“Paz va a acabar siendo un póster Warhol o un mueble Duchamp”: Víctor Manuel Mendiola

El escritor Víctor Manuel Mendiola* (Cd. de México, 1957) ha dedicado una parte fundamental de sus reflexiones a la obra de Octavio Paz. Su ensayo El surrealismo de Piedra de sol, entre peras y manzanas (FCE, 2011) es esencial para realizar un abordaje crítico al pensamiento poético del Nobel mexicano, a través de una piedra angular de la poesía mexicana como lo es “Piedra de sol”. Si bien, cuando hablamos de un autor como Octavio Paz, debemos tener presente que en torno a su imagen se concentran diferentes perspectivas, contradictorias y polémicas. De tal manera, el autor de El laberinto de la soledad se ha convertido en una efigie en la que se inscriben mitos, prejuicios, posturas ideológicas, adhesiones y rechazos. ¿Pero quién es Octavio Paz realmente? Este martes 28 de junio (en punto de las 19:00 hrs) en Casa del Poeta Ramón López Velarde, Víctor Manuel Mendiola, Verónica Volkow y José María Espinasa participarán en la mesa de discusión titulada “Reflexión sobre la obra y figura de Octavio Paz en el campo intelectual”, evento que será el cierre de las jornadas Crítica y Pensamiento sobre la poesía y la narrativa en México. Como punto de inicio de lo que será una enriquecedora discusión, Víctor Manuel Mendiola charló en exclusiva con Terceravía.mx al respecto del tema.

¿Quién es Octavio Paz hoy en día?

En realidad, aunque podamos pensar todo lo contrario por la publicidad y el ruido admirativo o envidioso en torno a su figura, un escritor secreto.

Todo mundo conoce el nombre, todo mundo sabe algún título de su obra, muchos todavía recuerdan que ganó el premio Nobel y algunos medio saben que es un poeta, pero son muy pocos los que conocen su obra y comprenden la profundidad de su mensaje. ¿Cuál es ese mensaje? Esencialmente, que la poesía, igual que la filosofía y la religión, tiene una respuesta para los grandes problemas no sólo del hombre en general sino para el hombre de esta sociedad dividida, tecnológica, babilónica y sólo interesada en el consumo. Para él, la poesía no es un ejercicio verbal, retórico, lingüístico, como creen ciertos críticos argentinos y uruguayos. Para él, la poesía es un lugar trascendental donde, a través de las formas puras del lenguaje, el hombre mira el mundo y se mira.

¿Cómo acercarnos a la obra de un autor como Paz? Es decir, ¿cómo abordar con justicia una obra en la que gravitan diferentes tipos de prejuicios, tanto estéticos como ideológicos?

La mejor manera para acercarse a la obra de Paz es, obviamente, leyendo sus principales obras. Esto suena fácil, pero no lo es tanto. Si tomas en cuenta que ahora el lector prefiere las lecturas rápidas, fragmentadas y llenas de lucecitas, leer a un autor como Paz, que te demanda poner en juego toda tu atención sin muletillas, no es fácil. Desde luego, ésto se aplica a Paz y a cualquier otro autor con ideas y con forma. Los autores verdaderos y muy buenos, siempre te proponen una forma y esa forma no es asequible inmediatamente. Tienes que hacer un esfuerzo para apropiarte de ella y, al hacerlo, entras en sus ideas. Los malos autores no tienen forma, son nada más “contenido”.

¿Podríamos pensar que Octavio Paz, en los últimos años, se ha convertido en un autor incomprendido?

Incomprendido no. Cada vez menos conocido, aunque el ícono mediático está en los medios. Casi seguro, Paz va a acabar siendo un póster Warhol o un mueble Duchamp.

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¿”Piedra de sol” sigue siendo una influencia para las nuevas generaciones?

Me da la impresión de que no. Las nuevas generaciones están interesadas en eso que llaman las nuevas formas de la poesía, que en realidad no son nuevas formas ni son poesía, sino toda clase de performance y juegos en video; el mundo de la imagen frívola, sangrienta, ridícula y pornográfica. Por otro lado, en la poesía contemporánea, como en el resto de las artes, cada vez domina más una visión tecno-populista. En esta tendencia o tendencias, un híbrido como Piedra de sol difícilmente puede ser comprendido de manera adecuada y sobre todo leído. Este poema, como ya expliqué en mi ensayo, El surrealismo de Piedra de sol, entre peras y manzanas, es un viaje entre la poesía y la prosa, entre un discurso lineal y otro simultáneo, entre lo clásico y lo vanguardista, entre la movilidad y la inmovilidad.

¿Cómo se está leyendo la obra crítica de Paz actualmente?

Igual que la poesía, mal. A Paz le está sucediendo un poco lo que le ha sucedido a Borges en Argentina. La admiración oculta rechazo o complejos.

En torno a la figura de Paz existen tanto simpatías o adhesiones, como muestras de hostilidad. ¿En su opinión, cuales son los motivos del rechazo a su figura?

Causa, como ya dije, oposición inconsciente o complejo. Como en el caso de Borges, otra vez, inhibe a los artistas del tecno-populismo y de la cháchara dialéctica. En ellos, en Paz y en Borges, la poesía es un viaje intelectual por las pasiones fundamentales del hombre. Y este viaje, como en general ocurre con todos los muy buenos poetas, sólo es posible gracias a la posesión de un arte enorme.

¿Cuál es el mayor legado de Paz?

Su poesía, que nos ha dejado comprender que “todo es puerta / sólo basta la leve presión de un pensamiento”.

* http://victormanuelmendiola.com/

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