Sanjuana Martínez
En recuerdo de Francisco Pacheco Beltrán,
asesinado en Taxco
La compañera de afanes periodísticos, Sanjuana Martínez, publica en su colaboración de este lunes (25 de abril), en el portal Sin Embargo, su columna con el título: El honor de Jesús Ortega. Ironías de la vida. Ya que el esfuerzo de investigación de una se contrasta con el afán politiquero del otro. Pero vayamos a lo central.
En diciembre de 2013, la analista presentó en dos entregas algo que llamó la atención. La manera en que algunos políticos, que se sienten muy respetables aunque son poco respetados por la sociedad, eran Consumidores de sexo comercial, en un artículo, y en otro titulado: Cadillac: sexo, poder y lágrimas, señalaba que existía un lugar regenteado por Alejandro Iglesias Rebollo, donde a las muchachas se les obligaba a prostituirse. En ambos, Jesús Ortega salía a colación.
Como nos tiene acostumbrados Sanjuana, todo partió de una indagación puntual. Algo que podrían atestiguar incluso sus detractores, entre ellos los sacerdotes Nicolás Aguilar y Norberto Rivera Carrera, quienes estuvieron metidos, el primero directamente y el segundo solapadamente, en casos de pederastia. Igual tratamiento se dio al asunto del amigo de Rafael Aguilar Talamantes.
Jesús el perredista se molestó y demandó a la tecleadora. No lo hizo en el DF, lugar donde se llevó a cabo la averiguación y en el cual se publicaron los textos. Trasladó su demanda a Nuevo León (sic que brinca como cabrito), el 6 de diciembre de 2013, algo que tenía como objetivo una sanción monetaria. No la reparación del daño moral sino buscar que Sanjuana pagara en efectivo, si gana él. Lo cual muestra, claramente, que el honor no es lo importante, más bien herir al oponente.
Luego de que el expediente no se encontró, se extravió en varias ocasiones y la intervención de la Comisión de los Derechos Humanos del DF no sirvió de mucho (sic que muestra los laberintos de la justicia), la juez Martha Roselia Garibay Pérez, falló en contra de la articulista de La Jornada.
El asunto ha levantado gran enojo en las redacciones. Varios compañeros hicieron circular en Change. Org. el apoyo a Sanjuana. La organización Artículo 19, que se encargó de la defensa de la reportera, ha empezado una campaña de solidaridad, en la cual se grabarán videos en solidaridad con ella y denunciando el atropello. Bueno, hasta miembros del poder judicial están espantados con la sentencia que desafía, abiertamente, a los periodistas tan agredidos y con pocas defensas en un país, en el cual hasta el asesinato de los mismos es visto como algo normal.
El 3 de mayo, por cierto, Sanjuana Martínez dará una conferencia de prensa en el Club de Periodistas (Filomeno Mata 7, Centro), acerca del enojoso asunto y fijará su posición, acompañada de decenas de trabajadores de los medios.
El asunto judicial no está, de ninguna manera, concluido. Pero debido a las movidas de Jesús Ortega se abre un caso político contrario a su grupo, llamado Los Chuchos, y al PRD en general. No por revancha, sino para demostrar que esta organización vive días aciagos. Tanto así que el compadre de Ortega, Jesús Zambrano, acaba de afirmar que nuevamente firmaría el Pacto por México y que el proyecto es obra de ellos, los perredistas. Algo insólito, visto lo mal que va el país y el fracaso evidente de las reformas puestas en marcha en estos años de peñismo desbarrancado.
El honor de Jesús Ortega, dijimos, es el artículo más reciente de Martínez quien hace una descripción sosegada de su incorporación al periodismo y de su diferendo con el Chucho Mayor. Ojalá los políticos tuvieran esa tranquilidad para dirimir asuntos mayores, pero ya sabemos que lo importante para ellos es ganar, no obstante que humillen al contrario, usen las tretas más grotescas y pasen por encima de la ley. Pero en este caso, indudablemente la solidaridad de los periodistas hará que una aparente victoria se convierta en una derrota amplia que afectará a muchos perredistas. Esperamos que los del sol azteca que son todavía honorables lejos de seguir la consigna de los Chuchos sepan entender que la libertad de expresión, fundada en razones valederas, está por encima de su militancia.
@jamelendez44