¿Qué mata más civiles? ¿Los actos terroristas o los actos anti-terroristas?

Tras los atentados del pasado viernes en París, la comunidad internacional ha vuelto a formar un frente internacional en contra del terrorismo, para intentar de una vez por todas, acabar con esta amenaza. Han pasado graves cosas en el mundo desde el inicio del siglo XXI, epidemias como el ébola, crisis financieras, cambios políticos en diversos países del mundo, pero ninguno de ellos ha causado tantos problemas como los grupos terroristas. Si bien estas organizaciones han afectado a miles de civiles alrededor del mundo, las estrategias llevadas a cabo por los Estados para eliminar al terrorismo parecen convertirse poco a poco en acciones similares de los grupos que dicen intentan acabar.

Con base en la definición del profesor de la UNAM Raúl Carranca Rivas, el terrorismo es “un medio de lucha violenta practicada por una organización o grupo político contra el poder del Estado y para la consecución de los fines”. Es decir, el terrorismo busca a través del terror la forma de alcanzar sus metas, las cuales en su mayoría son políticas. Otra forma de identificar un acto terrorista es a través de sus Los  características particulares. De acuerdo FBI (Federal Bureau of Investigation), los actos terroristas conllevan dos elementos esenciales:

  • Envuelve actos violentos o actos peligrosos en contra de la vida humana.
  • Buscan intimidar o coercionar a la población civil, influenciar las políticas de un gobierno a través de la intimidación o la coerción y busca afectar la conducción de un gobierno por medio de actos violencia masiva, secuestros y homicidios.

Durante los últimos años, este tipo de prácticas perpetradas por grupos terroristas como el Estado Islámico, Boko Haram o Al Qaeda han causado la muerte de miles de personas alrededor del mundo. Con base en datos de la compañía Statista, entre 2006 y 2014, en el planeta hubo 161,834 muertes causadas por actos terroristas. Estos actos se concentran en países específicos. A pesar de que son naciones como Estados Unidos o Francia quienes más dinero invierten en la exterminación de grupos terroristas, las naciones que más sufren de actos terroristas son Iraq, quien tuvo en 2013 el 35.4% de los ataques terroristas a nivel mundial, Afganistán 17.3%, Paquistán 13.1%, Nigeria 10.2%, Siria, 6%, Somalia 2.3%, India 2.2%, Filipinas 1.6%, Yemen 1.6% , Tailandia 1.1% y el Resto del mundo con el 10%.

Si bien las prácticas de gobiernos occidentales para terminar con el terrorismo buscan poner fin a la muerte de civiles, al parecer las estrategias perseguidas por los miembros de la OTAN han causado más terror y muerte que los propios terroristas. De acuerdo con el Instituto Watson de la Universidad de Brown, la guerra contra el terrorismo ha causado la muerte de más de 210 mil civíles solo en Iraq y Afganistán,, 40 mil muertes más de las ocasionadas por grupos terroristas.

La estrategia seguida por el presidente Barack Obama de utilizar aviones no tripulados para realizar ataques a supuestos grupos terroristas, ha generado la muerte de miles de civiles alrededor del mundo. De acuerdo con datos del Bureau of Investigative Journal, entre 2004 y 2015 el gobierno de Estados Unidas ha realizado más de 421 ataques con drones en distintas zonas de Paquistán. Estos ataques han causado la muerte de 965 civiles, de los cuales 207 eran niños. Otro ejemplo del daño de estas prácticas “anti-terroristas” han sido las operaciones con drones en el norte de Afganistán. Según información de la revista electrónica The Intercept, en febrero del año 2013 el gobierno de Obama lanzó una ofensiva con aviones no tripulados al norte de Afganistán, el resultado de estos ataques fue la muerte de 200 personas. Sin embargo, el reporte de The Intercept señala que el 90% de las fatalidades no eran los objetivos o las personas a atacar sino civíles.

Las estrategias anti-terroristas que siguen los países occidentales parecen tener mayores similitudes con actos perpetrados por organizaciones como el Estado Islámico. Si seguimos la definición del FBI, los actos terroristas afectan en su mayoría a civiles. Solo observando el número de muertes dejada por la guerra contra el terrorismo, podernos darnos cuenta que los ataques con drones, por ejemplo, causan más daño a civiles que a grupos terroristas. Por lo tanto, el debate sobre que es y que no es terrorismo se dificulta se tomamos en cuenta los resultados que han causado las políticas anti terroristas del mundo occidental. Si bien es necesario terminar con grupos que lastiman a civíles, también es necesario reconsiderar si las estrategias para terminar con estas organizaciones son las adecuadas y si estas no nos acercan más hacia lo que supuestamente estamos combatiendo.

Previo

Se abre un resquicio para niños refugiados centroamericanos

Siguiente

Martes de tinta mojada