Ana Tijoux: Cantar para combatir la discriminación
Ana Tijoux, es la rapera más importante de todo el mundo, de acuerdo a Newsweek. El lunes en la noche estuvo en el Foro FIL; que cada año alberga a la expresión musical de los invitados a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara. La segunda feria más importante del mundo.
En esta ocasión en su trigésimo aniversario, la Feria decidió tener como país invitado a Latinoamérica. Los artistas que están agendados en el Foro FIL son de diferentes países del continente. Tijoux, abrió el Foro con una actuación que apeló a la unidad, a la erradicación de la violencia de género y a la no discriminación.
Antes de Tijoux, abrieron el escenario Arreola y Mardonio Carballo, que combinan la poesía, el hip-hop, el bajo y la batería.
Carballo encendió a la gente que lo escuchaba y afirmó que para bailar también se resiste. Cada brinco y nota cantada eran un símbolo de la libertad. Mientras que Arreola sentenció al público:
Si ustedes en Guadalajara, en 2016, aún creen en todo lo que le dicen
Después de esa amenaza, los requintos y notas desobedientes se entonaron a manera de reclamo e incluso de regaño, para aquellos que en 2016, creen en todo lo que dicen.
Uno de los momentos álgidos de su presentación, fue cuando por medio de la música le cantaron al amor, el amor entre hombre y mujer, entre hombre y hombre y entre mujer y mujer.
Al momento de entrar Ana Tijoux, el público subió de decibeles los gritos y aumentó la frecuencia con la cual se movían para comprar una cerveza. Ella empezó entonando: Yo solo quiero caminar con dignidad para recuperar la libertad.
Qué chida música @anatijoux pic.twitter.com/9pt0PBUSMq
— Carlos Aguirre Arias (@caguirrearias) November 29, 2016
Con su rap, sin tornamesa y con trombón y saxofón, se escuchó un reggae-rap rebelde, alegre, sentido y vibrante.
Después de algunas canciones que emocionaron a los escuchas, Ana pronunció unas palabras sobre Latinoamérica y la unidad:
Latinoamérica es un sólo país con una sóla música
Somos un país-continente lleno de un abanico de colores en el cual nos amamos en la diferencia y nos aceptamos en la similitud
Hoy día nos reúne la palabra. Esto es un diálogo permanente de las artes. En cada lugar somos hermanos de la escritura
Somos hermanos resistentes
Y después dedicó la canción a las madres de los desaparecidos e invitó a todos a sacar la voz, con su tema: Respira.
Mientras transcurría el concierto, sus letras se metían en los oídos de la rebeldía que cada uno de nosotros lleva dentro. Tijoux se planteó la duda ¿Cómo sería este mundo sin capital? y dijo que no hace música para caer bien ni para vender discos, porque no es publicista.
En medio del concierto, la rapera chilena recordó una canción de Víctor Jara, por atrás alguien gritó: Viva Víctor Jara, y en la voz de Tijoux renació, como un milagro musical. Entonó Luchín, la historia triste de un niño que come tierra y gusanos.
Si hay niños como Luchín
que comen tierra y gusanos
abramos todas las jaulas
pa’ que vuelen como pájaros
con la pelota de trapo
con el gato y con el perro
y también con el caballo.
Al despedirse, invitó a todos a formar una lucha colectiva antipatriarcal y mientras se escuchaba la canción que hace protesta por la igualdad de género pasaba por mi mente el mensaje de una Latinoamérica unida, de un lugar donde conviven las artes para comunicarse y relacionarse. Pensaba en la música como ese motor de las ideas y de la protesta, pensaba en la valentía detrás del vestido verde y la chamarra de cuero, pensaba en la batalla de cada canción en contra del imperialismo, del machismo, de la desigualdad y de la discriminación.
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Esa fue Ana Tijoux en Guadalajara, que nos enseñó a combatir la discriminación, la violencia y promover la unidad a través de una canción:
"No permitiremos más, más tu doctrina del shock", dice Ana Tijoux (@anatijoux) en #FILGuadalajara30 pic.twitter.com/gOnfonNLyZ
— Cultura.UNAM (@CulturaUNAM) November 29, 2016