Mi historia con un iPhone

El primer iPhone que compré fue el iPhone 4s, un teléfono pequeño, que revolucionó mi vida porque ya no tendría la molestia de teclear para escribir. Además WhatsApp estaba revolucionando el mundo. Nunca dude en que mi iPod me acompañaría toda mi vida.

También compré una cámara, Kodak, tener una cámara digital era in, tomaba fotos y las guardaba en una carpeta. Pocas veces las mandaba por mail. Mi primera foto de mi Facebook es con esa cámara.

El iPod puede tener miles de canciones y hasta películas. -Oye pero tiene pantalla chiquita. No importa con los audífonos se ve. Incluso el otro día entretuve a un amigo así, en un sillón viendo Rápido y Furioso.

-¿Por qué tienes tantas canciones?
-Porque no se llena y cuando me gusta una canción bajo el álbum.

Después tuve el iPhone 5. Más delgado y cómodo. Nunca pensé reemplazar mi iPod. Siempre lo tenía en mi carro, en aleatorio, cualquier viaje iba bien acompañado. Facebook sacó su aplicación de Facebook Messenger y luego Telegram, y luego Line, y luego las actualizaciones de Twitter se volvieron un problema, luego llegó una preocupación: la batería.

Samsung lo sabe muy bien.

La batería, la batería, la pinche batería. Prendías el iPhone y salías de tu casa con el 100 y a los veinte minutos ochenta. Luego tenías el 20 y a los dos minutos 1%. Luego se apagaba y vivías conectado a los enchufes. Las pilas portátiles son el negocio del nuevo siglo.

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Fotos más chingonas, resolución de video, velocidad y duración de la pila. El Iphone 6 llegó a mis manos. Ahora sí dije, voy a volver a mi iPod, por nostalgia pero la moda trajo a Apple Music y Spotify, mi iPod vive de mis recuerdos. ¿O yo viviré de los suyos?

Ya no necesito mi iPod aunque lo extraño. No recuerdo artistas que me encantaban, o una canción que dice Cerveza, peor no recuerdo su artista. Mi cámara no sé qué le pasó, de hecho mi hermana tiene dos cámaras y un iPhone 5. las cámaras son obsoletas.

Tengo un teléfono que hace todo, habla, mensajes, interactúa con gente de otro mundo, toma fotos de gran calidad y puedo escuchar música que antes venía en acetatos. Mi abuelo estaría infartándose como yo. Incluso el celular es un control de TV sin funda de plástico ni cinta adhesiva.

Mientras yo cambiaba de iPhone fui creciendo y me salieron algunos vellos donde no tenía, me dejaron de salir espinillas y luego me volvieron a salir, cambié de cigarros favoritos tres veces, cambié mi estilo de vestir, engordé y enflaqué dos veces, de hecho creo que eso es imaginación mía nunca he dejado de estar gordo.

Hay muchas verdades sobre mi iPhone y otras mentiras:

  • No me ha hecho más feliz
  • Nos hace más adictos: nuevas aplicaciones, nuevas actualizaciones, la vida más fácil
  • He dejado de leer
  • He puesto menos atención al manejar
  • Me dio una enfermedad: El síndrome de la vibración eterna en la bolsa.
  • Descubrí una nueva fobia o varias fobias: a que se rompa la pantalla, a que se acabe la pila, a que se lo roben en la calle.
  • Con un iPhone podría vivir de naufrago
  • Como dirían los antigüos hawaianos: nosotros no poseemos a las cosas, las cosas nos poseen a nosotros.

    Pasamos del iphone 1

    Iphone 13

    Al iPhone 6 sin detenernos

    Iphone 6

    No suspiramos, ni siquiera un momento en el daño que nos haría en nuestra vida personal, profesional y social. No pensamos ni siquiera que esa fabulosa herramienta que hace todo más rápido. Nos haría a nosotros más rápidos.

    No estamos lejos del futuro de Click, nuestra vida puede pasar tan rápido comprando ahora iPhone 6S o 6S Plus que engordemos y muramos encerrados haciendo refresh en el Facebook o Twitter. Esperando vivir por un like, el puto ego, diría DLD. El ego nos ha llevado a desear algo que no necesitamos. Apple nos ha creado necesidades absurdas que se vuelven obsesiones.


    Apple y Google son los verdaderos enemigos de nuestra modernidad, de nuestra felicidad. Por la memoria de iPod que si volvemos diez años atrás nos encontraremos menos deprimidos, suicidas y gordos.

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