. Madero lanzó el “Plan de San Luis” que concluyó con la renuncia de Díaz y que llevó a Madero a la Presidencia de la República; este tema se expresa en el artículo 83 e indica que cualquiera que haya ocupado el cargo de Presidente no podrá por ningún motivo volver a ocupar ese puesto.
Un documento tan importante debe ser conocido por la ciudadanía y en particular por las nuevas generaciones, con ello se fomentará una mayor cultura cívica y jurídica nacional. Hay trabajos de investigadores que analizan artículo por artículo la historia, significado y alcances jurídicos y sociales de nuestra Constitución; otros se centran en su construcción y lógica jurídica; otros más analizan los procesos sociales, económicos y culturales que generaron las diversas reformas que experimentara nuestro contrato social. En la línea de divulgación hay trabajos excepcionales para acercar este documento y explicar la importancia de su lectura y su análisis. En ese marco, una modesta aportación de quien suscribe estas líneas es una que a modo de cortometraje, el cual puede encontrarse en www.facebook.com/FdzWaldo, explica a los niños y en general a personas de todas las edades la relevancia de la Constitución en nuestra vida diaria.
Tras un siglo de haber sido promulgada la Constitución ha sido reformada más de 200 ocasiones. Debe anotarse que si bien hay cambios al cuerpo constitucional, lo cierto es que una reforma es algo complejo, al requerir el voto de dos terceras partes del Congreso de la Unión además de ser aprobada por la mayoría de las legislaturas estatales.
Existen retos para la Constitución y con ello para el Legislador, entre los más apremiantes legislar ante las transformaciones de un mundo globalizado, para que nuestras bases jurídicas estén acordes a una realidad distinta; tenemos un documento vigente, que mantiene su esencia social, que debe conocerse, y en su caso reformarse para dar capacidades a la nación de enfrentar otra centuria.