Trump, Melilla y México.

Uno de los temas de mayor relevancia dentro de Estados Unidos desde la caída de las torres gemelas en 2001 ha sido la migración de mexicanos y centroamericanos hacia su país. Un grupo importante de la población estadounidense se encuentra en contra de la movilidad hacia su país de personas provenientes de México principalmente por dos ideas. La primera, el temor de la entrada de “terroristas” o “delincuentes” provenientes de la frontera sur. La segunda es que el flujo constante de migrantes mexicanos o centroamericanos incrementa la oferta laboral, reduciendo el número de trabajos para ciudadanos norteamericanos, específicamente aquellos con poca preparación académica.

Estas dos ideas han sido utilizadas como plataforma electoral por el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump. Una de las promesas de campaña de Trump ha sido la construcción de un muro a través de toda la frontera entre Estados Unidos y México, el cuál será financiado por el gobierno mexicano con la finalidad de retener el supuesto éxodo de mexicanos y centroamericanos hacia Estados Unidos.

En un reciente spot de campaña, Donal Trump utiliza imágenes de la valla de Melilla entre Marruecos y España para simular el flujo de personas que supuestamente ocurre entre México y Estados Unidos todos los días. A pesar de los intentos de Trump para hacer creer a los ciudadanos norteamericanos y el mundo que la frontera con México es un caos, lo que ocurre en la frontera entre ambos países es muy diferente a lo que pregona Trump.

De acuerdo con un reporte elaborado por el Pew Research Center, desde 2009 a 2014 alrededor de 1 millón de mexicanos han regresado (no deportadas) a su país de origen. El incremento en el flujo de migrantes de sur a norte entre 1995 y 2000 con más de 2 millones de mexicanos, tuvo una caída a partir de 2005 cuando el número de migrantes comenzó a tener pérdidas netas de -20 mil y -140 mil.

Un dato relevante que muestra el reporte del Pew es que durante el mismo periodo de tiempo, el número de personas que han migrado a México ha sido mayor que el flujo de migrantes mexicanos hacia Estados Unidos. En los últimos 6 años, el número de connacionales que han partido al país del norte ha sido de 870 mil personas, 130 mil menos en comparación con el total de individuos que han regresado a nuestro país.

La idea de que la frontera entre México y Estados Unidos presenta un grave problema de flujo migratorio es una falsedad. Por lo tanto, el argumento sobre la necesidad de un muro que cubra la totalidad de la frontera entre ambos países no tiene un sustento basado en datos. Por el contrario, la reducción del flujo migratorio demuestra que controlar el flujo migratorio puede ser realizado por otras medidas que no violen los derechos humanos de los migrantes.

Al final, Trump no estaba tan equivocado en mostrar un video de lo que ocurre en Melilla para demostrar lo que pasa entre México y Estados Unidos. Sin embargo, se equivocó en explicar hacia donde van las migrantes; en nuestro caso, no van corriendo hacia los Estados Unidos, sino se encuentran regresando a nuestro país.