Sobre lo rosa y las conmemoraciones
A días de terminar octubre, me detengo por donde voy caminando: paseo Chapultepec, conmovida por los árboles que se iluminan de color rosa, pienso ahora; ¿por qué voces alrededor del mundo gritan en contra de un padecimiento que ataca al género femenino?
Apoyar una causa o estar en contra de, parece estar en boga, te posiciona como un ciudadano consciente de los pesares que vive el prójimo, ¡y vaya que a la sociedad eso le encanta! No sé si sea algo muy mexicano o simplemente es inherente al ser.
Volviendo al camellón tan transitado de mi ciudad, pienso en los días internacionales, al que me refiero en este texto, es en el Día Mundial de la lucha contra del cáncer de mama, que como bien sabemos es el 19 de octubre, pero los últimos años, organismos públicos y privados han decidido llenar todo el mes de rosa, rosa por ser el “color de la mujer”, simboliza el amor, la protección y la sensibilidad. Proyección -a mi manera de ver- ideal para reflejar el dolor, la fuerza y la entereza de miles de mujeres que padecemos esta enfermedad.
Por eso este día, este mes, toca fibras muy internas, me mueve y a la vez me llena de júbilo. Ver campañas que buscan crear conciencia para evitar que más mujeres seamos parte de una numeralia, -nada cool por cierto-, me hace recordar la lucha que llevé hace un año y hoy me posiciona en una sobreviviente. SOBREVIVIENTE, palabra fuerte, ¿no?
Fuerte como el cáncer, enfermedad de las más temidas, ¿cómo podemos erradicarte? no creo que dejando de comer tocino se logré, no creo que haciendo más horas de ejercicio, no creo que dejando de usar desodorante, no creo porque a mis 28 años lo tuve… Lo que sí creo es en las emociones, en los genes y en las acciones a favor de nuestra salud que podamos generar.
En este punto y después de haber perdido el cabello, resistir 6 terribles quimios y 32 pesadas radiaciones, puedo decir que la vida es un ir y venir de cosas dulces y amargas, un día te toca estar arriba pero luego abajo, tenemos que aprender a soltar y ser soltados, no resistirnos, simplemente vivirlo.
Por eso y más soy de las que se conmueven con los listones cruzados, los hashtag referentes a, y las campañas con frases como: “Aquí no pasó nada, solo una baja en el frente izquierdo. #VivaLaReconstrucción”.
Ahora bien, cierro preguntando a cada lectora de las cortas líneas que compartí, ¿ya se hicieron su revisión anual?, ¿qué esperan? La vida pasa volando y es mejor sentarse en las bancas de la ciudad sin reflexionar sobre los días en contra del cáncer, ¡créanmelo!
*Por Estefanía Hernández Cerpa / Experta en creatividad y comunicación estratégica.