Guerrero estremecido por la violencia
Foto: Lenin Ocampo Torres
Los crímenes cometidos en la última semana en el estado sorprenden por la crueldad, pero sobre todo por la omisión de las autoridades.
El domingo, Cristina Barragán de 45 años y sus hijos de 23, 16 y 17 años fueron asesinados por un grupo armado en el municipio Leonardo Bravo. Hombres armados irrumpieron en la comunidad con granadas y armas largas. Además de los homicidios, incendiaron tres casas y se llevaron a dos hombres, uno de ellos era la pareja y padre de las víctimas, según informó El Sur.
Los vecinos aseguran haber pedido ayuda a policías federales, estatales y militares al escuchar los disparos y detonaciones pero solo obtuvieron su negativa. Nadie acudió hasta después de las 4 de la tarde (12 horas después de los hechos).
El lunes un mecánico fue asesinado en un taller de la colonia Bellavista en Acapulco y dos cuerpos más fueron encontrados en fosas clandestinas ubicadas en la colonia Alianza Popular, también en Acapulco.
El día de hoy cuatro personas murieron y dos más resultaron lesionadas en un ataque contra un vehículo de transporte público en el municipio de Chilapa de Álvarez. Sujetos armados dispararon al vehículo mientras transitaba en el camino que conecta a Atzacoaloya con el municipio de Hueycantenango. Hasta el momento las autoridades estatales no han declarado nada respecto al crimen.
Estos hechos se suman a la gran pila de atentados y desapariciones forzadas que el estado sufre desde hace ya varios años.
Con información de El Sur y Proceso