Confrontan el acoso callejero con música y confeti

La agencia AJ+ difunde un vídeo donde se puede ver a un grupo de activistas feministas confrontando acosadores en el espacio público en la Ciudad de México. Las Hijas de Violencia, un proyecto artístico contra el acoso, utilizan pistolas de confeti y música punk rock no solo para rechazar la violencia recibida, sino para evidenciar a los acosadores en el momento exacto.

Las respuestas al vídeo son las que se podrían esperar en una sociedad profundamente misógina, también hija de la violencia de lógica patriarcal. Pero obviando respuestas burdas, con apelativos como “feminazis”, surge entre varios una pregunta válida; ¿Es correcto combatir la violencia con más violencia? Primero habría que aclarar que la violencia ejercida con pistolas de confeti y punk no se compara con la violencia que se gesta desde la socializada misoginia en forma de acoso callejero.

No hay datos que vinculen los disparos de papel con el abuso, los asesinatos y las violaciones contra los hombres por parte de las mujeres, como de hecho sí sucede con la violencia sistemática que se ejerce sobre las mujeres por el hecho de ser mujeres (y contra lo femenino en general) y que tiene sus orígenes en la cultura patriarcal heteronormativa. Es cierto que siendo puristas, la violencia no es la respuesta más adecuada (incluso una violencia festiva y alegre como la que se muestra en el vídeo es, como toda violencia, también de origen patriarcal), pero siendo realistas es una respuesta necesaria y por lo tanto enormemente valiosa ya que visibiliza un problema grave, empodera a sus creadoras y las convierte en un ejemplo de intervención urgente.

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